Recomendación: Halsey - castle
Pov: Im Nayeon.
El tiempo transcurrió mucho más rápido de lo que había tenido previsto en primer lugar, para mi grata sorpresa ya solo faltaban un par de horas para obtener mi tan anhelado deseo de venganza, pero aun faltaba que Mina hiciese acto de presencia para sentirme completamente satisfecha, ¿Dónde carajos te metiste?, me cuestioné mientras que hacia mi mejor esfuerzo por mantener mi rostro con una expresa neutra; por nada del mundo debía permitir que la gente del Rey pudiese notar lo que yo realmente estaba pensando.
Por si se lo estaban preguntando, en estos momento me encontraba sentada en el interior de mi espaciosa y fría habitación observando mi reflejo a través del gran espejo. Detrás de mi estaban las sirvientes y espías del Rey quienes se dedicaron por bastantes horas en arreglar cada centímetro de mi cuerpo, desde mi largo cabello hasta que tipo de zapato estaba utilizando; se habían preocupada de cada detalle, por muy estúpido e insignificante que fuese, pero así era la realeza, tan extravagante como siempre. Regresando a lo que era importante, Hyeon y el resto de mis caballeros se mantuvieron en todo momento en un completo silencio y esparcidos en el interior del cuarto, todos y cada uno de ellos con su mirada fija en mi cuerpo, como si estuviesen buscando cualquier signo de daño que este pudiese llegar a recibir a manos de las dos mujeres. Francamente, para mi parecer era una preocupación inútil, ya que sabía a la perfección que clase de hombre era el Rey Im.
A pesar de que el Rey había estado actuando con aprecio hacia mi persona, todos en el interior del palacio eran más que consciente de que él seguía odiándome igual o peor desde la primera vez que supo de mi existencia, esa situación simplemente era innegable, yo le repudiaba lo suficiente como para ser incapaz de ocultarlo, y estaba bien, no es como si estuviese buscando el amor de padre. Lo único que quería de él, era su maldita cabeza, quería cortarle el cuello con mis propias manos y disfrutar ese maldito momento, porque me lo merecía después todo del daño que causó en mi vida, merecía morir de esa forma. Decidí mantenerme en un completo silencio escondiendo en lo más profundo de mi alma mis deseos más retorcido mientras que esperaba con cierta paciencia a que las mujeres terminaran de una buena vez su trabajo. Él no va a lastimarme frente a tantas personas... mantuve mis pensamientos perdidos en lo que el Rey podría o no hacer en mi momento de coronación: ese hombre cruel y metódico no haría nada estúpido frente a tanta gente, era lo suficientemente egoísta y narcisista como para permitir que alguien más se llevase el crédito de sus acciones, así que estaba completamente segura de que por lo menos hoy, mi cabeza estaría pegada a mi cuello, y con eso me era suficiente.
De toda formas... yo seré quién arruiné esta coronación... por fin podré superar este maldito trauma, pensé mientras que podía sentir como las sirvientas no tardaban en enfocarse en mi rostro comenzando a maquillarme, tratando de cubrir cualquier imperfección que mi rostro pudiese llegar a tener. La verdad es que aun cuando llevaba bastante tiempo viviendo esta falsa vida, seguía sin poder acostumbrarme a todo lo que conllevaba el cargar con el título de princesa heredera, francamente, si no fuese porque tenía el apoyo de mis caballeros y el del propio Duque, posiblemente hubiese tirado la toalla hace bastante tiempo ya.
Rápidamente las mujeres se alejaron de mí al terminar con su trabajo, ya era hora... creí que terminaría perdiendo el rostro ante tanto maquillaje, pensé mientras que soltaba un suave suspiro viendo atentamente como ellas hacían una suave reverencia en señal de querer marcharse.
—Pueden retirarse—ordené manteniendo mis ojos fijos en el reflejo del espejo.
Me mantuve en un completo silencio dándole nuevamente un vistazo a mi anatomía notando como el maquillaje era acorde al largo vestido blanco que envolvía mi delgada figura al punto en que era difícil el simple hecho de respirar con normalidad.
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The Return Of The Villain [II]
FanfictionLuego de que Mina hubiese sido considerada oficialmente fallecida, el Duque apoyó completamente a la princesa Nayeon en espera de poder conseguir su tan anhelada venganza, sin saber que su hija se encontraba al otro lado del reino haciendo todo lo p...