⧼ INOCENCIA SANGRANTE ⧽⸻ capítulo cuarenta: el después ⸻
𓆩 * 𓆪
ESPERÓ A QUE se le pasase rápido. Un mareo del que librarse como máximo. Pero para su sorpresa, las emociones se quedaron allí.
Durante un momento, Dione estaba ahí, con él. Al siguiente, se encontró en una espiral de sensaciones descontroladas.
Se tambaleó por un momento, las rodillas parecieron aflojársele. Sintió los muelles de la camilla rebotar bajo su peso cuando se sentó con la cabeza directamente entre las rodillas.
¿Qué era eso...? ¿Qué era eso que le saltaba en el pecho? No era el corazón, era algo más. Un latido que no era suyo, sino del macho alado a unos metros de ella. Azriel estaba mortalmente quieto.
-Lo sabías.
Él no respondió.
"Lo siento"
Su voz resonó dentro de su cabeza como un timbre. Dione se estremeció.
"Por favor, no me odies" "No me odies" "Esto no debería haber pasado, no ahora. Dioses, dioses..."
-Los dioses no te van a ayudar, cantante de sombras. -siseó ella mortalmente, tratando de medir sus palabras-. Estás hablando en mi cabeza y no puedo sacarte. Haz el favor de decirme las cosas a la cara.
Los labios se le crisparon cuando alzó la cabeza y lo vio. Tan vulnerable, con el bebé humano todavía en brazos y una mirada de absoluto terror en los ojos. Le brillaban, cubiertos por una película de lo que ella pudo adivinar eran lágrimas.
"No me rechaces"
El pensamiento, igual que los otros, también fue involuntario. Le dio un vuelco al estómago.
-No lo hagas, por favor. -La voz de él fue lo más suave que ella hubiese escuchado-. No podría soportarlo.
-No tenías derecho.
Él parpadeó ladeando la cabeza hacia el suelo. La mirada de Dione le calaba hasta los huesos.
-¿Hace cuánto?
El pánico se abrió paso por el cuerpo del espía. En ese momento, nada serviría para ocultar sus secretos. Estaba completamente desnudo ahora que el vínculo había encajado para ambos. Pudo sentir la furia dormida emanar en oleadas de su compañera. Suya y de nadie más.
ESTÁS LEYENDO
Crescendo Inmortal║ 𝐚𝐜𝐨𝐭𝐚𝐫
FanficSiglos han pasado tras el último contacto entre humanos y fae después de la gran guerra y el mundo se divide en tres partes. El sur pertenece a los humanos, con sus castillos y sus frágiles poblados. Al oeste dormita Hybern, un sitio de leyendas qu...