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Saliendo de realizar las compras, Whitty notó cómo su teléfono vibraba en su bolsillo, sin dudarlo demasiado, sostuvo las bolsas en una de sus manos mientras que la otra sacaba el aparato de dicho bolsillo trasero, sonriendo un poco al ver que se trataba de una nueva publicación de Agoti, aunque la verdad, el contenido que publicó no le agradó para nada, ya que era una foto con sus amigos, donde obvio, estaba ese maldito chico calavera. Detestaba admitirlo, pero ese petiso estaba ganándole la batalla, tal vez no se estaba esforzando lo suficiente, pero ¿qué podía hacer para conquistar a Agoti? Era más difícil de lo que imaginó, su autoridad como ex estrella de rock no estaba ayudándole, ¿qué tenía ese ruso que él no tuviera ya? Él podía darle cosas, regalos, comida, fama, incluso más reconocimiento, pero el digidevil se esmeraba en aferrarse a ese perdedor.

Como detestaba a los rusos.

— Buenas noches, Whitmore.

Su cuerpo se heló de pronto, aquel nombre, nadie le llamaba así, solo podía tratarse de...

— Gabriel. —Respondió, guardando su teléfono antes de voltear a verle.

Ver un arma apuntando a su cabeza le hizo tragar saliva, y aunque ese cazador de anomalías era mucho más bajo que él reconocía su agilidad como peleador y cazador, no podía tomárselo a la ligera, pero... seguía sin comprender cómo es que siempre le encontraba, ¿cómo podía perderle el rastro?, no podía durar más de unos meses viviendo en un lugar cuando ya tenía que mudarse a otro.

— Deja las bolsas abajo, Whitmore. Tú vienes conmigo.

— Lo siento, pero tengo bocas que alimentar, no puedo dejar la comida tirada aquí.

— Cierto, tú y el experimento 317 deben venir conmigo.

Tensando la mandíbula, Whitty trató de pensar en alguna forma de escapar, pero su mente solo podía reflejar el miedo que comenzaba a sentir, no podía dejar que lo atrapen, y mucho menos a... su pequeño amigo.

— Es solo un niño, ¿por qué no nos dejan en paz? ¡No hemos hecho nada malo!

— ¿Nada malo? ¿Explotar el restaurante central no es malo?, ¿volar las oficinas de la estación nacional no es malo?, ¿atacar a policías no es malo? Claro, tú nunca haces nada malo, los de tu tipo son una amenaza, pero no te preocupes, te aseguro que su desactivación no será dolorosa. —Quitó el seguro del arma.— Solo debes-

Tirándole las bolsas de la compra en la cara, Whitty giró rápidamente para correr al callejón más cercano, pero no fue lo suficientemente rápido, ya que un estruendo a sus espaldas acompañó un agonizante dolor en su costado izquierdo arriba de su cadera, notando como aquella zona se calentaba por su propia sangre, y como al instante se enfriaba por el fresco ambiente.

Maldijo, pero no se detuvo. Apretó aquella zona con una de sus manos, y adentrándose en el callejón se apresuró a tratar de perderle en la oscuridad del mismo, pero el rastro de su sangre dejaba un evidente camino, y sus brillantes ojos anaranjados no le acompañaban en el plan de huida. Saltando el muro que le frenaba al fondo del callejón, un nuevo disparo se hizo oír, pero para su suerte esta vez no le dio. Cayendo de espaldas sobre el suelo al otro lado del muro, se detuvo un momento para jadear, sentía su cuerpo vibrando por el peligro, y quemando por dentro ante la adrenalina. Se obligó a ponerse de pie, pero su pierna izquierda no quería acompañarle, el dolor por ese lado de su cuerpo era devastador, incluso para alguien tan grande como el.

Salió del callejón, perdido por el pánico, trató de reconocer aquella parte de la ciudad, ¿en que momento se había alejado tanto de su hogar? Joder, necesitaba un refugio ahora.

Movilizándose, maldijo el hecho de que no hubiera nadie en la calle como para ayudarle, al contrario de eso, el vacío que estaba por aquella amplía calle daba acceso a su enemigo de dar más rápido con el.

Hᴏᴏᴋᴇʀ  -[Tagoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora