El auto se detiene frente a una enorme cabaña de lujo.
Las luces destellan desde las ventanas, y aunque parece haber poca gente en el interior, la atmósfera es acogedora. Matthew abre la puerta del auto y bajo, sujetando la correa de Sparky, nuestro cachorro. Su colita se agita con entusiasmo; a veces, el encierro lo pone melancólico, y ahora parece emocionado por haber salido de casa.
Matthew asegura el auto en el estacionamiento y toma mi mano. Juntos caminamos hacia el interior. La cabaña es espaciosa, con un toque rústico pero elegante. El personal nos recibe con amabilidad, y no parecen molestarse por la presencia de Sparky. De hecho, nos informan que hay una sala llena de juguetes especialmente ambientada para las mascotas.
Sonrío mientras nos dejamos guiar por el interior. Matthew ha reservado un lugar para la cena. El pequeño salón está adornado con rosas, y frente a nosotros, una chimenea crepita. Me parece curioso que haya organizado una cena solo para nosotros, porque este lugar es como una posada enorme, con varias habitaciones.
—Esto es precioso —comento mientras me quito el abrigo y tomo asiento alrededor de la mesa.
—Te lo dije, cálido y bonito —responde el doctor, y su sonrisa me hace sentir afortunada.
Pronto veo que toma asiento frente a mi, una mesera nos trae la carta, junto a una botella de vino que Matthew había reservado con anticipación, y misma que se encarga de servir en las copas. Le sonrío sin dejar de observar el lugar. El sitio está elegantemente decorado. Las paredes de madera se encuentran adornadas con cuadros de artistas locales, y las luces cálidas crean un ambiente íntimo. Pero mi atención se desvía hacia la esquina, donde un enorme piano de cola se alza majestuosamente. Por unos segundos, quedo atrapada en el recuerdo del video que Matthew me envió hace meses, donde tocaba una melodía de Mozart.
—¿En qué piensas, ricitos? —pregunta él, rompiendo mi ensimismamiento.
—¿Vas a tocar el piano? —le pregunto, sonriendo.
Él asiente y su mirada se llena de complicidad.
—Lo haré. Por algo quise que estuviese aquí.
Me saboreo el labio disimulando una sonrisa. La mesera regresa con los menús, pero apenas puedo concentrarme en las opciones culinarias. Mi mente está en el piano, y en lo mucho que deseo escuchar esas notas.
Cuando la chica se retira, Matthew se levanta y se dirige hacia el instrumento. Veo que toma asiento en el taburete y sus dedos acarician las teclas con una confianza que me deja sin aliento. Lo miro con brillo en los ojos, y él me hace un gesto para que me acerque, entonces no tardo mucho en hacerlo.
—Ven, siéntate —me dice.
—¿Dónde? —cuestiono al notar que no hay mucho espacio.
—En mis piernas.
ESTÁS LEYENDO
Incendio (ECLIPSE libro #1)
RomanceSERIE ECLIPSE, LIBRO #1 Juliette Grimshaw, es una estudiante de medicina, cuya rutina suele complicarse luego de un incendio que casi le cuesta la vida. Las cosas se vieron difíciles luego de la pérdida de su familia y por ello busca trabajar como s...