Capitulo 41

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(Capitulo sin spoiler)

Sus plateados orbes brillaban en plena noche, con leves ojeras casi de panda bajo la comisura de sus mismos ojos.

Ya eran las una de la mañana, podía notarlo en el reloj de escritorio que se encontraba en la mesita de noche a su lado.

Claro... a lado de Tom, quien ya había estado roncando hace un buen, hace días el hombre no hacía tales ruidos, solo dormía como tronco y ya.

Uhhh, pero claro, esos días Tom empezaba a tomar aún más.

Ya que era veinte de diciembre.

Esos días eran usuales que el británico tomara de más y terminará viniendo a la casa con un aire agrio en la boca mientras se tambaleaba y quizás golpeaba su rostro contra una pared.

De hecho eso sí había sucedido, desde el quince de aquel mes, aún recuerda que estaba suspirando con presión mientras tocaba su vientre, increíblemente había crecido un poco más justamente y ya casi no podía levantarse o caminar rápidamente.

Lo lastimaba.

Tom esa noche se encontró con su butaca de alcohol, sonriendo tontamente mientras hablaba con una silla, Tord al notar aquello alzó una de sus cejas, el rostro rojo por el alcohol del de cuencas lo delataba bastante.

—Tom. —Llamo con su acento remarcado, el nombrado soltó un leve murmullo a modo de responderle.— ¿Has bebido?
—Uhmmm... *Hip* —Puso el dedo índice doblado sobre la comisura de sus labios.— No... bueno, solo un chiquitín poquitito.

Con un ademán de manos, hizo la seña aplastando algo en súper miniatura con su pulgar e índice.

Luego fijo su rostro a uno de los almanaques con extrañas fotografías de Coca Cola que Edd colgaba encima del televisor.

15 de Diciembre.

Dejo caer un suspiro, ah, ya iniciaría el desahogo de su pareja en cuanto a esa festividad, pero recordando muy bien por qué despreciaba tanto ese mes lo hacía tan solo sonreír levemente.

"Solo está desahogandose."

Y un fuerte golpe se escuchó, incluso la pared se encontró rajada y sin un pedazo de yeso, Tord giro rápidamente su cabeza, con boca entreabierta noto que su novio se había dado con el muro en toda la cara.

Al separarse pudo notar como sus cuencas se daban al color blanco mientras leves lágrimas de este mismo color se asomaban a las comisuras, agarrando con dolor parte de su boca y nariz.

—Auch... *Hip* —Tom dijo eso en voz rota, casi como si quisiera llorar.
—¿Estás bien Tomsito? —Ah vaya, que ya se había acostumbrado a usar ese apodo en el de pelo antigravedad.

Pero luego apretó sus labios en cuanto escucho al británico de sudadera azul llorar levemente por el dolor, se terminó apenado bastante que de alguna forma termino besando a modo de picos en toda la cara de su novio.

Esto mientras se recostaba en el noruego y lo abrazaba con cariño, Tord estaba acariciando los mechones del pelo del castaño ceniza.

—Ya, ya, tranquilo cariñito. —Aww, que lindos apodos usaba con el británico, y es que de veras estaba muy apenado, sus cejas se curvearon en cuanto vio a su pareja lagrimear.

Parecía un pequeño perrito en busca de amor y realmente que eso le daba gracia al cuernudo, gracia y ternura.

Desde ahí el cariñoso comenzó a ser Tord, ahora también prácticamente tenía  al británico recostado en su pecho. Abrazándolo desde el hombro.

—Ay Tom. —Susurro en plena noche con ojos adormilados, beso la frente del mismo y lo abrazo más a si mismo.

Estos días iban a ser más difíciles, aún peor cuando Edd se había ido a su respectiva casa con su familia para traer ciertos recaditos de ellos.

Ya saben, iban a regalarles suplementos de comida a ellos, pero tenían que visitarlos, y Matt por no quedarse solo termino asistiendo por igual.

Pero a Tord le preocupaba el hecho de que si sucedía algo con el dudaba mucho que Tom pudiera auxiliarlo...

Supongo que prepararía el teléfono y los números de Paul y Susan para que lo ayudasen.

Ah si, ahora había mucho que contar, desde aquella vez en el cine, Tom ahora había tenido algo de autocontrol, ya no casi toqueteaba a todas horas al noruego.

Ah si, eso también lo preocupaba, ahora que peor estaban solos en la casa y faltaban unos cuantos días para navidad...

—Ohhh... —Matt sonrió de lado nervioso, Edd mantenía bastantes nuevos hermanos pequeños, cada uno de estos al ver entrar al rubio fresa se sintieron curiosos, al grado en que comenzaron a molestarlo o de caso contrario regalarle cositas o incluso dibujos de el.

Ahhh como amaba que lo retrataran como alguien perfecto, pero ya había visto de parte de las niñas un par de dibujos haciéndolo exageradamente hermoso.

Le encantaba, para que mentir, pero que incluso estén pegadas a el todo el tiempo lo distraía.

—Espero no te moleste que se te junten Matt. —Menciono Edd mientras agarraba con su mano una lata de cola.— Creo que realmente les agradas.

Demostró una sonrisa tranquila, aunque el de ojos zafiro torció los labios.

—¿Sucede algo?
—¡No...!, ¡Digo...! —Suspiro.— ¿Son bastante animadas, ¿Eh?

El castaño chocolate emitió una risa.

—Normalmente ellas suelen ser bastante tranquilas, pero creo que te han encontrado guapo. —Balanceo la lata en su mano mientras daba miradas a otro lado.

Matthew sonrojo un poco, ya que de vez en cuando el de verde le solía mencionar que era realmente guapo.

—Lo que me preocupa un poco, ¿Crees que Tom y Tord no necesiten nuestra ayuda?
—¡Ah, seguro estarán bien! —La sonrisa del de morado volvió, mostrando parte de sus dientes y ladeaba la mano.
—Espero eso, si no técnicamente los habríamos dejado a la deriva y...

Matt alzó una ceja.

—¿Que?
—Uh... Nada, solo pensé en lo raro que sería encontrarlos a ambos estando solos y ahora que son pareja... —El duo se quedó con miradas reflejadas en otro lado y como si hubieran tenido el mismo pensamiento deformaron sus caras al grado de demostrar cierto disgusto e incomodidad.

Ahh si, mejor era no pensar en lo que harían.

Esos días el aire invernal se sentía de una cierta forma nostalgia.

¡Toma La Responsabilidad!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora