Capitulo 31

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Se encontraba fatigado, suspiraba mientras intentaba que el auto estuviera listo para acompañar a su madre.

Vaya que tenia que llevar una gran bolsa de... quien sabe que.

—¿Está todo listo, cariño? —Murmuro la mujer de mayoría de edad, sonriendo de oreja a oreja observando al castaño chocolate.
—¡Si!, Te acompañaré hasta la entrada del hospital y... ¿En serio no quieres que te acompañe adentro mamá?
—¡Estaré bien! Aparte de que el doctor que me atiende es algo enojón, ¿Eh?

La adulta ladeó la mano, aunque Edward se hallaba preocupado.

Ya llevaban semanas con su madre, los chicos se habían acostumbrado como si nada, con esto nos referimos a la pareja Tom y Tord.

Pero Matt fue otra cosa y eso lo llevo a la preocupación.

Muchas veces la mujer soltaba de la nada el hecho de los padres del rubio fresa, cosa que el no buscaba hablar, pero sin duda ahí estaban las preguntas.

Al igual que Tom, deseaba poder alejarse de sus progenitores...

Aunque su madre era otra cosa, no había sabido nada de ella desde que se largo de casa para vivir con sus amigos. Simplemente, se esfumó, como el humo de una llama.

Y tampoco el busco contactarla, ¿Que le podría decir en todo este tiempo que no la vio?

Y su padre era otro problema, Matthew nunca aprecio lo suficiente a su padre, ya que siempre lo obligaba a sacar buenas notas, incluso lo había metido a trabajos de contador a temprana edad.

Fue algo estresante, por eso cuando llegó con su grupo de amigos al inicio era bastante callado, no se atrevía a decir alguna palabra o si quiera dar opinión de algo.

Era como el mal cuarto.

Cuando llegó con ellos era como ver a otro Tom, solo que más frío, no decía palabra alguna para socializar con los tres restantes.

Claro, hasta que tuvo una charla con Edd, eso fue lo que cambio todo.

¿Desde cuándo el ha empezado a salvar amistades? Primero fue Tom, luego Matt y finalmente Tord.

¿Que serían sin el de sudadera verde?

—Ya llegamos mamá. —Edd desvió la mirada a la adulta, quien llevaba un par de papeles en las manos, indicando ciertas recetas. Esto preocupó al joven adulto.— ¿Segura... que estarás bien?
—Ay Edd, ya tengo casi sesenta años, ¡Puedo hacerlo sola! —Acaricio la cabellera de su hijo, despeinadolo un poco.

La fémina preparo sus cosas y antes de salir menciono algo último.

—Me alegra ver qué te has vuelto más responsable y más listo, Edward. —Con gentileza le mostró una sonrisa, con ojos achinados, finalmente para salir del vehículo.

Llevandose una mirada reconfortante del castaño chocolate.

—¡Te llamaré para que me recojas! —Y se despidió de ella.

Es cierto, ¿Que había pasado con Edd? Ya se sentía más adulto de alguna forma, antes el simplemente hacia chistes sin parar y era bastante bobo por así decirlo.

Pero ahora solo era serio, bastante serio y responsable.

¿Quizás habría sido el suceso del embarazo de Tord? Uh... en una parte quizás, pero en todo ese proceso el tuvo miedo.

Su madre le menciono que era un adulto ya... pero... ¿De veras lo era o tan solo hacia lo que tenía que hacer en momentos de presión?

Suspiro en cuanto dejo el volante, pues había llegado a casa nuevamente.

—¡Matt! —Saludo con la mano y le sonrió mostrando parte de sus dientes.
—¡Edd!, ¿Ya dejaste a tu madre? —El de sudadera morada se encontraba tirado en el sillón, casi acaparando todo el espacio con su cuerpo al estar echado, esto mientras cambiaba de canales constantemente.
—Si, me dijo que me llamaría para recogerla... —Miro a los alrededores en lo que metía sus manos al bolsillo central de su sudadera.— ¿Dónde están Tom y Tord?
—Ah, ellos fueron de salida un momento, es terrorífico, ¿Sabes? Tord de alguna forma ha tenido un cambio muy drástico de personalidad... casi podría decir que está muy chillon, así que le insistió a Tom de que salieran.

Edward giro los ojos divertido, ¿Quien podría suponer que ese par de tontos iban a terminar juntos?

Bueno, si lo piensa mejor, todo debería ser desde la noche que fueron a la fiesta de su familia... ¿Por qué demonios Tom se acostaría con Tord?

Ah qué va, a sus asuntos de ellos mismos, el no quería saberlo y mucho menos averiguarlo o imaginarlo...

—¿Que estás viendo? —Cuestiono, intentando hacer conversación alguna, ya que últimamente solo eran ellos dos.
—Un programa aburrido, bueno, programas. —Achino los ojos, aún buscando algo que le llamase la atención.
—Hazte campo.

El de morado suspiro, sentandose ahora de buena forma en el sofá para que el castaño pudiese tomar asiento, de esta acción, Edd se vio casi derritiéndose en el sofá mientras ponía sus manos sobre la panza.

—Oye Matt.
—¿Eh?
—Perdon si mi madre es muy molesta a veces, se que no quieres que te bombardeen tanto con el tema de...
—Estoy bien. —Sin ninguna reacción, ladeó la mano.— No me molesta mucho, solo que, he estado pensando, ¿Sabes?

Edward giro la cabeza, buscando la mirada de su acompañante.

—¿Hmmm?
—A veces siento que pude haber tenido mejores opciones, no se, ¿No crees que he desperdiciado algo?

El castaño frunció la frente.

—Ah es cierto, aprobaste para entrar en la mejor universidad, ¿No?
—No quise entrar pero... —Pauso, bajando su mirada.— ¿Que puede ser de mi en adelante? Digo, soy tonto, ¿No?

Esa ni el se la creía.

—No indagues mucho en el tema Matt, después de todo como dije hace años. —Suspiro.— Nos tenemos los unos a los otros aún si pasamos problemas con nuestros padres o parecido.

Edd pensó que quizás con eso podía ayudar a que Matt dejara de sobrepensar con el tema de haber sido algo de profesión en lugar de huir de su casa.

Aún si no le gustaba el ambiente ni nada.

Más se hallo preocupado cuando diviso que el de verde giraba la cabeza a otro lado mientras frotaba su nuca.

—Resulta que, mi padre falleció está mañana, y alguien ahora tiene que cargar con todo lo que el dejo... y ese soy yo.

La sorpresa fue tan repentina que el de verde no dudo en levantar su cuerpo el cual estaba tirado, mirando de ojos abiertos al rubio fresa.

¡Claro que se veía normal! Recordaba bien que el idiota sabía esconder ciertas emociones detrás de su cara de niño bonito ingenuo.

Y una mierda, los problemas relacionados con sus padres estaban saliendo a flote de nuevo.

Vaya agonía.

¡Toma La Responsabilidad!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora