Voy saliendo con Alice de la universidad. El sol de la tarde tiñe los edificios de un cálido tono dorado. Incluso puedo escuchar risas y charlas de otros estudiantes que también se dirigen a sus destinos. Alice lleva un top de verano con estampado floral, que realza su piel bronceada. Los cabellos castaños caen en ondas suaves sobre sus hombros. Yo, en cambio, opté por unos jeans ajustados y una blusa de algodón.
Miro a mi amiga un momento y decido que será bueno pasar un rato por la pastelería que siempre acostumbramos visitar.
—¿Su qué? —Repite Alice conmocionada con los ojos marrones parpadeando detrás de los gruesos lentes.
—Su novia. —Respondo sintiendo un cosquilleo en el estómago al pronunciar esas dos palabras.
Ella se detiene en seco, su rostro refleja una mezcla de sorpresa y emoción. Apenas salimos de la universidad y no pude contenerme en contarle todo lo que sucedió con Matthew. Alice parece muy entusiasmada por la historia y no dudo en hablar de ella con lujos y detalles.
—¡Entonces Julithew es real! —exclama agitando las manos como si estuviera aplaudiendo una revelación épica.
Giro mis ojos ante su graciosa forma de llamar la relación. Pero no puedo evitar sonreír.
—Aun me asusta lo que pueda pasar —confieso mirando hacia la pastelería que se alza en la esquina. El olor a dulces y café flota en el aire—. Pero entiendo que eso todavía es incierto y no tengo por qué asumir que todo saldrá mal.
—Exactamente, Julie —concuerda—. Además, si Matthew te hace algo, se las tendrá que ver conmigo.
Aquello me hace reír.
—No se que haría sin ti.
Ambas entramos a la pastelería. El aroma a vainilla y canela es lo primero que percibo, y las vitrinas exhiben exquisitos macarons, galletas y tortas de múltiples capas. El suelo de baldosas blancas y negras crea un patrón hipnotizante bajo nuestros pies.
Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, la luz del sol filtrándose a través de las cortinas de encaje mientras la encargada no tarda mucho en traer nuestros pedidos, así que con una sonrisa recibo mi taza de capuchino. La conversación fluye entre mi mejor amiga y yo mientras compartimos croissants. El vapor del café recién hecho se mezcla con la luz tenue del lugar. Alice, con su cabello castaño y ojos chocolate, parece inquieta. Sus dedos juegan con la taza de té.
—¿Y te regaló un perrito? —pregunta con voz ligeramente ansiosa, parece obsesionada con el tema.
—Sí, es un pequeño dálmata llamado Sparky —respondo, mordisqueando uno de los croissants—. Puedes verlo más tarde en mi departamento, si quieres.
Alice sonríe y asiente. Luego, su expresión se vuelve más seria.
—¿Tienes que ir al hospital hoy? —inquiere, mirándome con curiosidad.
—Sí, debo seguir con las pasantías —suspiro—. ¿Y tú qué harás?
—Delian me invitó a salir... —su voz se torna suave—, así que pasaré la tarde con él.
—¿Jackson no te volvió a molestar? —cuestiono con curiosidad viendo como Alice se atraganta con las galletas.
Me río.
—Algunas veces, pero lo amenacé y espero entienda que no puede haber nada más entre nosotros.
—Vale... —el celular suena y pronto lo saco del bolso dándome cuenta de que se trata de una videollamada.
Mi sonrisa crece al notar el contacto de Milena. Su imagen aparece en la pantalla, tiene el cabello pelinegro, corto y lacio como de costumbre, su rostro está enmarcado por los ojos verdes y el singular piercing de la nariz que le da ese toque rebelde.
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Incendio (ECLIPSE libro #1)
Roman d'amourSERIE ECLIPSE, LIBRO #1 Juliette Grimshaw, es una estudiante de medicina, cuya rutina suele complicarse luego de un incendio que casi le cuesta la vida. Las cosas se vieron difíciles luego de la pérdida de su familia y por ello busca trabajar como s...