CAPÍTULO XI

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Si alguien lanzaba un alfiler al suelo se habría escuchado el tintineo del impacto, es más, el aleteo de una mosca se hubiese podido escuchar con el silencio sepulcral que le siguió a las palabra de Jungkook; seis pares de ojos muy abiertos los miraban a él y a Jin.
¿Qué fue lo que dijiste Kookie?– le preguntó Tae mientras sostenía a Hobi que todavía lloroso sorbía los mocos metido entre sus brazos. –Ta-también necesitaremos una cita para Jin… y el bebé– respondió, no habían podido dar las buenas noticias todavía cuando el bombazo de Hobi y Tae había estallado, Eun sospechaba pues los había escuchado en la habitación de Kook, pero pensó que al fin se habían declarado, ni en sus sueños más locos creyó que se tratase de otro bebé en camino.

El grito de emoción que provino de Hoseok hizo brincar a todos  -Tú mi precioso amigo… ¿Por qué no lo dijiste antes, de cuánto tiempo estás? Tú y yo seremos compañeros de panza y de compras Jin- parloteaba alegremente el omega, mientras Seokjin trataba de seguirle el paso. Tae y Eunwoo se acercaron al alfa y lo abrazaron felicitándole por la llegada de su bebé, Jungkook correspondió el abrazo y también felicitó  a su amigo por el embarazo de su futuro esposo. Esto ameritaba una celebración con sus demás amigos, así que llamaron a Nam, Yoongi y Jimin para acordar encontrarse esa noche en el East End Bar&Grill.
Más tarde cuando entraron en el bar, Yoongi y su esposo ya estaban en el lugar con unos aperitivos, les saludaron y escogieron una mesa para esperar que llegara Namjoon. El hombre al  igual que Taehyung trabajaba en el área de bienes raíces y aunque cada uno tenía su respectiva oficina, siempre se mantenían actualizados mutuamente sobre las oportunidades inmobiliarias que aparecían en Manhattan, habían labrado su camino y se habían hecho de un nombre en el mercado.

Al llegar el alfa que faltaba se dispusieron a hacer sus pedidos, aunque llamó la atención que dos de los Omegas en la mesa pidiesen bebidas sin alcohol. Charlaron un poco poniéndose al día, se enteraron que al fin Jimin había empezado a buscar un lugar adecuado para su futuro bistro,  algo que con el apoyo de su esposo estaba siendo posible;  Yoongi era el alfa adecuado para esto. Una completa dulzura con su esposo, pero un tiburón para los negocios. Después del injusto despido de Jimin para darle el inmerecido cargo de Chef ejecutivo al sobrino político de su ex jefe, había estado decaído. Fue por ello que terminaron en Las Vegas y bueno… ahora tenían las consecuencias del viaje en proceso.
Por favor chicos, dígannos a qué se debe la reunión de esta noche –había preguntado Jimin mientras comía sus alitas en salsa de bourbon y los aros de cebolla que había pedido aparte, aunque el aderezo de queso azul lo había puesto lejos pues se quejó de que el olor le incomodaba, a su esposo le pareció extraña la actitud del omega, Jimin tenía el paladar y su olfato muy educados, no en vano era uno de los mejores chefs del área. Para ser sinceros todos ellos habían buscado destacar en sus áreas de trabajo, siendo criados y educados bajo la enseñanza coreana exigente no importaba que ellos estuvieran viviendo y trabajando en Nueva York, específicamente en Manhattan desde su etapa universitaria, los ocho habían demostrado con excelencia sus habilidades.

Jin habló primero -Bueno, no hay otra manera de decir esto así que creo que primero deben saber que Kook y yo hemos decidido darnos una oportunidad y convertirnos en una pareja establecida. Sé que es una sorpresa, pero esta es la más pequeña de ellas, créanme. Hemos pasado tantos años juntos que no hay posibilidad de que otra persona en el mundo me conozca mejor que mi alfa- dijo mientras el color rojo inundaba sus mejillas y orejas -por lo tanto creo adecuado también decirles que vamos a convertirnos en papás, Jungkook y yo estamos esperando un bebé.
Y de nuevo el silencio absoluto gobernó la mesa, tal como había sucedió en el hospital esa tarde. Aprovechando el momento de calma, Taehyung les informó: los bebés vienen de a dos al parecer, Hobi también tiene a mi cachorro en camino. La mesa estalló en algarabía,  felicitaciones, abrazos y buenos deseos para los futuros padres, aunque Jimin no pudo evitar la pequeña sensación de tristeza que sintió dentro. Él amaba a los niños y había hablado con Yoongi sobre la posibilidad de tener hijos incluso antes de tomar la abrupta decisión de casarse en Las Vegas, a ellos no les importaba si había un papel de por medio que dijera que eran legalmente esposos. Por ello habían empezado a buscar a su cachorro hace casi un año, pero cada intento había fallado y eso sólo causaba más dolor a la joven pareja. Rápidamente se recuperó y abrazó sinceramente a sus dos amigos, este era su momento y no podía estropear la alegría que sentían con la llegada de esos bebés, ya llegaría su momento de poder disfrutar la paternidad junto a su amado esposo, quizás sólo era cuestión de tiempo.


Nos leemos mañana 🥰

NO TODO SE QUEDA EN LAS VEGAS [KOOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora