Hᴏᴏᴋᴇʀ -[Tagoti]

13

Incorporándose en la cama por un momento, Tabi se sintió un poco aturdido por la luz de su alrededor, no tenía su teléfono a mano, pero podía intuir que ya era cerca de mediodía, ya que ni las persianas podían cubrir completamente el hermoso clima soleado de afuera.

Acomodándose sobre su costado nuevamente, se apegó desde atrás a su amigo, quien inconscientemente arqueó su espalda un poco chocando su trasero contra su entrepierna, o al menos lo rozó lo suficiente como para hacerle sobresaltar. Era impresionante lo condicionado que estaba este chico con eso, ¿sería correcto si...?

Empezó dándole besos detrás de su cuello, notando cómo el muchacho se encogía de hombros un poco ante las cosquillas que podía producir su aliento en su nuca, riendo de forma boba al estar medio dormido, no pudo evitar sentirse enternecido por su actuar.

— Agoti. —Susurró junto al oído del muchacho.

— ¿Mmh? —Emitió somnoliento.

— Despierta. —Deslizó su palma sobre su cintura.

— Mmhh, no, es muy temprano. —Escondió su cabeza bajo la almohada.— Déjame dormir 5 minutitos más al menos.

Poniendo sus ojos en blanco por un momento, Tabi alzó las sabanas un poco, mirando como la cola de su amigo se envolvía en su cintura impidiendo que se aparte demasiado, que lindo.

Abrazándole nuevamente, el ruso cerró sus ojos, dejando que sus manos recorrieran la anatomía de su amigo, quien medio dormido aún se manifestaba delicado por su manoseo. Metiendo sus manos bajo su playera, apretó sutilmente los pezones del muchacho, quien simplemente presionó aún más su almohada contra su cabeza como respuesta.

— Noo, Tabi. Es muy temprano. —Se quejó.

— Ya es tarde, despierta.

Ante la ausencia de una respuesta, Tabi simplemente continuó, levantando una de las piernas de su amigo para acomodarse mejor y así continuar arrimándose contra su retaguardia, notando como en esta oportunidad una de las manos del muchacho sostenían su cadera, aunque no parecía empujarle para que pare, al contrario.
Tomando aquella mano con delicadeza, entrelazó sus dedos con cariño, mimándole con su pulgar en lo que su otra mano volvía a toquetear el pecho de su amigo.

Quejándose en voz baja, el digidevil se resignó a voltearse en dirección de su amigo, abrazándolo de los hombros para así atraerle a su cuerpo consiguiendo esconder su rostro en su cuello mientras que el extranjero se sobreponía sobre su cuerpo.

Rodeando la cintura de su amante con sus piernas, un nuevo arrimón consiguió hacerle jadear, había ropa de por medio, pero aún así podía sentir el bulto de su amigo debajo de su bóxer, era muy evidente.

— Tengo sueñito. —Habló con un tono infantil, aunque sabía que eso no detendría al ruso.

— Seré gentil, solo será un mañanero. —Afirmó apretando la parte trasera de sus muslos.

Haciendo al pasivo subir sus piernas, dedicó a sus manos en aquella labor de bajarle el pantalón de pijama, dejando fíname al descubierto el culo que había penetrado un sinfín de veces.

— Trátame con amor, ando delicadito. —Pidió sonriendo un poco.

— Claro, como siempre.

Bajándose el bóxer, el ruso comenzó a frotar su entrepierna sobre la entrada del chiquillo bajo su cuerpo, quien obedientemente mantenía sus piernas en alto y alrededor de su cintura para él. Deslizando su pene semierecto entre sus nalgas, el mayor aprovechó de besar los labios del aún somnoliento chico bajo él, siendo correspondido al instante, permitió que sus manos recorrieran la piel del pasivo, haciéndole subir su camiseta para así dejar su pecho al descubierto.