Capitulo 35

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—Gracias por haberme cuidado todo este tiempo, querido. —Era la madre de Edward, quien le sonreía a su hijo.

Finalmente su estadía se había completado, pero Edd seguía extraño desde ese día que había huido de casa por las palabras de Matthew.

Edward hablaba poco, o solo asentía para responder, en otras hasta suspiraba pesadamente.

La despedida fue fuera de lo usual, la adulta le deseo lo mejor a la pareja: Tom y Tord, se despidió de Matt quien era otro caso extraño.

Evitaba a sus tres amigos pasará lo que pasará, todo había cambiado de la nada.

También la rutina del rubio fresa cambio repentinamente, de aquel día empezó a salir en las mañanas a quien sabe que...

Bueno, era más para intentar pensar si tendría que tomar el lugar de su padre, ¿Tenía que hacerlo en serio?

Es más, ¿Por qué le gritó todas esas cosas al de verde? A ratos se regañaba a si mismo con bastante enojo.

—Matthew. —Una voz femenina lo llamo, ah claro, otra vez estaba perdido en su mente gracias a los problemas.— Por favor, te lo ruego.

El rubio fresa achico sus ojos, curvando ambas de sus cejas.

—Ya van tres días que no has dado respuesta alguna, los abogados están esperando y necesitamos mover al nombre de alguien, de caso contrario subastaran la empresa.
—No se que decisión tomar. Camille. —La adulta nombrada era una mujer de unos veintinueve, casi treinta, llevaba un tono de piel moreno y un cabello oscuro largo y liso, bien cuidado.

Siempre caminaba con un pequeño bolso negro de cuero y un vestido simple de color gris con estampado de lunares blancos.

—Toma la decisión correcta, es la de tomar el lugar de tu padre. —Lo miro preocupada.— Yo quisiera tomar toda la responsabilidad, por qué amo a tu padre.

Ah, que incómodo, ¿No?

—Pero no puedo mover un solo dedo... no soy su esposa y menos algo suyo.
—¿Que hay de mi familia paterna?

La fémina negó con la cabeza, dando una vista baja.

—Tu padre no les tiene confianza, ¿Por qué crees que te escogió a ti sobre todo?

Que ridículo, ¿No?

Es decir, Matt se sintió algo ofendido, el tiempo que estuvo con su padre tan solo le dictaba a pasar clases de contaduría, desde pequeño sabía tanta matemática y lo detestaba profundamente.

Parecía que no lo quería ni un poco, y era por eso que prefería estar con su abuela o madre.

Y vaya que terminó tan solo viendo a su madre, y ahora que diga que su padre quería dejarle todo a el...

¿No es eso estúpido?

Arrugó la frente, molesto.

—¿Es curioso no? —Matt mostró una sonrisa sarcástica.— Mi padre solo parecía odiarme, nunca me prestó atención, si quiera, me prohibía tener amigos, ¿Y ahora el me quiere?

La adulta bajo la mirada.

—El tenía ciertas emociones difíciles... el...
—¡No, Camille! —Golpeo la mesa, puesto que estaban en una cafetería.— ¡El nunca me aprecio bastante, por su culpa pelee con uno de mis mejores amigos!, ¡Lo detesto y no quiero encargarme de nada que el halla hecho!

La morena abrió los ojos, con mueca apenada.

—Entiendo, Matt. —Suspiro, agarrando el par de papeleos.— Es bueno saberlo, no te molestaré más, nos vemos.

¡Toma La Responsabilidad!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora