Capitulo 5

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La nueva vida iniciaba, las nuevas mañanas, el nuevo aire.

Todo era nuevo ahora.

Las mañanas dónde cada uno despertaba en su cómoda cama para hacer lo que degustaban ahora sería reemplazada por fuertes dolores de cabeza, gracias al uno del otro.

—Agh... —Thomas rebuzno, solo llevaba una camiseta gris y sus boxers a cuadros, la luz daba directo a su cara.— Oye Tord, ¿Quieres hacerme el favor de cerrar la maldita cortina?

El noruego suspiro pesadamente, estaba echado de lado, tiro de la persiana haciendo que las cortinas se cerrasen automáticamente.

—Se dice gracias maldito inútil. —Murmuro muy bajo Tord y aún así, Tom lo había escuchado.
—¿Que mierda dijiste?
—Que me duele la espalda.

Oh vaya que si se estaban llevando como gato y perro, su habitación ahora se había unido.

Ambos aseguraron que partirian a la mitad la habitación hasta conseguir una litera con dos camas, hasta ahora Thomas había movido su cama al extremo derecho y en la contraria se hallaba la cama de Tord.

Ah, si que habían hecho los cambios, hasta tenian una cinta amarilla que marcaba el hecho de que uno del otro no debía cruzarla o era pelea asegurada.

—¡Chicooos!~ —Lo que faltó esa mañana fue que Matt entrara tan feliz como siempre y gritando.— Edd hizo un especial con tocino para que empiecen bien, ¿Eh? Que tal si bajan.

Tom lo ignoro completamente, pero en cambio Tord, se levantó sentándose en su cama, lastimosamente está daba directo vista a la del británico.

Se puso sus pantalones y su sudadera roja encima. Junto a unas pantuflas de color café.

—¿Ya los llamaste Matt?
—Sip, estoy seguro que Tord vendrá, Tom no lo se la verdad. —Edward emitió una risa.
—No se si hice lo correcto Matt, usualmente creo que eso es lo que ví que haría un padre o madre, ¿No?

Poniendo los platos en la mesa, suspiro.

—Siempre veía a los padres actuar así.
—Yo digo que está bien Edd. —Le dió un mordisco a un pedazo de tocino.— Como dijiste, al menos no los tiraste o algo así como otros.

—Ya estoy aquí... Edd.
—¡Tord!, ¿Cómo te sientes? —Sonrio el castaño chocolate.
—Un poco mejor creo yo, Tom está muy molesto.

Edward burló entre risas.

—Se le pasará con el tiempo, el es así.
—Si tu lo dices...

Ah sí, prácticamente se le iba a pasar a Thomas, pero no era tan sencillo, a pesar de que los días pasaban este no cambiaba su actitud, siempre cohibido y molesto, amargado y cruzado de brazos.

¿Quieres algo de tocino?

No.

¿Quieres alguna bebida como jugo?

No.

¿Smirnoff?

No.

Fue sorprendente ver el rencor del chico, cada día más se tornaba más amargado y más molesto de lo que parecía.

Y mientras Thomas se volvía amargado y molesto, Tord cada vez más aumentaba en gustos.

—¿Entonces dices que quieres...? Eh, ¿Un batido de coco con leche? —Matt en su lugar se hacía cargo y a Tom no le importaba nada.
—Si, quisiera tomar eso... —Menciono Tord risueño, no podía dormir debido a aquel antojo.

Y el rubio fresa tuvo que renunciar a sus siestas de belleza para ayudar a su amigo, no le guardo rencor a Thomas por qué después de todo no valía la pena.

¡Toma La Responsabilidad!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora