Aurora heredera de la mafia. © Libro 2. ( TERMINADO / +21) "Almas Corrompidas"

✨️CAPITULO 9

CAPÍTULO 9.

Aurora:

Aparco mi motocicleta en la entrada principal y me quito el casco, sacudo mi cabeza liberando mi cabello y observo hacia la ventana del despacho de mi padre, donde la luz permanece encendida.

Camino subiendo los escalones de la entrada principal, pero me detengo cuando encuentro a Cerbero durmiendo sobre sus patas delanteras al pie de la escalera.

-¡Hey! ¿que haces aquí?-
Le hablo a mi bebé que en cuanto me ve levanta la cabeza y sale disparado hacia mí, moviendo la cola mientras brinca con sus patas sobre mí pecho, como si aún fuese un cachorro.

Le acaricio entre medio de las orejas como tanto le gusta y abro la puerta para que me acompañe. Subo las escaleras de mármol negro y camino por el amplio pasillo con dirección al despacho de mi padre.

Una vez alli, golpeó la puerta dos veces para anunciarme y como es mi costumbre no espero su respuesta simplemente entro a la habitación, cerrando la puerta tras mi espalda. Papá levanta la cabeza de la pila de papeles que tiene al frente y me sonríe como cada vez que sus ojos se posan en mí. Y le correspondo de igual manera mientras camino acercándome y rodeando sus hombros desde atrás con mis brazos mientras dejo un beso en su mejilla.

-¡Buenas noches papi! -Lo saludo y el acaricia mis manos con ternura.

-Buenas noches mi bella Principessa. -Responde haciendo que sonria.

Volteo y me siento frente a él, mientras que Cerbero se sienta a mí lado y apoya la cabeza en mis piernas buscando más mimos que no dudo en darle cuando vuelvo a pasar mis manos por su espeso pelaje plateado.
Le gusta que haga eso desde que lo encontré, cuando wra un cachorro en la entrada del bosque, de nuestra casa en Italia.

-No pensé que vendrías tan rápido.-Habla volviendo a revisar los papeles en su escritorio.

-Dijiste que habia trabajo y que me necesitabas padre... asi que aquí estoy. -Respondo y el me mira por encima de un documento que tienen en sus manos.

Suspira y alzó una ceja notando que me analiza antes de recostar la espalda en la silla y tamborilear con los dedos sobre el escritorio, sin apartar la mirada de mis ojos.

-Aurora dime...¿hay algo que necesite saber? -Pregunta y lo primero que viene a mi mente es Sebastián y lo que ocurrió en las pistas.

-No. ¿Porque lo dices? -Miento y claramente el lo nota, ya que sonríe con malicia mientras, teclea algo en su computadora.

-Qué curioso... porque me llego esto esta tarde.- gira la Mcbook para que vea la imagen que aparece en la pantalla y bufo dejando caer mi espalda contra la silla.

Es una grabación hecha por alguna cámara de seguridad de muy baja calidad, la imagen es tan mala que si no fuese alguien que me conozca tan bien como el hombre frente a mi, no podrian acusarme de nada, cuando muestra el momento exacto donde salgo de la bodega de la calle 19, arrastrando a mi primo Iván conmigo. Y por si fuera poco, el momento exacto cuando la patrulla llega y los acribillo a balazos.

-No sé si estar molesto porque me mientes... u orgulloso de ti, por ser mejor soldado que cualquiera de mis hombres. -Me suelta y reprimo una risa por la forma en la que me regaña y al mismo tiempo me alaga.

-Los idiotas tenían a Iván.-Me defiendo, antes que me regañe.

-¿Y porque rayos no acudiste a mí? ¿¡O a Lorenzo!? ¿Acaso si quiera sabe lo que paso? -Se molesta alzando la voz sin apartar la mirada de la mía cuando no respondo.