No sé qué horas son al momento de despertarme, pero calculo que es muy tarde ya que la luz del sol está a todo lo que da y lo tengo de frente, lo cual me obligó a levantarme.
Fue una noche... interesante, bastante de hecho. Ojalá se repita pronto.
Lo hará pero... ¿quién sabe que llegue a pasar?
Tomé mi teléfono y vi que eran las doce. Para alguien que acostumbra a levantarse a las diez de la mañana, es muy tarde, pero como nadie ha venido a despertarme supongo que no importa. Antes de bajar a desayunar decidí quedarme a ver el celular, al entrar a revisar mis mensajes vi que después de tanto tiempo tenía varios de parte de Brenda.
«HOLAA, al fin me devolvieron el celular.
Fue por lo de la fiesta, pero ¿cómo estás?».Bueno, vaya, eso es... inesperado, tuve suerte de que mis padres solamente me prohibieran dejar de salir por un mes. Y eso que siempre había pensado que mis padres eran más estrictos que los de ella. Le respondí que estoy bien y le pregunté que qué ha hecho, para luego dejar el celular en la mesita de noche a lado de mi cama y bajar a desayunar.
Como me esperé, ya no había nadie comiendo. Estaban mis padres viendo la televisión y Alicia jugaba con sus juguetes en el suelo. Vi algunos platos y vasos sucios en el fregadero, lo que confirmaba mis sospechas: ya desayunaron. No importa, me haré un sándwich rápido.
—¿A qué horas te dormiste ayer? — preguntó mi mamá desde el sillón.
—Temprano — mentí. —, pero he estado buscando opciones de donde puedo trabajar, creo que es eso.
Ahora que lo pienso, es algo que debería ir haciendo... no, mejor en otro momento. No tengo ganas.
Me senté con mis padres a acompañarlos a ver lo que están viendo. Un show de cocina, que mi padre no deja de criticar y provoca una discusión campal con mi madre, en la que incluso Alicia intervino para defender su punto, reí un poco. A veces siento que todo vuelve a ser igual que antes.
Terminé mi desayuno y volví a subir, no quiero hacer nada hoy. Aunque no es como que haga gran cosa en mi día a día.
Después de intercambiar un par de mensajes con mi amiga, me llamó. Respondí con un deslizamiento de mi dedo en la pantalla, y pronto escuché su voz por medio de los altavoces del celular.
—Hola, chiquilla.
—Deja los apodos, como si fuera una niña. — puse los ojos en blanco. — Dime ya, ¿cuál fue el castigo, además de quitarte el teléfono?
—Solamente eso, y que como a ti no me dejaron salir por un mes. Supongo hubiera sido peor si se hubieran enterado de que Mateo nos trajo.
—Adivino, ¿casi se muere sin ti? — pregunté burlona.
—Tenía más de veinte mensajes de parte suya, así que sí.
—Te lo tomas muy a la ligera, ya quisiera a alguien que me busque así de tanto.
—Sí, claro, creémosle dependencia emocional y traumas a un chico inocente.
Seguimos conversando un rato más hasta que fue prácticamente obligada a colgar. Esa mujer controladora que se hace llamar su madre... no me importó mucho en el momento en que la rosa entró en mi campo de visión y el ojirubí apareció en mi cabeza.
Realmente no estaba de humor para ponerme a sobre pensar lo que sentía por él, era complicado. Pero... ¿realmente lo era? ¿O solamente yo lo exageraba?
Solo sé que me atrae, pero eso de gustar o amor... son palabras fuertes para mí. No quiero volver a usarlas en vano como antes.
Me decidí por bajar a la planta baja y rellenar de agua un jarrón viejo que antes teníamos en medio de la mesa en la que comíamos, pero como siempre estaba vacío ya estaba agarrando polvo. Subí de nueva cuenta a mi habitación.
Observé el resultado final de mi trabajo; la flor que Leo me dio puesta en un jarrón lleno de agua, le había hecho un espacio en mi escritorio para tenerla cerca. Solo esperaba que no se marchitara pronto, o que alguien entrara y preguntara quien me la dio. Sería un show de circo en el que yo sería el payaso en la cuerda floja, tratando de no caer.
El jarrón estaba prácticamente vacío pero para mí estaba lleno, esa simple rosa me era suficiente. Era... hermosa.
Tal vez y sí me gustaba.
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✓ DON'T BLAME ME, leo san juan.
Fanfiction༉ ︵͡ ⁺ 💭 .𖥔 ݁ ˖ 𝖉𝖔𝖓'𝖙 𝖇𝖑𝖆𝖒𝖊 𝖒𝖊 ✦ ،، necesitaba dinero. necesitaba mantener a su familia, a pesar de que ella, la hija mayor de aquel matrimonio, no fuera la más apta para proveerles alimento. desesperada, toma una decisión que...