Capitulo 47

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El castaño chocolate bostezaba mientras intentaba levantarse, eran las siete de la mañana, ya que su reloj se lo indicaba muy bien.

Observo como su gata Ringo se subía en su encima, maullando por comida, paso su mano por el lomo y le acaricio en la barbilla.

—Buenos días Ringo. —Menciono Edd tan bajo como pudo.

Y luego todo fue ruido en cuanto alguien azotó su puerta con fuerza.

—¡Buenos días tío Edd! —Una pequeña niña de tres años grito a todo pulmón, llevaba una jardinera encima junto con una camiseta roja de mangas cortas.

Su pelo había sido heredado con el mismo color del pelo de Tord, castaño miel, y su peinado era una cola que casualmente se iba hacia arriba, como si imitara el pelo antigravedad de su padre, un mechón largo caía al costado de su rostro, convirtiéndolo en un flequillo.

Ah si y no podían faltar sus orbes amarillo, como un brillante sol.

Y no podía faltar la pequeña curita que se encontraba en el costado de su mejilla derecha.

—¡Tami, no grites! —Edward la regaño un poco.
—¡Perdón tío Edd! —Rio burlonamente, vaya que hasta tenía la misma risa del noruego.— ¡Pero me prometiste que me enseñarias a bañar a Ringo!

Vaya niña energética, al final de todo Edward rodó los ojos contento, se levantó con un quejido y le menciono a la pequeña que lo esperara abajo para hacer el desayuno.

Y que por venganza despertara a sus padres.

En la otra habitación ya también se encontró Matt, quien dormía plácidamente en su cama parecida a un verdadero trono de rey, habían fotografías y espejos por doquier, sonreía mientras suspiraba al soñar.

—¡TIO MAAAAATT! —Oh ahí va de nuevo.

El nombrado se levantó tan rápido como pudo, asustado y mirando a los lados, graciosamente agarro su sudadera y como pudo se puso los zapatos.

—¡¿Que sucede, ocurrió un incendio de nuevo?!, ¡Ya te dijimos que no juegues con los enchuf...!
—¡Es hora de levantarse! —Sonrio mostrando parte de sus colmillos mientras daba mirada felina.
—¡Pero quería dormir aún más! ¡Owww...! —Se tiro a su propia cama cansado.

Tami saco una libreta pequeña que llevaba en el bolsillo de su jardinera, tachando con sonrisa burlona lo que había cometido, si que era traviesa.

Su siguiente misión era despertar a sus padres, rebuzno un poco ante eso.

De alguna forma, ambos habían encontrado la manera de evitar cualquier tipo de broma que ella les hiciera, pero de una muy habilidosa.

Así que la castaña miel tenía una cosita especial preparada, y esperaba que sus padres pudieran caer.

Suspiro antes de entrar a la habitación donde dormían sus padres, puesto, ya hace tiempo re acomodaron la habitacion, parecía una especie de mini casa entre los dos jóvenes adultos.

Mientras que Tami pudo obtener su propia habitación, la cual termino siendo tan abstracta, habían figuras de acción de aquí a allá, un juego de fundas de My Little Pony, pósters de alguna banda que también le gustaba a sus padres.

Menudo conocimiento estaba obteniendo gracias a la crianza de aquellos dos.

Pero para ser sinceros, Tami amaba mucho a sus padres, siempre la cuidaban y también habían ratos que la regañaban severamente, pero nunca se sintió mal con ellos o parecido.

—¡MAMÁAAA, PAPÁAAAA! —Y si, como lo espero, ambos se mantenían con unos audífonos exageradamente grandes que cubrían sus orejas.

Tami protesto, haciendo un puchero, lo siguiente que pudo hacer fue activar con un pequeño control un mecanismo de tirar arpones automáticamente.

¡Toma La Responsabilidad!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora