Abriendo la puerta de su hogar, Aldryx la azotó en cuando entró al pasillo. Su cabello estaba húmedo por haber tomado una ducha en casa ajena, y la ropa que traía ni siquiera era suya, sino la del tipo con quien se acostó, y aunque le daba vergüenza admitirlo, seguía sin saber cómo se llamaba.
Caminando por el pasillo principal, se encaminó a las escaleras, pero oír la televisión en la sala le llamó bastante la atención, se supone que Oliver comía a aquella hora, no era hora de ver caricaturas, y su padre lo sabía bien. Asomándose en la sala de estar, su expresión permaneció neutral, aún cuando en lugar de encontrarse con su padre dio con un invitado inesperado en el sofá.
— Diablos, amigo. —Habló el ruso.— Te ves del asco. —Dijo al ver el estado de Aldryx.
— Calla, maldito consolador con patas. —Le dio la espalda.
— ¿Disculpa?
— Espera. —Se frenó, volviendo a la sala.— ¿Por qué estás tú aquí? ¿Dónde está Sol? Se supone que cuidaría a Oli mientras yo trabajaba, ¿dónde está el niño?
— Ah, eso. —Volvió a ver la TV.— Solazar llamó a Agoti temprano esta mañana, le pidió si podía venir a encargarse de Oli, ya que él tuvo que salir por un asunto importante. Tu hijo está arriba con Agoti, se supone que lo hizo dormir.
Arrugando el entrecejo, Aldryx no quedó muy tranquilo con aquella noticia, sin dudarlo, se apresuró a ir escaleras arriba para entrar en la habitación que compartía con su hijo, encontrándose con un ambiente tranquilo, donde el bebé descansaba plácidamente en su cuna y Agoti le miraba con ternura. Tabi llegó detrás del digidevil de piel rojiza, viendo por encima del hombro del recién llegado la tierna escena de su chico amado, no pudo evitar sentir el pecho cálido, era una imagen muy linda para él, pero inalcanzable por muchos motivos.
El menor de los hermanos no tardó en alzar su mirada, sonriéndoles con algo de vergüenza al ser atrapado en un momento de reflexión.— Ah, hola. —Les hizo un gesto de que guarden silencio y se alejó de la cuna.— Oli está durmiendo, no hagan ruido.
— ... Gracias por cuidarlo. —Dijo Al dándole palmadas en el hombro a Agoti.
— No hay de que, son 10mil dólares. —Bromeó.
— Vete de mi cuarto.
— Jaja, solo bromeo. —Fue arreado fuera del cuarto, chocando con el ruso quien apenas reaccionaba a lo que ocurría.
Aldryx cerró la puerta, impidiendo el paso de cualquiera de los dos a su habitación, aunque Tabi no tenía mucho interés en ingresar ahí.
— Que gruñón. —Dijo Agoti cruzándose de brazos.
— ¿Notaste que tenía chupetones en el cuello?
— ¿Mh? No, ¿enserio tenía?
— No estoy seguro, igual pude haber visto mal. —Alzó sus hombros con desinterés.
— Quizá sólo son moretones. Ese se pelea con todos por todo. —Le dio un golpecito amistoso en el hombro a su amigo.— Iré por mi teléfono y nos vamos.
— Okey.
Siguiéndole por la casa, ambos chicos ingresaron en la habitación del padre de la familia, Solazar, quien se encontraba ausente desde hace unas horas, pero Agoti tenía permiso de entrar y salir como quisiera, o eso decía el.
— Que grande. —Dijo Tabi algo fascinado por el tamaño de la habitación.
— Sí. —Desconectó su teléfono y dejó el cargador de su padre sobre su mesa de noche.— Un hombre grande merece un cuarto grande, ¿no?
ESTÁS LEYENDO
Hᴏᴏᴋᴇʀ -[Tagoti]
Fanfic¿Sabes qué es lo bueno de llegar a tu edad legal? ¡Que puedes hacer todo lo que te plazca sin miedo a recibir castigos o regaños de tus figuras paternas! De adolescente siempre soñé con tener diversas experiencias de adulto, viajar por el mundo, sal...