Aún no podía borrar mi sonrisa de la cara al ver a Lucy tan despampanante y retadora conmigo. Había sido una gran sorpresa lo que había salido en las revistas del cotilleo, pero esperaba poder pararlo. Lo que no me esperaba era ver entrar a Lucy a mi oficina toda empoderada y con ese vestido ajustado que le quitaría el sentido a más de un hombre, incluido yo.
Su mirada era amenazante y retadora y eso solo me avivaba más a seguir con esa farsa, quería ver de lo que era capaz esta desconocida.
—Si no lo paras te arrepentirás —sentenció. Amplié mi sonrisa de forma arrogante, eso la enfureció más. Había quitado de su vista la grapadora, la veía muy capaz de lanzármela, pero había otros objetos que podría lanzarme.
—¡¿Esto es en serio?! —la voz de Lisanna interrumpió nuestra guerra de miradas. Abrió la puerta sin más y entró. Se detuvo al percatarse de la presencia de Lucy. Llevaba la misma revista que Lucy había traído— ¿Vas a casarte con ella? —Lisanna ignoró a Lucy. Me miraba directamente a los ojos. Asentí y pude sentir la mirada de Lucy, pero no dijo nada— Apenas lleváis saliendo unas semanas ¿cómo es posible?
—¿Por qué vienes a cuestionar nuestra relación? —me sorprendí por las palabras de Lucy— Deberías darnos la enhorabuena y marcharte —mi fierecita era toda una gata.
—Enhorabuena —Lisanna se forzó a sonreír—, espero recibir pronto la invitación.
—Descuida —dijo Lucy. Lisanna no tuvo más remedio que salir por la puerta, no sin darme una mirada de reproche que ignoré. Fui a abrir mi boca, pero Lucy me detuvo—. Solo he fingido. Para las noticias, mi tía no puede enterarse por unas revistas.
—Entonces lo que debería hacer es ir a presentarle mis respetos y pedir tu mano.
—¡¿Estás loco?! —no pude evitar soltar una carcajada. Lucy me miraba furiosa. Me levanté y acerqué a ella. Me miró extrañada y yo la miré de arriba abajo— ¿Qué miras? —la verdad es que estaba muy bonita. Más de lo habitual, parecía que se había arreglado con mucho esmero— ¿Por qué me miras así? —la vi retroceder un paso.
—Estás... diferente —alzó una ceja.
—¿Diferente? —asentí— ¿En qué sentido? —sonreí.
—En el sentido que voy a ser un hombre envidiado.
—¿Qué? —reí y la tomé de la mano— ¡Eh! ¿Dónde vamos? —la estaba arrastrando conmigo. Salimos de mi despacho y ella cesó por unos segundos sus reclamos. Sentí la mirada de todos.
—Gray —lo llamé, estaba con Juvia y Lisanna, los tres hablando cerca del despacho de Juvia—, nos marchamos. No sé si volveré —no esperé su respuesta. Volví a avanzar.
—¿Se puede saber a dónde vamos? —inquirió Lucy— ¿No me digas que vamos a ver a mi tía? —reí de nuevo y negué cuando entramos al ascensor.
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PROPUESTA LABORAL
RomanceNatsu Dragneel, empresario de éxito, apodado el Dragón de fuego. Conocido por sus seres queridos como la persona más exigente, irritante y de mal carácter que puedas encontrar. Lucy Heartfilia, estudiante de penúltimo año de carrera. Para Lucy, la v...