No dejes de amarme

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Recomendación: Lana Del Rey – Without You

Pov: Myoui Mina.

La verdad es que jamás pasó por mi cabeza que las cosas llegasen hasta ese nivel. Cuando escuché a aquella desconocida mujer confesar tan libremente cada uno de los pecados que el Rey había cometido a lo largo de su tiranía llegando al punto de atreverse a ordenar la destitución de su cargo, supe de inmediato que la coronación de la princesa tarde o temprano se transformaría en un baño de sangre; debía impedir que ella saliese lastimada, así que rápidamente comencé a deslizarme a través de la alta multitud agradeciendo internamente a Chaeyoung por haberse molestado en cambiar el intenso color de mi cabello dorado por ese oscuro negro carbón que parecía no llamar mayormente la atención. Ella está en peligro, y eso era lo único en que podía pensar mientras que continuaba avanzando a través de los nobles, notando por sobre mi antifaz como el Rey se atrevía a ponerle las manos encima tras notar como no había sido capaz de someter a la mujer que hablaba sin parar, ¿Cómo te atreves? ¿Cómo osas en tocarla con esas asquerosas manos sucias?, me cuestioné sintiendo la sangre caliente. La verdad, es que estaba tan preocupada por el bienestar de Nayeon, que ni siquiera me dediqué a mirar a mi alrededor; solo la veía a ella sintiendo como mi cabeza rápidamente comenzaba a zumbar como un televisor en mal estado provocando que mis tímpanos no fuesen capaces de captar el sonido que me envolvía. Estaba asustada. Podía sentir como mi corazón trataba violentamente de salir de mi garganta mientras que llevaba mis dedos contra mi cintura dispuesta en matar al Rey antes de que este pudiese lastimar nuevamente a mi amada.

Tras llegar no supe que tipo de expresión realicé. Frente a mi estaba el Rey prácticamente recostado en el suelo con sus pies congelados adheridos a las baldosas. El miedo corría violentamente por sus ojos dorados mientras que su cuerpo no tardaba en comenzar a retorcerse sobre el frío ante el repentino hechizo que su acompañante le había brindado.

—¿Qué se siente saber que puedo matarte de todas las formas posibles y que no puedes hacer nada para impedirlo? —Nayeon le cuestionó con una aterradora suavidad mientras que se mantenía en todo momento en cuclillas frente al cuerpo de su padre.

Ella... ella no parecía estar consciente de su alrededor. ¿Qué fue lo que sucedió en mi ausencia?, me cuestioné siendo completamente consciente que aun cuando Nayeon había sido sometido a situaciones horribles, la gran mayoría por culpa de este cuerpo jamás demostró este tipo de hostilidad.

¿Qué fue lo que viviste?, y quería saberlo. Desesperadamente quería entenderla.

—Nayeon...—le llamé sin alzar realmente gran parte de mi voz, pero si lo suficiente para que por lo menos ella fuese consciente de que estaba a su lado.

A pesar de que me escuchó, ni siquiera se tomó la molestia en tratar de mirarme. Simplemente se enfocó en el Rey, como si no quisiese perderse ningún segundo de su agonía.

—Mereces retorcerte en el infierno... pero ya estas casi muerto, probablemente ni siquiera debería ser capaz de sentir tus extremidades ya que la poca sangre que debe quedar en tu cuerpo está tratando de proteger tus órganos—Nayeon me sorprendió ante la tranquilidad con la que estaba respondiendo, eso... tiene sentido, pensé manteniendo mi atención fija en lo que sucedía frente a mis ojos, sin importarme el desastre que estaba sucediendo a mi alrededor.

El silencio volvió a reinar entre las dos. Yo mantuve mi atención fija en su espalda notando como ella no despegaba su mirada del cuerpo del Rey, observando detenidamente como lentamente este estaba perdiendo la vida. Francamente, si ella no lo mataba, él no tardaría en fallecer; su vida dependía de un hilo.

The Return Of The Villain [II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora