Recomendación: The Night We Met – Lord Huron
Pov: Im Nayeon.
A base de patéticos tropezones me fui alejando de la zona donde se encontraba Mina sintiendo rápidamente como la ansiedad, de forma cruel comenzaba a golpear insistentemente en el interior de mi cabeza.
Me las arreglé para esconderme en la parte trasera de una de las tantas tiendas de campañas que estaban montadas alrededor de la nada misma, de forma instintiva me arrodillé dejando caer mi trasero sobre el corto césped ya seco que envolvía toda la zona. Con los labios sellados y el calor envuelto en mi cabeza rápidamente pude sentir como nuevamente las lágrimas comenzaban a deslizarse sobre mis sonrojadas mejillas, patética... no llores más... llorar no solucionará el problema y trataba de hacerme entender que lo hecho, hecho estaba en un desesperado intento por conseguir que mis pensamientos se mantuvieron calmados, pero las cosas no estaban saliendo de la manera en que yo quería, en realidad, no hacían más que empeorar, así que simplemente me llevé mis manos contra mi boca tratando de detener las repentinas nauseas que bruscamente comenzaron a invadir mi sistema, ¿Por qué decidió confesarlo?, me cuestioné sintiendo mi caliente aliento golpeando una y otra vez sobre mis desnudas palmas, ¿Por qué ahora?, no lo podía entender, no podía comprender el por qué decidió confesarse, ¿Por qué esperó que la amara para decírmelo? ¿Por qué simplemente no lo omitió?, rápidamente me llevé mis rodillas contra mi pecho presionando mi frente contra esa dura zona en un vano intento por reconfortarme. Durante todo ese momento las lágrimas no dejaron de recorrer sobre mi piel empapando tanto mis mejillas como mi mentón, como era de esperarse fue cuestión de segundos para que comenzase a sentir el salado sabor de mis propio llanto envolviendo mis papilas gustativas, francamente, había transcurrido tanto tiempo desde la última vez que permití liberar por completo mis emociones, que sentir ese sabor se sentía ligeramente nostálgico. Para mi mala suerte las preguntas no dejaron de rebotar en el interior de mi cabeza, a pesar de que me moría de ganas de poder entender la razón que la llevó a confesar la existencia de ese monstruo, sentía tanta rabia y decepción que estas emociones eran lo suficientemente fuerte para impedir el volver a la tienda donde probablemente ella seguía esperándome, quizás queriendo oír lo que yo tenía por decir.
Tomé la decisión de continuar con mi trasero adherido contra el suelo tras comprender que no sería muy inteligente de mi parte el ir tras de Mina para exigir explicaciones, menos en el estado en el que me encontraba. La verdad, es que no sé cuanto tiempo pasé en aquella posición, pero estaba completamente segura de que por lo menos un par de horas debía llevar ante el repentino dolor que envolvió a mis articulaciones posiblemente causado por la mala posición. Sintiendo la nariz como los ojos irritado por culpa de mi llanto, decidí erguir mi cabeza para permitir que mi espalda pudiese tocar con mayor comodidad una de las paredes propias de la oscura tienda, me mantuve con los labios sellados sintiendo la cara caliente, sabía que el dolor de cabeza tarde o temprano se instalaría en mí, así que traté de prepararme para ese inminente momento.
Con mayor tranquilidad me quedé observando el cielo notando lo estrellado que estaba esa noche, así que jamás se fue, pensé mientras que continuaba admirando el bello paisaje que danzaba sobre mi cabeza, ¿Qué más me ha ocultado?, me cuestioné aun cuando era consciente de que solo me estaba torturando con esas preguntas sin respuestas.
Rápidamente pude escuchar el suave caminar de alguien aproximándose hacia la zona donde yo me encontraba, por un segundo realmente creí que podría tratarse de Mina, pero tras agudizar mis oídos no tardé en identificar al responsable.
—Emperatriz.
Aun cuando escuché la voz de Felix llamándome, ni siquiera me molesté en tratar de mirarlo: simplemente continué con mi vista en el cielo sintiendo cada fragmento de mi rostro completamente ruborizado ante mis desbordantes emociones. Al parecer él comprendió lo que realmente estaba sucediendo ya que no dudó en acortar la distancia que había entre los dos, tomando asiento aun lado de mí. Siendo más que consciente de lo que podría llegar a suceder ante su repentina falta de respeto, mi joven caballero no dudó ni por un segundo en llevar sus rodillas contra su pecho dejando descansar sus manos sobre sus piernas mientras que su afilado mentón se alzaba hacia la misma dirección de donde yo estaba observando.
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The Return Of The Villain [II]
FanfictionLuego de que Mina hubiese sido considerada oficialmente fallecida, el Duque apoyó completamente a la princesa Nayeon en espera de poder conseguir su tan anhelada venganza, sin saber que su hija se encontraba al otro lado del reino haciendo todo lo p...