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Finalizando un largo día laboral, Agoti por fin pudo darse el lujo de dejarse caer en su cama, o bueno, la cama de invitados. Había pedido una nueva cama por internet, pero la fecha de envío sería tardada, así que mientras tanto debía adaptarse a lo que se le presente. Lo único que deseaba era que Solazar en alguna de sus visitas no se fijara en la hendidura de la cama en su cuarto, hasta el momento no se había percatado, y eso que había venido 3 veces durante la última semana, iba ganando tiempo... o al menos eso quería creer.

Se le antojaba algo de... Acción, pero al ver la hora y fecha en su teléfono solo pudo suspirar, Tabi se encontraba trabajando duro aquellos días, no se habían podido reunir durante todo lo que llevaban de semana, y ni siquiera para una sex call estaba disponible, al menos no hasta mañana por la noche, pero su cuerpo pedía algo de atención ahora, lo necesitaba, era como si estuviera en celo, pero él no podía vivir eso, ¿o si?, ¿era normal estar así de necesitado?

Sintiendo su teléfono vibrar en su mano, solamente lo alzó para ver el mensaje en su pantalla, era Whitty. Le daba vergüenza admitirlo, pero había tratado de evitar hablar con él los últimos días, en especial por lo que sucedió la última vez que se vieron, ¿enserio había tratado de coquetearle?

—Whitty—

-¿Estás despierto?

Sí.-
¿Pasó algo?-

-¿Has pensado en lo que te dije el otro día?

No mucho.-

-Yo sí.
-No he podido dejar de pensar en ti.
-En lo lindo que eres.
-Y en lo fácil que sería manejarte.

Sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo por completo en cuestión de segundos, miró en una dirección aleatoria de la habitación que ocupaba actualmente, tomándose un momento para darse una bofetada a él mismo para reaccionar, sí, no estaba soñando. Su rostro era fuego puro ahora, ¿cómo es que había chicos tan desvergonzados como Whitty?, ¿por qué se le lanzaba de esa manera? Que indebido, pero de cierta forma igual le gustaba un poco que lo hiciera.

—Whitty—

¿Si?-
¿Cómo sabes que sería tan fácil?-
No me conoces en ese aspecto.-

-Precioso, ¿crees que podrías resistirte a mi?
-Sí gustas te puedo ir a dar una demostración.
-Justo ahora.

No te atreverías.-

- ¿Ah, no?
-Dame tu dirección.
-Yo llevo los condones.

Wow, cuando le advirtieron sobre las conversaciones de medianoche no imaginó que podrían terminar así, jamás había tenido una conversación para programar una reunión sexual así de rápido, ¿sería buena idea? Solo sería una vez, además usarían condón, ¿qué podía pasar? Además, dudaba mucho que fuera a ocurrir algo realmente entre ellos, tal vez solo jugaba.

Enviándole su dirección, una sonrisa burlona se manifestó en su rostro, su mensaje no fue respondido, así que asumió que el tema quedaría ahí. Ja, lo sabía. No tenía las pelotas para venir.

Dejando su teléfono a un lado, se levantó de la cama para ir a tomar una ducha rápida, quería quitarse el sudor del día antes de instalarse frente a la pantalla de su monitor a jugar algún videojuego, la noche era joven, no la iba a desperdiciar solamente pensando en sexo. Al terminar de asearse, se secó lo más rápido que pudo, y tras ponerse su pijama fue hasta su habitación de juegos, encendiendo su computadora para luego ir a la cocina a buscar alguna fritura que comer mientras jugaba.

Al volver a su cuarto, apenas tocó el asiento el teléfono fijo de su departamento se hizo oír.
Quitándose un audífono de su oído, esperó a oírlo nuevamente para confirmar, ¿visitas a esa hora?

Hᴏᴏᴋᴇʀ  -[Tagoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora