—¡LOS ODIOOOO!
—¡Ay, Dios mío! —Se cubrió las orejas después de presenciar como la chica de pelo azabache se había empeñado en golpear una pelota de golf con un palo de este mismo, directo a una ventana.Les bajarían el salario de seguro.
—Ya, ya, Susan. ¿Pero que esperabas? —Paul la miro con desden, estaba asustado ya que desde su vuelta de aquel edificio de derechos judiciales, si bien al principio se mantuvo tranquila, poco después se la vio arrimando con todo.
Golpeando, destruyendo, y la entendía perfectamente, cada uno debía desquitarse de alguna mierda de trabajo.
¡¿Pero por qué demonios tenía que desquitarse con su propia oficina?!
—¡Tengo que conseguir esos papeles como de lugar! —La fémina de falda negra saco otra pelota de golf, poniéndola en la punta y preparando su puntería nuevamente.— ¡O si no... *Fum* me despedirán!
Antes de que si quiera tuviera otra cosa rota, Paul agarro su preciada taza que llevaba de recuerdo de la armada en la que estaba, guardandola en uno de los cajones de su escritorio.
—Ok... —Suspiro.— Bueno, ni si quiera somos un laboratorio tan... llamativo, no entiendo por qué nos piden mucho.
—¡A cada uno de estos nerds lo único que les hincha es su maldito ego! —Yyy otra pelota fue tirada.
—¿Quieres que te ayude?
—¿Acaso puedes conseguir los papeles de ese caso? Digo, creo que era obvio que tener el documento de caso judicial de externos es un delito, técnicamente es como si fuéramos a pedir información detallada de alguien.El adulto asintió lentamente, su cigarro ya se estaba terminando.
—Lo ilegal o delito no es cosa mía.
—Aja, estuviste en una armada extranjera, ¿No? Creo que era de origen ruso.
—Cerca, pero no. —Desbloqueo la pantalla de su celular texteando rápidamente.—¡Cómo sea!, Necesito un trago. —Tiro el palo de golf, dejandolo justamente a la par de sus tacones, con el pelo desaliñado camino lejos y aún hecha furia.
Paul si que se podía aburrir muchas veces, aún si era la primera vez que veía a la muchacha tan alterada como nunca, supongamos que tenía que servirle de apoyo moral al ser su mayor.
Dió un leve vistazo al papel que se encontraba en una esquina de su escritorio, un número telefónico estaba escrito en ella.
—¡Paul! —El de mechones largos sin esperar más se bajó de su vehículo, casi querría abrazar a su amigo y compañero de la armada.
—¡Eh sin abrazos! —Ya lo había previsto, pues ya lo conocía.El de piel morena suspiro.
—No has cambiado, ¿Que estás haciendo aquí? —Patryck se quitó la gorra, demostrando su cola baja.
—Trabajando, ¿Que más puedo estar haciendo?, ¿Y tú? —Paul se escuchó cansado.
—Técnicamente es lo mismo, pero cuánto tiempo, ¿Eh?, ¿Me extrañaste?El de cejas pobladas casi se llevó a atragantarse con su propio aire, siempre tuvo una extraña vibra de su compañero quien desdichadamente era más alto que el.
—¿En un sentido extraño? No, pero en uno nostálgico si.
—¿Eh?, ¿Por qué lo del sentido extraño? —Una pequeña risa se escapó de sus labios y alzó una de sus cejas.
—¿Trabajando de pastelero? —Cambio rápidamente el tema con una sonrisa burlona, llegando al punto de que su compañero tapara el nombre en la placa de su pecho y riendo nerviosamente.—¡No es exactamente lo que crees!, solo intento ganarme la vida y bueno, dicen que la comida es un buen negocio.
—Siendo así yo me hubiera hecho un vendedor de hamburguesas. —Paul soltó la primera risa en todo su encuentro.
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¡Toma La Responsabilidad!
FanficEn una noche de fiesta, Tom se encuentra demasiado animado para invitar a sus amigos por un trago, sin saber que esa decisión lo llevará a terminar en una cama desnudo junto a Tord, un gran misterio. Junto a lo que son esas recientes noticias sobre...