6.

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No he podido dormir en lo absoluto.

Mi mente le da muchas vueltas a lo que sucedió con Matthew y verdaderamente me preocupa tener que centrar mis pensamientos en ese encuentro. Son las tres de la mañana pero no voy a poder estar tranquila hasta que suelte todo lo que siento. Alice sin duda es una pésima consejera, ni loca le diría a Jackson y con Stacy no tengo tanta confianza.

Un momento...

¿Cómo no pensé en ella antes?

Milena es la mejor opción para desahogarme, así que no dudo en estirar el brazo hasta la mesita de al lado de mi cama y enviar un mensaje con las palabras "SOS: Crisis existencial". Obviamente explico el motivo para que no llegue a asustarse, y aunque es un poco tarde, tengo suerte de que responda con tan solo dos minutos de enviarle el mensaje.

Milena: ¡Llámame, please! Di que me necesitas para que me saques de aquí.

Milena: SOS: Asesino en serie.

Juliette: :0

Es imposible no reír por lo último. De inmediato le marco logrando escuchar una voz masculina con acento italiano que reconozco de inmediato. —Es un poco sospechoso que se encuentre con él a éstas horas de la madrugada, pero le resto importancia y espero a que responda— Saludo a Milena ignorando las palabras del chico y le digo que la necesito porque tengo "una urgencia" y requiero de su ayuda.

Bueno, en parte es cierto.

—¡Hola, Juliette! Claro, allí estaré. —Su voz exagerada me causa gracia. —Iré de inmediato. —Se hace un silencio incómodo en el que logro escuchar sus murmullos, además del sonido de un cierre que me hace elevar las cejas en sorpresa.

Diablos, señorita.

—Vale, te espero.

Me despido quedando algo intrigada por oír aquello, pero ciertamente me hizo reír y que olvidara un rato mis problemas, así que confío en soltarle todo el cuento a Milena. Tal vez hasta pueda recibir mejores consejos que los de mi mejor amiga.

Le paso la dirección por mensaje, me responde con un "gracias" y minutos después se encuentra tocando mi puerta. Me pongo de pie para recibirla, sus ojos verdes me observan y una pequeña sonrisa se le dibuja dejando a la vista su dentadura perfecta.

—¿Para que soy buena? —Entra dejándose caer sobre la cama. Tomo asiento frente a ella y me dispongo a contarle todo lo que sucedió ésta noche.

Escucha cada palabra con atención, incluso me sorprende ver que no interrumpe o comienza a parlotear como hace regularmente.

—... luego llegó su primo y ¡fue un desastre, me quería morir de la vergüenza! —Aprieta sus labios queriendo mantener seriedad pero sus ojos delatan la verdadera intención. —¡No te rías!

—Perdón, es imposible no hacerlo. —Suelta una carcajada que llena el vacío de mi habitación. —Y yo creyendo que mi vida era un desastre.

—Vaya, que halagador. —Ironizo. —Me dejé llevar, asumo el error... pero al menos no le subí la cremallera a nadie. —Hago enfasis en la última palabra para que sepa que escuché claramente el sonido de aquel cierre.

Su boca toma la forma de una "O", dándole un aspecto gracioso. Milena realmente debería trabajar en actuación, porque se gasta una buena escena tratando de verse inocente.

—¡Qué malpensada eres! —Continua. —Era el sonido del suéter.

—Ni siquiera tienes suéter.

—¡De Gabriele! no mío. —Me muerdo el labio inferior reprimiendo una risa.

Incendio (ECLIPSE libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora