CAPÍTULO XLVIIII

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Era el jueves de Acción de Gracias y todos se estaban alistando para llegar a casa de Jimin y Yoongi, aunque esa mañana Jimin estaba en casa experimentando un poco de dolor en la espalda baja y la cadera, era soportable pero incómodo y los mellizos no dejaban de moverse dentro de su vientre. Yoongi había acariciado el vientre de su omega, habló con los bebés  y le había dado masajes haciendo que el malestar cediera un poco, en dos días sería la boda de Hoseok y si se estaba sintiendo así ahora no quería ni imaginarse como sería con todo el ajetreo del día del matrimonio.
Yoongi había mandando a preparar toda la cena porque no tenía ningún interés que Jimin estuviera de pie, lo llevó al gran sillón de la sala y le acomodó ahí hasta que todos llegaran, con una exquisita taza de chocolate caliente llena de crema y malvaviscos. A esa misma hora en otra parte de Manhattan, un Jin fastidiado y algo histérico se quejaba al mirar su guardarropa.
—Koooooooooooook —gritó al borde del llanto, estaba cansado, pesado y con sueño, no había nada que le quedase ya que su cachorra había decidido que las caderas y el vientre de papá merecían crecer más. Jeon entró corriendo, con el cabello mojado y a medio subirse la cremallera de sus jeans.
—Yeobo ¿por qué gritas? ¿ te duele algo? —exclamó, acercándose con urgencia a Jin.
—No tengo que ponerme, nada me queda ni siquiera la ropa materna que compraste —se quejó Jin, acercándose a su alfa y clavando la nariz en su pecho mientras Jungkook lo rodeaba con los brazos. Besó sus mejillas soltando feromonas para tranquilizar a Jin, acarició su espalda, su cintura y por último besó su marca renovada la noche anterior.
—Te traje algo ayer mi amor —le dijo mientras lo llevaba al gigantesco clóset que compartían rodeando la cintura del omega, abrió la puerta donde guardaban la ropa de cama y sacó una gran funda de ropa. —Feliz día de acción de gracias yeobo, te amo. —dijo mientras besaba los labios rosa de Seokjin y este correspondía con ganas.
Jungkook tuvo que esforzarse para dejar ir a Jin, no aparecer en la cena sería una grosería, pero más grande sería aparecer ahí con una enorme erección, dando un último pico en la boca de su omega salió del clóset para dejar que Jin se cambiara.
Jin tomó una ducha rápida y al salir la ropa estaba acomodada en la cama junto al calefactor, una camiseta negra, un pantalón negro materno de lana, con un suéter cuello de tortuga en un tono morado ciruela que se veía hermoso y detalles beige, la bufanda beige que le había tejido su suegra complementaba todo,  las botas para nieve junto con unas calcetas de lana estaban a lado de la cama. Cuando tomó la ropa estaba calentita, se la puso, se calzó, peinó y se perfumó.  Cuando salió de la habitación todos estaban en la sala esperándolo, Jungkook se puso de pie y se apresuró con el abrigo en la mano, le ayudó a ponérselo y partieron rumbo a la casa de sus anfitriones de esa noche. Era una cena netamente entre amigos, la gran familia que habían formado a lo largo de estos años de amistad, una familia llena de cariño y lista para defenderse los unos a los otros.
En el auto sonaba la canción la canción “My Own” de la banda Ashes Remain, Jungkook cantaba mientras iba al volante, el auto de Jin los seguía con sus padres dentro de él. Cuando llegaron a casa de Jimin se encontraron con Yoongi que venía con un paraguas para cubrir a Jin y extendía al resto más paraguas, había comenzado a nevar y su prioridad era llevar dentro de la calidez de su hogar al omega embarazado de su amigo. Cuando estaban dentro todos la chimenea estaba encendida, recibieron ponche de canela y frutos rojos y el Chef les avisó que pronto tendrían todo listo para servirse. Jimin seguía en el sofá donde Hobi y Jimin tomaron asiento para ver la repetición del desfile de acción de gracias que Jimin había grabado, habían ido en la mañana con sus alfas y esa era la razón de que estuviesen agotados a pesar de la siesta de la tarde después de que almorzaran en la casa de Jin y Kook.
Cuando la cena estuvo servida, el anfitrión dio las gracias a todos con un pequeño discurso.
—Este año debo dar la gracias por múltiples razones, principalmente por permitir que el Omega más dulce y hermoso se casara conmigo en una boda relámpago, acompañado de mis mejores amigos, aunque Eun nos faltó ahí —mirando al médico que estaba al otro lado de la mesa.
—Pero debo dar gracias por todo lo que he tenido oportunidad de construir, construí una grandiosa amistad con todos ustedes, un hogar con Jimin, la vida de mis preciosos mellizos después de tantas veces de no poder conseguirlo. Gracias porque siempre han estado para nosotros, para apoyarnos y acompañarnos, este año ha sido bendecido en abundancia de amor y espero más años así, todos juntos. ¡Salud! —todos aplaudieron felices, Yoongi tenía razón, habían sido muy afortunados.
Después de la cena decidieron hacer un poco de karaoke y beber un poco más de ponche. Cuando decidieron que volverían a casa era cerca de la una de la madrugada, cuando se asomaron a las ventanas se quedaron asombrados.
Una gruesa capa de nieve cubría los autos, encendieron sus celulares para revisar las noticias descubriendo que había una fuerte ventisca que imposibilitaba  el retorno a sus respectivos hogares, ni siquiera Tae y Hobi que vivían a unas pocas cuadras de la casa de los Min. Yoongi ofreció enseguida su casa, habían suficientes habitaciones como para que todos pudiesen descansar cómodos y tranquilos.  Era el beneficio de su mansión,  por lo que prepararon más chocolate y ponche, decidieron sentarse todos entre inflables y sillones a ver “Monster In Law” una película protagonizada por Jennifer López y Jane Fonda mientras el pastel de calabaza, la bebidas calientes y los bocaditos desaparecían entre risas y el calor de su hogar.
Definitivamente si había que dar gracias era por esto, por lo maravilloso de la amistad y la familia que habían construido. Con sus tropiezos, errores, caídas y peleas, pero también con todo el cariño, la paciencia, constancia y apoyo que se repartían entre todos.
A la mañana siguiente el delicioso aroma de hotcakes, miel de maple y tocino llenaba la casa de los Min, haciendo que los ocupantes despertarán hambrientos. Se sentaron a desayunar y tras despedirse después del desayuno, los alfas acordaron encontrarse con las largas listas de compras que sus redondos omegas les habían entregado. Mientras la mamá de Tae, Hoseok, Jungkook y Jin retiraban los trajes para la boda que sería al día siguiente.
Yoongi había guardado una sorpresa para Jimin y tras pasar la tarde con Taehyung y Jungkook revisando los últimos detalles para la boda, en especial para revisar como estaba quedando el gran salón del Hotel Plaza para la recepción, fueron al aeropuerto.
La familia de Jimin y la suya llegarían pronto, esto era algo que Mimi deseaba y había comprado los vuelos de todos para la misma fecha, así todos podrían disfrutar de las festividades con ellos dos juntos.

Hasta aquí los capítulos de hoy. Una gran bomba está por explotar aquí.
Nos leemos pronto💜💜

NO TODO SE QUEDA EN LAS VEGAS [KOOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora