SERIE ECLIPSE, LIBRO #1
Juliette Grimshaw, es una estudiante de medicina, cuya rutina suele complicarse luego de un incendio que casi le cuesta la vida. Las cosas se vieron difíciles luego de la pérdida de su familia y por ello busca trabajar como s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Le Catene del Diavolo" Capitulo 7: Entre las llamas.
Dejo el libro sobre la mesita de noche mientras respiro hondo. Sigo sin entender cómo es posible que Milena lea estas cosas. Cuando vi el título, creí que se trataba de una historia de terror. "Le Catene del Diavolo" sonaba como algo sacado de una película de suspenso, con fantasía y esas cosas. Pero no, resultó ser un oscuro romance infernal.
Las páginas arden con atracción y deseo. Cada palabra, cada frase, me envuelve como una especie de droga, de esas que sabes muy bien que está mal, pero aún así, quieres seguir consumiendo.
Hace mucho que no hablo con la pelinegra, solo unos cuantos mensajes de texto. Entonces decido tomar mi celular y buscar el contacto. La pantalla se ilumina con su nombre, y antes de que pueda dudar, presiono el botón verde para iniciar la videollamada, misma que no tarda en efectuarse, porque la voz de Milena suena alegre al otro lado de la línea.
—¡Hola, Lena! —saludo con voz llena de entusiasmo—. ¿Cómo estás? ¿Cómo va todo por tu lado?
Milena toma asiento al borde de la ventana en su apartamento de Madrid. Su cabello oscuro continua tan lacio como siempre, cayendo hasta la altura de su cuello, y en su manos sostiene una taza de café humeante.
—Oh, ya sabes, la rutina de siempre —responde ella con una sonrisa—. Ya te extrañaba Jul.
—Tambien me haces falta —le sonrío de vuelta antes de recordar el motivo de mi llamada—. Lena, ¿Qué demonios es esto? —sujeto la obra, para enfocarla con la cámara.
—¿Qué tal el libro, tía? —habla con picardía— ¿Te está haciendo sudar?
—¿Por qué me diste un Dark romance? Pensé que era de terror.
Milena se ríe.
—Pero si es de lo mejor.
—Dame dinero para ir a terapia —exijo—. Necesito ayuda profesional después de leer esto —le digo—, estoy traumatizada.
—No es solo un libro, Juliette. Es la ventana a un mundo diferente. A veces, necesitamos escapar de nuestra realidad, aunque sea por unas pocas páginas... y no está nada mal aventurarse en un perverso mundo infernal.
—Bueno, eso sí —concedo— ¿Qué tal las cosas con Gabriele?
Milena suspira.
—Está en Italia —responde con un semblante entristecido—. Su trabajo, mi trabajo... son como cadenas que nos atan a destinos separados.
Me quedo en silencio, contemplado la pantalla. La imagen de Gabriele, con su sonrisa, su rostro de asesino serial, y sus ojos grises, se mezcla con las palabras de Milena.
—Tu trabajo es increíble, Lena —digo despacio—, pero no puedes renunciar a tu vida. Debes encontrar un equilibrio, solo es cuestión de intentar —la animo—. Quizás puedan planificar visitas más frecuentes, o buscar formas creativas de mantenerse conectados. No dejes que las cadenas te atrapen por completo.
