Confesión

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Recomendación: Luna- Zoé

Pov: Im Nayeon.

Me quedé en un completo silencio con el corazón bombeando violentamente en el interior de mi pecho, ¿Qué?, fue todo lo que mi cabeza habia sido capaz de formular mientras que mis ojos veían con genuina ansiedad la forma en que ella había comenzado nuevamente a caminar hacia la dirección de donde yo me estaba encontrando; era evidente que ella simplemente quería acortar lo más pronto posible la distancia que habia entre su cuerpo y el mío, ¿Qué?, como era de esperarse la pregunta nuevamente se formuló en el interior de mi cabeza sintiéndome completamente incapaz de poder dar una explicación a lo que claramente estaba siendo testigo, ¿Tu...?, me mantuve en mi sitio con la mirada enfocada en la forma en que ella se habia llevado los dedos directamente contra su cabeza tirando de la gruesa capucha para revelar aquella brillante caballera rubia que durante tanto tiempo, durante tantas noches se habia apoderado de mis pensamientos. No podía moverme, no podía siquiera parpadear porque tenía miedo, miedo de que en el momento en que lo hiciese no volviese a verla. Mi garganta no tardó en cerrarse mientras que el ardor en mi mirada simplemente empeoraba con el pasar de los segundos; fue cuestión de tiempo para que la primera lagrima terminase resbalando mientras que la siguiente no dudaba en seguirle el paso humedeciendo lentamente mi piel. Mis ojos comenzaban a doler, pero me negaba a parpadear, aun cuando la vista ya estaba completamente nublada, no quería dejar de mirarla, no quería que volviese a desaparecer.

Ella estaba de regreso. Ella no habia muerto.

Antes de siquiera poder evitar la rabia, esta rápidamente decidió instalarse en el interior de mi cuerpo subiendo lentamente, de forma burbujeante en dirección de mi cabeza; estaba ardiendo de la rabia, furiosa de que se hubiese atrevido a sacrificarse, peor aún, que se hubiese sacrificado por mí, sin siquiera cuestionarse si eso era lo que yo realmente quería, ¿Qué derecho tenías de hacerme eso?, me pregunte al mismo tiempo en que mi ceño comenzaba a fruncirse en señal de irritación. Por mero instinto apreté mis dientes en un vano intento de poder contener mis emociones sintiendo como las lágrimas simplemente continuaban con su recorrido empapando por completo mi caliente piel.

En el momento en que Mina se detuvo frente a mí, yo no fui capaz de controlarme más.

—Princesa...—me llamó con esa suavidad utilizada en su maldita voz, la cual fácilmente logró erizar mi piel mientras que veía aquellas joyas rojizas como lentamente comenzaban a llenarse de preocupación ante las lágrimas que resbalaban sin ningún tipo de piedad a través de mi tersa piel.

Aun cuando estaba escuchando su voz, aun cuando estaba viendo la claridad en sus ojos, aun cuando podía sentir el tenue olor a flores desprendiendo cálidamente de su cuerpo, no podía evitar estar molesta.

Había perdido por completo mis emociones.

La verdad es que no le di tiempo de poder reaccionar cuando mi puño ya habia ido directamente contra su mejilla logrando que el sonido propio de nuestras pieles chocando entre si llenase el silencio en la habitación; ni siquiera habia usado la palma abierta, me había enfurecido tanto verla entrar con esa tranquilidad que perdí por completo todo raciocinio. Agitada me quedé en mi sitio observando la manera en que ella había ligeramente tambaleado ante el repentino ataque recibido, era evidente que no se lo había esperado, en silencio se llevó una de sus manos directamente contra sus facciones presionando sus yemas sobre la zona afectada aun cuando ni siquiera habia usado fuerza para atacarla, porque en el fondo, lo que menos quería era lastimarla.

Mina no dijo nada, ella simplemente se mantuvo en su sitio con su mirada fija en mi sonrojado rostro tratando de entender el por qué habia hecho eso.

—¿Tienes... aunque sea... una idea... de como yo me sentí? —pregunté tomando aire de manera errática con mi mirada completamente enfocada en el suelo, siendo consciente que volvería a golpearla si llegaba a ver la lastima brillando de sus preciosos ojos—... ¿Por qué lo hiciste? —traté de entender la razón que la llevó a sacrificarse—¿Por qué me salvaste? —seguí preguntando mientras que las lágrimas violentamente continuaban con su recorrido.

The Return Of The Villain [II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora