CAPÍTULO IV

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Jin se sentía en el paraíso, una sensación de calidez abrigaba su cuerpo y el aroma de Irish Coffee  llenaba sus fosas nasales, él estaba feliz, pero el sentimiento fue más fuerte cuando junto a él estaba Jungkook, lo había acompañado toda su vida y podría decirse que siempre se había sentido seguro estando con JK. Se sentía como su hogar, aunque a veces también se aturdía un poco en las ocasiones en que sentía que el amor que había del él hacía Kook sobrepasaba el límite de la amistad. Ellos habían salido con otras personas, JK había tenido otras relaciones y él también había tenido citas. El problema radicaba en que Jin no quería citas, el quería el tipo de amor que es para siempre, ese que te cobija el alma y te endulza la vida y la verdad sea dicha, la única persona con quién él sentía eso era junto al alfa que conocía de toda su vida. Sus familias nunca habían dicho nada, ni a favor ni en contra posiblemente esperando que todo se diera de forma natural, confiando en que pudiesen construir una relación más romántica que fraternal, pero Jin se había negado porque no quería estropear su amistad con su alma gemela a pesar de que se sentía atraído.
Abrió los ojos apenas y miró Jungkook dormir, el olor de sus feromonas lo reconfortaban y le permitían descansar mejor, así que volvió a acomodarse en sus brazos y se quedó nuevamente dormido. Habían pasado siete semanas del viaje a Las Vegas y era un martes por la mañana cuando Jin se estaba preparando para su trabajo, tenía que presentarse a una audiencia pero había despertado con malestar general,  le dolía la cabeza, sentía mucho cansancio y sueño  además del malestar estomacal que tenía, pero debía presentarse él porque Hobi, que era su socio  en la firma,  había pescado un  resfriado que lo mantenía atado a la cama, pesando en ello Jin concluyó que su malestar no era más que se había contagiado de la influenza de Hobi, y parecía ser un brote ya que Jimin con quién había hablado la noche anterior tenía la misma sintomatología. Maldito sea Hobi y sus gérmenes, ahora tendría que pasar por la farmacia comprando antigripales. Las reservas se había acabado cuando Jungkook había enfermado en invierno. Al salir del juzgado se decidió pasar por la farmacia y la tintorería, Kook iba a salir muy tarde de su trabajo y Eunwoo tenía un turno de 36 horas seguidas así que no podía contar con ellos dos por ahora, subió al auto y fue a realizar las tareas pendientes para ese día, seguía sintiendo que ese resfrío iba a mandarlo a la cama a él también, pidió los antigripales y se dispuso a pagarlo cuando sintió que apagaron la luz y era lo último que recordaba. Al abrir los ojos el olor intenso de desinfectante le estorbaba la nariz, comprendió que ahora estaba en el hospital, cuando se dispuso a levantarse Jungkook le atajó e hizo que volviera recostarse,  entonces el médico llegó con sus resultados. -Bien, dijo el galeno, SeokJin parece que todo está perfecto aunque estás extenuado, con un poco de descanso y una buena comida estarás mucho mejor, sin embargo tomando en cuenta tú estado deberás ingerir ácido fólico,  vitaminas y tomar las cosas con más calma.
¿Su estado? A qué exactamente se refería con “su estado”, como si Jungkook leyera su mente le preguntó al médico: -A qué se refiere con su estado?. El médico los miró como si fuesen un par de idiotas y les dijo: - Jin está embarazado.




NO TODO SE QUEDA EN LAS VEGAS [KOOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora