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El movimiento del pie del demonio manifestó su ansiedad al golpetear la superficie bajo sus zapatos repetidas veces. Su mirada atravesaba el cristal de la ventana a su lado, viendo todo pasar tan rápido, reconociendo poco a poco algunos sitios que le daban los indicios suficientes de que estaban por llegar a casa de su padre.

Sus dedos jugueteaban de forma inquieta, ya que no podía predecir cuál sería la reacción que Solazar. Ya había un bebé en la familia, traer 3 más parecía excesivo, esto definitivamente marcaría su carrera, y no solo eso, sino también su vida personal e íntima. Le aterraba cómo pudiera desenvolverse a partir del día de nacimiento de estos críos, pero si algo estaba claro era que no abortaría. Era incapaz de hacerlo.

— Relájate, Agoti. —Dijo Tabi a su lado, quitando una mano del volante para apoyarla sobre el muslo ajeno, apretando sutilmente para llamar su atención.— Tu familia lo recibirá bien.

— ¿Y si no es así?, ¿y si me desheredan? O peor aún, ¿y si me exilian de la familia? ¿Qué apellido le daría a mis hijos?

— El mío. —Le miró de reojo unos segundos, devolviendo la vista al frente poco después.— Agoti Homskiy no suena tan mal.

— Pero tendríamos que casarnos para eso, ¿o no?

— Yo no tengo problema con casarme contigo. Cuando quieras~

— No empieces. —Suspiró. Bajando su mirada para ver aquella mano ajena que se mantenía aferrada en su muslo. En parte le prendía un poco, pero no era el momento adecuado.— No entiendo porque sigues conmigo, además de traerte tanta presión perdiste tu trabajo por ir conmigo a la gira que ni siquiera se llevó a cabo completamente.

— No digas eso, estoy contigo porque te amo. Además... Los trabajos van y vienen, tengo bastante dinero acumulado, y con lo que ganas tú también estamos bien, solo hay que ahorrar.

— Son 3 bebés, ¿crees que nos alcanzará el dinero para eso?

— Agoti, literalmente eres millonario. Ganas montones de dinero diariamente con solo la venta de tus productos, ¿aún así crees que nos faltará dinero?

— No lo sé, solo me pone ansioso que no tengas trabajo por mi culpa. Además... Lo del video...

— No es tu culpa. Era un buen lugar, había buenas ganancias, buenos amigos y todo eso, pero a mí lo que más me importa eres tú. Buscaré un nuevo trabajo y ya está, ¿quién sabe? Quizá me postule a algún trabajo musical como siempre quise. Tomé clases online por las noches, con eso y lo que ya sabía tengo experiencia suficiente.

— ¿Hablas enserio? —Su rostro mostró un poco de emoción. Era un logro gigantesco para su novio hacerle cambiar así de ánimo, con las hormonas era complicado quitarle el pesimismo de encima.

— Si, así que tendrás un colega. Hay una empresa interesada en productos de mi creación. Se contactaron conmigo luego de que se publicó nuestra vida íntima.

— Que vergüenza, habían instancias extra para que se acerquen, ¿por qué lo hicieron luego de ESO? —Hizo una pausa, sonriendo poco después ante la idea de que su pareja finalmente obtenga el empleo de sus sueños.— Bueno... Mientras no te vuelvas mi competencia no me quejo. —Carcajeó.

— Ja, no lo sabemos. —Subió su mano para apretarle a mejilla de forma juguetona.— Que lindo te ves riendo, hazlo más seguido.

— Ay ya... —Le apartó la mano sintiendo el calor subirse a su rostro.— Que vergüenza, no digas eso.

El ruso rió. Ahora se sentía mucho más tranquilo, había desarrollado una habilidad impresionante para estabilizar las emociones de su pareja, era un gran logro considerando su desorden hormonal por el embarazo. Apenas estaba en los primeros meses, pero tenía el tiempo suficiente como para hacer un cambio significativo. Lo que podía destacar de todo eso era lo llorón y cachondo que se había vuelto. Si antes ya lo era, ahora estaba 5 veces peor. No le desagradaba, pero le dejaría seco si seguían así.

Hᴏᴏᴋᴇʀ  -[Tagoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora