7.

6.4K 396 363
                                    

Fue un error citar a Matthew en la suite.

Ni siquiera sé que rayos estaba pensando en el momento que decidí hacerlo. Se supone debíamos hablar como dos adultos razonables, no besarnos como adolescentes hormonales.

Su boca se mueve con firmeza sobre la mía, pero a diferencia del primer beso, ésta vez parece tomarse su tiempo y disfrutar de alterar mi sistema con cada roce. No tengo idea de cómo describir el momento porque es demasiado intenso. Estoy inmersa en una montaña de emociones que alteran por completo mis sentidos y me vuelve incapaz de pensar en otra cosa que no sea lo bien que se siente el sabor de sus labios.

Mis manos rodean su nuca, una de ellas le encarcela el cabello antes de que baje su boca repartiendo besos húmedos a lo largo de mi cuello. La barba me raspa causando un leve hormigueo, mismo que logra afectarme mucho más.

Incluso me avergüenza el calor que estoy sintiendo entre las piernas.

—Matt... —Trato de entrar en razón luego de un rato. —No debem...

—Si vas a abrir la boca, que sea para ocupar otra cosa, nena.

Mi yo feminista está deseando gritarle, pero mi lado masoquista se pone algo ansiosa y no en una forma decente.

Empuja mi pequeño cuerpo hasta dejarlo sobre la enorme cama, besa mis labios de forma húmeda y superficial, al igual que mi cuello. Sus manos recorren mi cintura hasta subir a mi pecho y desabrochar uno de los botones de la blusa que había decidido usar.

Otra mala decisión.

Continua besándome, ni siquiera tengo que mirar mi reflejo frente a un espejo para saber que dejó algunas marcas. Puedo sentir el leve picor, pero lejos de molestarme, me gusta.

Todavía pienso en lo que estoy haciendo, sé que no está nada bien, menos por Giovanna y toda la locura de su matrimonio, pero tal vez conseguir sexo haga que ambos nos olvidemos por completo del otro. Nunca fuí una chica de compromisos, solamente aventuras o citas de vez en cuando. Puede que si consiga eso con Matthew pueda olvidarlo, como hago con todos.

Lo que no entiendo es porque tiene que afectarme tanto.

Mi respiración se corta con el miedo de que llegue a ver la cicatrices que dejó el incendio no quiero caer en el tema y me asusta lo que pueda pensar. Pero de alguna manera me siento segura con su persona, es como si no hubiese nada que temer.

Para cuando me ha sacado la blusa, mete una de sus manos bajo mi espalda, realzando mi cuerpo para poder desabrochar el brassier. Al estar flojo desliza las tiras por mis brazos y se inclina para quitarme el sostén con los dientes. La situación se me hace demasiado caliente, tanto que siento como mi rostro adquiere un tono carmesí que nadie había logrado instalarme.

Cada roce de sus labios en mi piel envían una corriente eléctrica que me pone a palpitar, y no precisamente el corazón.

Todo su juego previo es demasiado intenso y antes solamente era sexo. Ningún chico puede compararse con Matthew Harrison.

No tarda mucho en tener su boca sobre la clavícula y bajar su lengua por mi piel hasta besar los bordes de mi pezón sin llegar a tocarlo. La situación solo hace que se pongan más sensibles, tanto que estoy considerando la idea de rogar por un poco de su atención.

Que vergüenza das, Juliette.

Ahora no, conciencia.

Ahogo un gemido cuando cubre su boca sobre uno de mis pechos y lo succiona logrando que el calor aumente en gran manera. Su mano recorre mi cintura hasta situarse en el borde de mi otro pecho, la yema acaricia la piel logrando que mi mente vuelva a nublarse por completo. No pienso en nada más que no sea su olor varonil y sin duda deseo que no llegue a detenerse porque verdaderamente ya está comenzando a dolerme toda ésta tortura.

Incendio (ECLIPSE libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora