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Leyendo una larga y casi eterna lista de quehaceres que tenía en su celular, Solazar solo pudo emitir un suspiro pesado, había quedado con Agoti para reunirse en aquella cafetería con el motivo de planear los siguientes movimientos de su carrera musical, sin embargo, el mencionado ya iba tarde como siempre, no esperaba nada de él en este punto, siempre había sido así de irresponsable, así que no se lo iba a tomar personal ni se molestaría mucho.

— ¡Lo siento! —Exclamó Agoti entre jadeos mientras tomaba asiento frente a él.— Tuve una pésima noche, no dormí nada, te juro que-

— Hola, Agoti, yo estoy muy bien, gracias por preguntar. —Interrumpió Solazar algo irritado.

— Ah... —Carraspeó.— Me alegra saberlo, Sol. ¿Cómo ha ido tu semana?

— No lo sé, todo está muy tranquilo en casa desde que te fuiste, supongo que debo acostumbrarme a eso. —Descartó algunas tareas de la lista.— ¿Cómo va tu vida de adulto independiente?

— Ehh...

Haciendo memoria, el joven podía reconocer que su día a día desde que se independizó había sido un carrusel repleto de experiencias, aunque no hacía la gran cosa viviendo solo, tal vez ver series, películas, salir con sus amigos, follar, tratar de preparar comida, escribir algunos versos, hacer stream, follar otra vez... Damn, no variaba mucho, tenía que encontrar nuevos pasatiempos.

— Bien. —Respondió al fin.— Conocí a un vecino de mi piso.

— ¿Y es agradable contigo?

— Supongo. —Sostuvo la carta del menú.— Aunque me siento un poco incómodo a su lado, siento que me mira raro.

— ¿En qué sentido?

— No sabría decirlo. —Cambió de lado en el menú.— Me sonríe demasiado, es muy amable, incluso ayer me dio pastel, creo que es 2 años mayor que yo, no tengo idea.

— Tal vez le agradas, no seas antipático con él, dale la oportunidad de que te conozca.

— A Tabi no le gustará eso. —Habló por inercia, negando totalmente la posibilidad de conocerlo.

— ¿Y eso qué? —Frunció el ceño.— Ni que fuera tu dueño.

— ¿Quién?, ¿el vecino?

— No, Tabi.

— ¡¿Ah?! —Bajó el menú, mirando a su padre totalmente descolocado.— ¿Qué tiene que ver? ¿Yo dije algo sobre Tabi?

— ¡Si!, diablos, ¿qué te pasa?

— ¡Bah!, dormí mal, ya te dije, ¿ves cómo no me prestas atención? —Se cruzó de brazos desviando su mirada con algo de molestia, si no sabía cómo arreglar sus problemas se haría el ofendido.— Ya se me fue el apetito, dime cuáles son los planes para esta semana, así vuelvo a casa a dormir bien.

La mirada del hombre fuego seguía completamente fija sobre el más joven, era como si tratara de adivinar que era lo que escondía y en parte eso le ponía muy nervioso. Agoti solía delatarse solo en este tipo de casos con su parloteo, pero ahora ni siquiera le miraba a los ojos cuando hablaba, algo estaba pasando, ¿de dónde surgió esta rebeldía? Quería saber, pero tampoco quería entrometerse en su vida personal, ya vivía solo, él sabía perfectamente las cosas que hacía, no podía sobreprotegerlo por siempre.

Bajando su vista nuevamente a su teléfono, dejó que su hijo observara la alargada lista que tenían para la semana, en esta oportunidad no estaba tan extensa como antes de que llegara, había descartado muchas cosas por su cuenta, ya que sabía que no serían del agrado de Agoti. Era mejor ahorrarse los berrinches de este caprichoso chico, podía amar la música y crearla, pero era un completo holgazán.

Hᴏᴏᴋᴇʀ  -[Tagoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora