Incendio (ECLIPSE libro #1)

1.

Tres años después.

El sonido de la alarma me despierta sobresaltada, mi corazón se acelera levemente por el susto mañanero y mi mente tiene una lucha constante con la conciencia acerca de dormir cinco minutos más.

Pero no puedo arriesgarme a perder las clases y por ello me resigno a levantarme de la cama con el cuerpo levemente adormecido luego de la noche intensa llena de alcohol en dónde mi mejor amiga, Alice, tuvo su cumpleaños número veintidós.

La resaca es insoportable, ni siquiera bebí tanto, pero lo mejor que puedo hacer es tomar una ducha y luego algún ibuprofeno para el dolor de cabeza.

Aún recuerdo que falta poco para salir de la universidad y por ello estoy dando todo mi esfuerzo con las clases. También porque estoy ansiosa ante la propuesta de trabajar como stripper en un crucero llamado "Eclipse", de no haber sido por Jackson, el dueño, nunca hubiese conseguido tal oportunidad. Claro, sé muy bien que es una decisión arriesgada pero conozco a Jack y por ello confío en poder hacerlo. Además si no tengo nada, tampoco pierdo nada. Todo cambió mucho desde la muerte de mis padres y por ello conseguir un trabajo —socialmente indecente— pero con buena paga me ayudará mucho a sobrellevar mejor mi vida y costear mis estudios de medicina.

Camino lo más rápido que puedo hacia la cocina para preparar un poco de café y así quitar el sueño que aún cargo encima. No me da tiempo de cocinar y por eso descarto el desayuno. Tal vez luego consiga algo...

Cómo puedo me cambio la ropa —luego de ir al baño— y espero que el café esté listo. Vivir sola es complicado, pero me las he ingeniado para no dejarme caer. Luego del giro enorme que dió mi vida tuve que acostumbrarme a trabajar duramente por lo que necesito, y esa misma razón ha hecho que logre apreciar cada mínima cosa buena que se presente en mi día a día.

—Joder, voy tarde.

Dejo la cocina vuelta un desastre antes de salir casi que corriendo por el ascensor. Saludo a la recepcionista y consigo un Uber para así llegar en 10 minutos a la universidad en donde estudio mi carrera de medicina.

Al llegar camino al interior mientras no dejo de pensar en el desastre que ahora es mi cocina. Ni siquiera hice comida pero luego debo limpiar y ¡No tengo tiempo!

Soy una persona ordenada, tanto en mis estudios, como en lo laboral. Al igual que personalmente. No me gusta el desorden, por ello trato de mantener todo equilibrado pero sin duda se ha vuelto difícil. No cuento con nadie que me ayude con eso, y aunque se muy bien que soy una mujer independiente no voy a negar que a veces suelo tener escenarios depresivos que mayormente se afincan en la soledad.

Jennie, mi psicóloga, afirma que se debe al incidente de hace tres años, pero yo siento que es una mezcla del pasado y presente junto con el miedo constante de que pasará en el futuro.

—Grimshaw, repita la pregunta que le formulé.

La voz del profesor Dussel me saca de mi descontrol mental, alzo la vista y me encuentro con su evidente enojo debido a que no estaba prestando atención. Aclara su garganta recordando su presencia y yo deseo que me trague la tierra.

—Yo, eh... perdón, no lo escuché.

—Bien, debes traerme un informe escrito acerca de las enfermedades cancerígenas y como afectan al cuerpo humano.

Inhalo profundamente para no ser grosera y le doy un asentimiento. Ni siquiera sé cómo explicar que no tengo tiempo para realizar trabajos extras impuestos de una manera tan injustificada.

—Vale.

La clase teórica termina finalmente, así que me encamino hacia la cafetería en dónde está esperándome Alice. La universidad cuenta con distintas áreas de estudios y por ello estamos juntas. Aunque igualmente no nos vemos muy seguido debido a que ella se especializa en criminología y yo en la medicina.