Juro que mataría a ese idiota por interrumpir mi momento con Lucy. Había deseado este momento desde hacía días, pero el inoportuno de Gray tenía que venir a fastidiarlo todo.
Intenté prestar atención a lo que teníamos que hablar, pero mi mente estaba en otra cosa. Concretamente en una rubia que me sorprendía cada día más. No la creí capaz de hacer algo como lo que minutos antes estábamos haciendo. Estábamos a punto de hacerlo en la mesa de mi despacho. Sinceramente, jamás había hecho algo así. Así que por otra parte también estaba sorprendido por mí mismo. Lucy despertaba en mí un lado que no conocía. Me gustaba. Mucho. La quería con locura. Estaba más que seguro que Lucy era la mujer de mi vida. Aunque tuviera sus momentos de niña, sabía que detrás de toda esa inocencia, había una mujer arrebatadora y quería verla. Quería ver todo de Lucy.
Deseaba que la reunión terminase para poder estar con mi bella novia. Me había gustado oírla decir que yo era su novio. La tenía de vuelta, e iba aprovechar cada minuto que tuviera disponible.
—Y para acabar. Mañana vendrá la persona que envía el nuevo inversor —eso captó mi atención.
—Sting Eucliffe —dijo Lisanna.
—¿En verdad no sabes quién es? —le preguntó Juvia. Lisanna negó.
—No. Vendí las acciones con un intermediario.
—¿Qué intermediario? ¿Zeref? —la acosó Gray.
—Eso no es importante ¿No crees?
—¿Es Zeref? —le pregunté seriamente a Lisanna. Ella negó.
—No es el accionista.
—Pero es el intermediario —dije. Lisanna no contestó, por lo que entendí que así era.
—Has metido al lobo en la madriguera Lis —dijo Juvia.
—No es el accionista —repitió.
—¿Y qué? La rivalidad que tiene con Natsu es tal que solo para fastidiar metería al mismismo diablo aquí dentro —espetó mi amigo.
—Me dijo que era alguien fiable. Que no quería la quiebra de la empresa. Al contrario.
—¿Y te lo creíste? ¿Caíste en su palabra de mujeriego y te abriste de piernas?
—¡Gray! —dijimos Juvia y yo a la vez. Entendía su enfado, Zeref podía hacer peligrar la empresa que tanto trabajo nos había llevado, pero no era para faltarle el respeto así a Lisanna.
—Perdonadme, pero no entiendo cómo nos ha podido traicionar así. No quería creerlo, pero ve.
—¡Estaba enfadada! ¡Quería irme de aquí!
—¡Pues nos hubieras vendido las acciones a nosotros!
—¡Quería...! Quería...
—Fastidiarme —la miré. Lisanna agachó la mirada—. Está bien Lisanna. Lo hecho, hecho está. Asumo mi culpa. Si no hubiera hecho lo que hice no habrías recurrido a hacer algo así. Así que si pasa algo en la empresa será mi culpa. No tuya.
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PROPUESTA LABORAL
RomanceNatsu Dragneel, empresario de éxito, apodado el Dragón de fuego. Conocido por sus seres queridos como la persona más exigente, irritante y de mal carácter que puedas encontrar. Lucy Heartfilia, estudiante de penúltimo año de carrera. Para Lucy, la v...