CAPÍTULO XXX

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Iban en el auto de camino hacia el restaurante de Jimin, las ventanas abajo disfrutando el aire otoñal del ambiente, de fondo las suaves notas de "Somewhere over the rainbow ", él estaba algo desilusionado, no habían podido saber el sexo de su bebé ya que el pequeño en su vientre no había cooperado, pero estaba bien. Había visto sus piernitas, una parte de su rostro y juraba que su bebé se veía igual a su padre alfa, era hermoso. Todo iba de maravilla con su embarazo, les había sugerido que Jin empezara a hacer natación, eso ayudaría con el peso del bebé, lo mantendría activo sobretodo para la respiración en el momento del parto y sus huesos pélvicos estarían en perfecto estado para el alumbramiento
Había decidido tener al bebé por parto normal, sabía que la cesárea evitaría el dolor de ese momento, pero la recuperación era lenta y dolorosa. Empezaría a ir a la piscina que Jimin tenía en casa, en ese pretexto estarían los tres omegas juntos, cotorreando y cuidándose entre ellos. Yoongi había contratado personal para la casa, una ama de llaves y dos asistentes, un amigo de Jimin de la universidad había sido elegido para ser el asistente de cocina, era un joven alfa, hijo del ama de llaves. Los dos querían mucho a Jimin , pues siempre había sido muy educado y dulce con ellos. La segunda asistente era una joven madre soltera, una beta que había enviudado cuando aún estaba embarazada. Habían llegado como caídos del cielo, entendiendo que el servicio era principalmente para el omega embarazado hacían que todo funcionara a la perfección para Yoongi y Jimin. Además el alfa ahora pasaba en casa ya que su oficina de asesoría financiera funcionaba en un estudio externo que tenía la mansión, era más protección para su esposo y sus amigos embarazados.
Al llegar al restaurante Hobi estaba con Jimin y Yoongi, Tae entraba cargando snacks y bebidas para todos cuando lo encontraron en la puerta y Jungkook se apresuró a ayudarle. Estaba feliz pues había encontrado la casa adecuada para su familia y también a unas pocas cuadras, la casa perfecta para la familia Jeon. Las casa estaban acomodadas de tal manera que seguían estando muy cercanas y así seguirían estando en contacto, podrían prestarse ayuda si sucedía algo con los bebés, compartir los fines de semana, era un ganar y ganar.
-¡Oh Dios! Jin y Kookie llegaron al fin, muero del hambre -se quejó Hobi, acurrucándose más en la silla flotante que había en el balcón; tenía cojines muy cómodos y el aire delicioso daba perfecto ahí. -Mi amor baja -llamó su prometido. -Te traje los nachos con extra queso y jalapeño que pediste -añadió. Sonrió al ver las piruetas que hacía su omega al tratar de ponerse de pie, iban a tener un sólo bebé, pero su vientre casi competía con el de Jimin y era lógico después de todo iban a tener un niño muy grande. -Cariño, necesito un poco de ayuda aquí -gimoteó Hoseok al no poder salir de la silla. Cuando estuvieron sentados a la mesa comiendo Jin comentó que no pudieron saber el sexo de su hijo, que tendrían que volver a hacerse la ecografía, recordó el problema de Eun y lo contó a los otros integrantes del grupo y llegaron a la misma conclusión que Kook y él; no podían permitir que un caprichoso y mimado omega destrozara la felicidad de Eun y el primo de Hobi.
Hoseok en realidad fue el que más se molestó, recordó la cena de navidad en la que Jiho había llevado al pretencioso modelo, recordaba que en verdad era un precioso omega de cabello platinado, tez blanca, unos grandes y ladinos ojos azul zafiro y un dulzón aroma de camelias, pero lo hermoso había perdido validez cuando había abierto la boca. Thomas era un completo ególatra, grosero y tirano, no le había agradado a nadie en la familia pues había criticado cada detalle del festejo con temática coreana, se había quejado de la comida e incluso fue grosero con el personal de servicio. Él había hablado con su primo, pero el tonto beta estaba prendado del modelo y no veía más allá de sus narices, algo que el Omega aprovechaba cada vez que tenía oportunidad. Estuvo ahí cuando el imbécil modelito había roto el corazón de Jiho y se alegraba, aunque la noticia casi le provoca una embolia, que ahora su primo estuviera feliz con Eunwoo. Su amigo era justo lo que el casanova de su primo necesitaba para calmarse del desastre en el que se había convertido cuando la inminente ruptura había llegado.
Después de comer y que Jungkook le mostrará a Jimin como iba a quedar el solárium del restaurante, se despidieron y se fueron a casa, la brisa soplaba suavemente, trayendo los hermosos recuerdos de cuando Kook y Jin habían llegado a Nueva York, el primer año viviendo en el dormitorio universitario, las horas de estudio y cuando salían a descubrir algo nuevo ellos dos en Manhattan. Jungkook siempre había estado para él, incluso cuando tenían pareja hacían tiempo para ellos dos solos, ahora reconocía que siempre había amado a su Kook.

Volví y ya no me voy; pronto tendremos muchas sorpresas, nuevos personajes aparecerán y tendremos más de la vida emocionante de estos futuros papás 💜

NO TODO SE QUEDA EN LAS VEGAS [KOOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora