CAPÍTULO XXXV

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Al despertar, el aroma y el calor residual en las sábanas le indicaron a Jin que su alfa no hace mucho había dejado la cama. Se disponía a acomodarse nuevamente entre el tibio capullo del lado de Kook cuando unas voces y unas risas que provenían de la cocina le hicieron despabilarse, salió de la cama, se puso las pantuflas y una sudadera gigante que era de Jungkook de sus tiempos en la universidad y salió disparado hacia el origen de esas voces. Aún no había llegado a la cocina cuando distinguió la voz de su madre.
–Mami –gritó emocionado al ver a su madre envuelta en una salida de cama de lino blanco y encajes, aún tenía puesta la pijama y había recogido su largo cabello castaño en una trenza. Bebía café y al escucharlo volteó rápidamente en su dirección, sonrió y sus ojos acaramelados repararon en el bulto que ahora era su vientre. Los ojos de Sena se llenaron de lágrimas y abrazó fuertemente a su cachorro, había extrañado tanto el dulce aroma de mermelada de grosellas y lima de su bebé, que ahora cargaba a su primer nieto. Jin encajó en los brazos de su madre y cerró los ojos concentrándose en el aroma de limón de su mamá y en el calor de su cuerpo, ella olía a las tardes en las que horneada algo delicioso para que él y Jungkook lo comieran,  a las tardes de paseos al parque, a las veces que sanó sus rodillas lastimadas, a las noches que lo arrullaba y le contaba un cuento mientras su padre se sentaba a su lado y le daba besitos al acostarlo, ella olía a hogar. Lágrimas de emoción resbalaron por sus mejillas al sentir la misma calidez que debió sentir su mamá cuando esperaba su nacimiento.
–Mi precioso y amado Jinnie –dijo mientras limpiaba las lágrimas de sus ojos y de los ojos de su hijo. –Te ves más hermoso de lo que ya eras mi amor –añadió, mientras sus manos tocaban suavemente su barriga sobre el buzo.
–Hola mi pequeño y hermoso hámster ¿y a mi, no me vas a abrazar? –le preguntó Hyun-Ki mientras se ponía de pie y se acercaba a Jin, usando el cariñoso sobrenombre que le había puesto cuando pescó a su hijo y a Jin comiéndose las fresas del pequeño huerto que tenía en el jardín trasero de su casa. Sonriendo, Jin soltó suavemente a su madre y abrazó a su suegra.
–¿Cómo podría olvidarme de ti adorable halcón? –le dijo mientras hundía su nariz en el cabello negro y sedoso de Hyun-Ki, él la adoraba y ella también a él. Recordaba la primera vez que vio a Jin, Sena lo tenía en brazos al día siguiente que había nacido. Era un bebé asombrosamente hermoso, tenía la mezcla perfecta entre su madre y su padre.
Desde que podía recordar Jin siempre estuvo en su casa, y Jungkook en la casa de su mejor amiga. Desde que Jin aprendió a caminar y Kook aprendió a llevarse a Seokjin se habían hecho inseparables. Recordó cuando Jin iba corriendo detrás de Jungkook, gritando y riendo, mientras su amado hijo llevaba una cometa en sus manos y salían al patio delantero. Hoy esos pequeños niños que se sentaban en su cocina y llenaban sus bocas de cupcakes estaban por traer al mundo a un hermoso bebé.  Heredero de la fortuna Jeon Kim.
–Yeobo, tu desayuno está listo –la voz de Jungkook trajo de regreso al presente a todos. –Buen día mi amor –besó y abrazó a su alfa mientras los brazos de Kook lo rodeaban haciéndole sentir la seguridad y calidez que siempre estuvo presente cuando Jungkook estaba junto a él.
Después de otro picoteo en los carnosos y rosados labios de Jin se sentaron todos a desayunar, Jiho estaba colocando el tocino en los platos y Eunwoo colocaba el pan aún caliente, las marraquetas, los bagels y el pan dulce de nuez que a Jin le encantaba, Hyun-Ki era la culpable de su adicción por este tipo de pan, ya que ella se lo daba con mermelada de frutos rojos casera cuando él entraba libremente a su cocina.
