Incendio (ECLIPSE libro #1)

5.

—¿Qué tal te fue? —Pregunta Jackson dejando de comer para observarme —Stacy me dijo que te retiraste a media noche.

—Estaba un tanto nerviosa, y me dió vergüenza decirle... Ya sabes. —Miento.

Veo distraídamente hacia cualquier otro lugar para evitar su mirada, pero mi hermano es inteligente y carraspea para que fije mi visión en su persona. Al verlo puedo notar una de sus cejas arqueadas, como si con aquel gesto me exigiera soltar la verdad.

Aún así, tengo unos segundos de duda ya que no quiero decepcionarlo. Aunque viéndolo desde otro punto, lo mejor es ser sincera. Le debo todo a Jackson y no puedo actuar como una niña.

»Me escapé a una despedida de soltero, digo, a trabajar claramente. Fue una enorme oportunidad que no podía desaprovechar. —Le explico. —No te enojes conmigo, Jackie.

—¿Y cómo no voy a enojarme? —El sarcasmo tiñe su voz —Si mi única hermana arriesga su seguridad en una despedida que no tiene absolutamente nada que ver con lo acordado.

—Lo siento... Yo, solo pensé que sería mejor. —Soy incapaz de mirarlo a los ojos porque tiene razón y fue un poco-bastante irresponsable de mi parte. —No volverá a suceder.

—Pudo pasarte algo, Juliette. No puedes exponerte así.

—Lo sé...

Antes de que pueda sentirme peor, veo como sus brazos me rodean de una forma cálida y fraternal. Sé que no debí haber roto las reglas de esa manera, también sé que mi hermano solo desea protegerme y dejarme trabajar en ésto demuestra que me tiene una confianza muy grande. Nunca estuvo de acuerdo pero me brindó su apoyo y por ello no merece que yo vuelva a cometer otra locura de esas.

—Al menos la próxima llévate un guardia de seguridad.

—Te quiero, Jack. —Sonrío en medio de  la melancolía.

Sinceramente, no sé que haría sin él.

Jackson podrá ser muy hijo de puta en sus relaciones, pero como hermano es de los mejores. Me ayudó bastante siendo una desconocida y mucho más ahora siendo su media hermana. Mi luz se apagó hace mucho pero él ha logrado encenderla poco a poco, es la única familia que me queda y no quiero causar nada que arriesgue nuestra confianza.

Al terminar el almuerzo, veo no muy lejos una figura femenina que se me hace conocida. Carga un enorme sombrero  playero junto con unas gafas oscuras, al voltear puedo observarla de frente dándome cuenta que se trata de Milena. De inmediato le hago una seña, por lo que se acerca tomando asiento frente a nosotros.

—¡Buenas tardes, Jul! y hola... —Se queda en silencio sin saber como saludar.

—Jackson. —Se presenta.

—Es mi hermano. —Añado.

—Un placer, soy Milena.

—El gusto es mío, nena.

Giro los ojos de forma automática. No sé cuándo llegará el día en que mi hermano suelte ese vicio de caerle a todas.

—¿Por qué el modo incógnito? —Pregunto tratando de cambiar el tema, y porque en verdad me causa gracia la vestimenta exagerada de la pelinegra.

—No quiero que Gabriele me vea.

—¿Gabriele? —Cuestiono.

—Larga historia.

Mi hermano no presta mucha atención porque tiene los ojos fijos en su iPhone. Incluso me asomo para chismear aquello que no para de mirar, y me sorprendo aún más cuando noto que es una fotografía de Alice junto a Delian. Abro mis ojos de forma exagerada porque se ve claramente que tienen más que una simple amistad.