NO TODO SE QUEDA EN LAS VEGAS [KOOKJIN]

CAPÍTULO XLVIII

¡Santo Dios! ¿Qué hacía la matriarca de la familia Kim en Manhattan? Y en especial ¿Por qué estaba justo en este momento, caminando hacia donde ellos estaban? Sintió como Hobi se aferraba a su brazo e instintivamente cubrió a su omega por los hombros mientras lo apretaba más contra él. Kim Rossana lucía elegante, fría y severa, su aura emanaba poder haciendo que su nieto la mirara fijamente mientras recorría el pasillo de bambú, detrás de ella dos alfas maduros que llegaban apenas a sus cuarenta, quiénes eran sus guardaespaldas. Nadie se atrevía a contradecir sus órdenes, o más bien casi nadie. Taehyung era su más amado nieto sin embargo era el único que se había ido contra ella cuando el alfa era más joven y había conocido a un Hobi de apenas dieciséis años, lleno de vida, alegre y optimista.
Ella había sabido que su tonto y enamoradizo nieto había caído profundamente cuando con apenas dieciocho años había pedido en matrimonio al segundo nieto de los Jung, una familia de estatus y dinero, pero desgraciadamente mezclada con americanos. Para cuando había querido unir a Hannia con Taehyung, el joven había reclamado la virginidad de Hobi y había entregado la suya al omega con quién había partido hacia Estados Unidos, los dos habían conseguido espacios en una universidad de la Ivy League y habría sido estúpido desperdiciar esa oportunidad. Había esperado pacientemente que Tae perdiera el interés estando en un país tan grande, pero nada había pasado. Los años no se detuvieron y de pronto escuchó de la boca de su hijo que Taehyung sería padre y con esa última información sabía que su nieto había atado su sangre con el omega.
-Hola abuela -saludó Tae, haciendo una reverencia, él podría estar molesto con la omega pero nunca le faltaría el respeto.
-Taehyung -dijo mientras respondía con un ligero cabeceo mirando sobre el hombro del alfa -Joven Jung -asintió mientras Hobi hacía una pequeña reverencia ya que su abultado vientre no le permitía más.
-Tengo que hablar con ustedes dos... a solas - aclaró cuando vio a los padres de los novios ponerse de pie.
-Claro abuela, pero por favor cuida lo que vas a decir. No quiero que esto afecte de ningún modo la felicidad y el buen humor de Hoseok -pidió Tae mientras sus ojos estaban dirigidos hacia el omega que tomaba su mano.
Rossana volvió a asentir y se dio la vuelta para dirigirse a un área del restaurant que estaba vacía, siendo seguida por la joven pareja.
Tomando asiento sirvió un poco de té, tomó un poco y luego suspiró, Tae no perdía ni uno solo de los movimientos de su abuela, siempre había sido muy distinguida para realizar tareas cotidianas como esta.
-Lo siento -dijo de pronto la envejecida mujer mientras ponía su taza en la mesa. -Siento mucho haberte causado problemas, haberte lastimado cuando en realidad eres mi primer nieto y te amo. También lamento mucho el dolor que causé en ti, joven Jung Hoseok -le nombró mientras dejaba al alfa y al omega atónitos.
-Tae, recuerdo como sentí la primera vez que te vi después de unas horas de nacido. Eras un bebé hermoso y sano, cuando pude cargarte agradecí al cielo que tu padre y tu madre te trajeran al mundo. Pensé que estaba haciendo las cosas en tú beneficio pero ya entendí que estás donde debes y quieres estar, lo que has logrado y quien eres me enorgullece. Sé que no lo pediste Tae, pero bendigo tu unión, sé que herí al joven Jung pero me alegra que se haya quedado siempre contigo. Sé que eres feliz Tae y es todo lo que tu vieja abuela necesita saber -decía Rossana al borde de las lágrimas. Cuando Tae miró a Hobi, era un mar de llanto y mocos.
Besó a Hobi y luego abrazó a su abuela, él la amaba. Cuando era aún pequeño siempre estuvo muy unido a Rossana, su abuela cocinaba postres para él, su hermana y sus primos, pero había algo único y especial en su plato cuando la omega se lo servía.
Rossana extendió los brazos hacia Hobi que no dudó en abrazarla y refugiarse en ella, Hoseok ya no tenía ninguno de sus abuelos con vida, había perdido al último cuando tenía catorce años.
-Me alegra llamarte nieto, joven Jung y estoy tan feliz de este pequeño niño. -dijo la abuela Kim acariciando con cuidado y cariño el vientre hinchado de Hobi.
-Te lo agradezco Rossana, puedes llamarme sólo Hobi. Por favor -le dijo sonriendo a la omega, haciendo que esta vuelva a abrazarlo.
-Bienvenido por completo a la familia Hobi -susurró Rossana.
Después de unos minutos salieron a continuar con la fiesta, disfrutando de la velada que marcaba la cuenta regresiva para una familia primeriza rodeada de amor.

Hola, aparecí con otra actualización.
Esta vez esta tiene una dedicatoria, cuentas con todo mi cariño jannieRJ12

Volvemos con otra actualización 💜💜💜