Natsu Dragneel, empresario de éxito, apodado el Dragón de fuego. Conocido por sus seres queridos como la persona más exigente, irritante y de mal carácter que puedas encontrar.
Lucy Heartfilia, estudiante de penúltimo año de carrera. Para Lucy, la v...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aún estaba perplejo por lo que había pasado con Lucy. No podía entender como de la noche a la mañana nuestra relación hubiera dado un giro tan radical. Habíamos peleado, eso estaba claro, quise disculparme, pero viendo el resultado no había ido demasiado bien.
—Eres idiota, amigo —miré a Gray. Me extendió un vaso de whisky. Lo tomé sin rechistar mientras me sobaba un poco la cara. Aún me dolía la bofetada que me había dado Lucy.
—No medí mis palabras. Estaba enojado. Es más terca que yo ¿te lo puedes creer? —Gray rio y se recostó en el sofá de mi casa con su vaso de whisky— No es gracioso.
—Sí lo es. Has dado con alguien igualito que tú. Aunque un punto a favor para mi cuñada. Ella es muuucho más amable y empática que tú —lo miré mal. Bebió de su vaso—. Es cierto, no lo puedes negar —hice una mueca. Tenía razón—. ¿Qué piensas hacer? —suspiré y me recosté.
—Ni idea. No ha respondido mis llamadas y le he enviado mensajes. Su respuesta "vete a la mierda" —Gray se carcajeó.
—Esto es genial —golpeó el sofá con la mano mientras se reía de mí—. Creo que nadie te había enviado a la mierda nunca. Es algo nuevo.
—Sí... —miré el líquido ambarino de mi vaso— No deja de sorprenderme.
—Estás enamorado de ella hasta las trancas —fruncí el ceño—. Vamos, tienes una sonrisa boba dibujada en la cara —rodé los ojos—. No la dejes escapar amigo, nadie es capaz de aguantar tu agrío carácter y has dado con la orna de tu zapato.
—Si al menos me contestara... —releí su amable mensaje de nuevo. Era cierto, nadie me había enviado a la mierda nunca. Estaba realmente enfadada.
—Dale tiempo. Ahora está dolida por todo lo que ha pasado. Cuando se calme lo verá de otra forma.
—¿Y si no se calma?
—Debes darle tiempo. Se calmará. Hasta la fiera más feroz se calma.
Esperaba que Gray tuviera razón. Quería a Lucy y sabía que mis palabras le habían dolido. Necesitaba que me perdonara y no sabía cómo. Esperar no era mi fuerte.
—A todo esto. Hemos recibido un email de los nuevos accionistas —eso me sorprendió.
—¿Cuándo? ¿Qué han dicho?
—Fue a última hora. Enviarán a alguien primero, quieren ver el funcionamiento de la empresa —fruncí el ceño—. Sí, a mí también me parece extraño. No entiendo el porqué de tanto secretismo.
—Yo tampoco, pero debemos estar alerta —Gray asintió. Me quedé viéndolo, tenía un semblante pensativo— ¿Qué piensas?
—En tu primo —lo miré confundido—. Vamos, es un casanova. ¿Y si de alguna forma hubiera engatusado a Lisanna? ¿Y si él es el nuevo accionista?