Esa mañana Jungkook tenía trabajo, Eun tenía programado 2 partos y una fertilización asistida por lo tanto todo su día estaba lleno, Jiho estaba en medio de un litigio de una demanda a una farmacéutica reconocida así que después del desayuno todos se marcharon dejando a las dos mujeres y al omega en el departamento. Tras alistarse y ponerse ropa de compras estaban disponiéndose a salir cuando Jimin y Hobi llegaron, saludaron y se apuntaron al plan de spa, compras y comida fuera. Yoongi tenía dos citas de trabajo con dos nuevos inversores y Tae pasaría con Nam en una exposición de bienes raíces que había en Queens, por lo que dejaba a los dos omegas solos también. Irían a la nueva prueba de trajes, comprarían cosas para los bebés y rematarían el día en el Phuket Deluxe Spa. No sabían aún si cenarían en casa o fuera, pero Jin estaba seguro de una cosa, había extrañado demasiado a las dos mujeres que estaban en casa y  ahora todo se sentía perfecto. Así que, acomodados en el Lexus GX460 de Jin, con Cyndi Lauper cantando “Girls just want to have fun” a todo volumen y Sena al volante salieron a conquistar las calles de Manhattan en el fresco y otoñal Nueva York.
Después de la prueba de vestuario para la boda de Hobi, donde la panza del novio había causado mucho trabajo extra, se habían dirigido a hacer compras para los bebés. Como nuevas abuelas y madrinas de los mellizos y el bebé “Hoseokzilla” Jr., habían comprado muchos detalles y ropa para los cuatro cachorros que venían en camino. Jin se había enamorado de un juego de pantalón y saco de color blanco, con una preciosa jirafa en el pecho, también un enterizo de tono amarillo suave y un corderito bordado, eran cosas tan bonitas que se las imaginaba en su bebé. Las abuelas casi vaciaron las vitrinas comprando de todo lo que ahí había, con el auto lleno y habiendo comido algo ligero en el centro comercial, se dirigieron al spa. Jin no se quejaba, disfrutaba mucho el masaje Thai y su tratamiento de chocoterapia, Hoseok estaba metido hasta la barbilla con Jimin y Sena en el hidromasaje y Hyun-Ki disfrutaba de un tratamiento con arcilla y las notas semi dulces de la cava espumante que le habían dado cuando comenzaron con el masaje de pies, era una tarde en la que se habían dedicado a consentirse y disfrutar de las vanalidades que la ciudad ofrecía. 
Cuando salieron era de noche y cuando se disponían a pensar que querían cenar, el celular de Jin sonó.
–Amor me has extrañado –contestó divertido en cuanto aceptó la llamada. Al otro lado de la línea se escuchaban voces, música instrumental de fondo y risas.
–Hola mi precioso yeobo, claro que te extrañé. Para eso estaba llamando, dile a nuestras madres que los traigan al Morton's The Steakhouse, los chicos y yo los estamos esperando, tenemos una mesa reservada para los y las omegas más hermosos –le dijo su Jungkook.
–Ya quiero verte mi amor –añadió, lanzó un beso y colgó. Sonriendo dio las instrucciones y se pusieron en marcha, 30 minutos después estaban aparcando en el parqueadero del restaurant. Los autos de Kook, Tae, Yoongi y Nam estaban ahí también. Cuando entraron y los guiaron a su mesa dos caballeros extras estaban sentados ahí.
–¿Papi? –balbuceó cuando el apuesto alfa de cabello entrecano y ojos avellana se giró a mirarlo sonriendo.

🥳🥳Ya vamos cerca para la sorpresa de Kook, qué será?.

NO TODO SE QUEDA EN LAS VEGAS [KOOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora