Incendio (ECLIPSE libro #1)

4.

Matthew.

Eso de las despedidas de soltero no eran lo mío, solo quería una pequeña reunión. No debí aceptar que mi primo se encargara de todo ésto.

Ahora me encuentro sentado en una silla, con el abdomen descubierto y la cabeza llena de confusiones. Nunca esperé que una mujer lograra alterar mi pulso de esa manera, mucho menos estar así frente a todos.

—¿Qué fue eso? —Joseph se acerca para burlarse mientras me muestra el vídeo en dónde se ve la rubia moviendo su cuerpo a mi alrededor de una forma que no debería ser legal.

Le doy una mirada fulminante, desato mis manos y recojo el saco del piso. No tengo idea de que pasó exactamente para dejarme llevar de ese modo, mucho menos comprendo porqué me gustó tanto. Se supone que soy dominante, no debería someterme.

—¿Matt?

—Stai bene, cognato?
( ¿Estás bien, cuñado? )

—Eso no era parte del trato.

Ignoro lo que dicen los demás para poder caminar fuera del salón y tomar algo de aire. Todo ésto fue demasiado extraño, en especial porque es la misma chica que estuvo en mi consultorio hace unos días. Misma que se ponía roja cuando la miraba y de la cuál no he dejado de pensar. Además, la boda es en una jodida semana...

¿Qué rayos me sucede?

Al estar lejos de todo, me doy un tiempo para pensar mientras camino por la orilla. El crucero se encuentra detenido debido a la hora nocturna y por ello me permito acercarme al borde en donde se visualiza la inmensidad del oscuro mar. El viento golpea mi rostro y mi mente sigue recordando cada movimiento de la rubia, que a pesar de no ver, pude sentir claramente.

El ritmo de su cuerpo siguiendo la canción, la voz suave, el tacto.

Joder, tengo que buscarla.

No me doy tiempo a procesar el motivo por el cual salió corriendo, me imagino que verme nuevamente tuvo algo que ver, pero no por eso tenía que irse.

Habla quien decía querer una noche tranquila.

Es contradictorio, lo admito. Ni siquiera tengo idea de lo que pasa por mi mente cuando le escribo a Joseph que me envíe el contacto de la chica.

Joseph: ¿Para qué o qué?

Matthew: No es tu asunto.

Joseph: Estás comprometido, c#br0n.

Matthew: ¿Lo vas a enviar o no?

Joseph: +44**********.

Me muerdo el labio inferior reprimiendo una sonrisa al observar el contacto en la pantalla de mi celular, de inmediato me voy a WhatsApp y la registro como "Grimshaw". Mantengo unos segundos en silencio imaginando que decir hasta que finalmente decido llamarla, como mejor opción.

Al séptimo tono contesta, su voz se escucha nerviosa.

—¿Podemos platicar?

—¿Quién habla?

—El hombre que dejaste atado de manos sobre un sofá.

Me colgó. Joder.

Vuelvo a marcar mientras pienso en disculparme por decir tal cosa. No quiero que piense que la busco para otros fines cuando solamente quiero conversar y aclarar algunas dudas respecto a lo sucedido ésta noche.

Como no responde mis llamadas, decido que lo mejor será escribirle para que comprenda mis razones. Deseo verla de nuevo, hacer ver que no debería tener miedo o estar nerviosa. Ni siquiera entiendo bien mis motivos pero se que no tengo malas intenciones, por ello quiero buscarla y entender que pasó.