Kim Jisoo es una de las mayores herederas de Corea, pero también es detective de la CIA, luego de una larga misión en los EE.UU es llamada por desde la central reportándole que su nueva misión esta en marcha y que ella debe capturarlo en el aeropue...
La pelinegra no daba mas estaba en el avión para ir a Corea del Sur y no paraba de tiritar, la azafata le había entregado una frazada, pero ella sabia que la perdida de sangre era lo que la tenia tan débil, por mas que a momentos se cambiaba los vendajes nada funcionaba solo le quedaba esperar.
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Pensamiento de Jisoo: Dios por favor que falte poco para ver a mi rubia.
- Señorita disculpe se encuentra bien.
- Si solo quiero saber cuanto falta para llegar a Seúl.
- A pues faltan 20 minutos.
- Gracias. dijo para acomodar su asiento y cerrar sus ojos aun quedaba un largo camino, pero ella sabia muy bien que apenas llegase al aeropuerto le llamaría a su mujer.
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Mientras la rubia sentía una opresión en el pecho no sabia que era lo que le pasaba, pero sentía que algo malo le había pasado a Jisoo lo cual la hizo sentir que moría por dentro intento pensar en cosas buenas para no hacerle mal al bebe, pero cada vez que intentaba relajarse sentía un miedo recorrer su cuerpo, fue a buscar una de las poleras de su pelinegra, se coloco un poco de su perfume e intento calmarse.
Daba respiraciones cortas intentando estar mas tranquila no sabia que era lo que le pasaba solo sabia que su bebe estaba alterado pateaba y se movía de forma inquieta.
Pensamiento de Rose: Hijo por favor cálmate necesitamos estar tranquilos, tu mami aun no a llegado hasta nosotros.
Pasados los minutos la rubia sintió su celular sonar.
Mientras en otra parte una pelinegra a duras penas acababa d bajar del avión y lo primero que hizo fue llamar a su agencia, para los primeros auxilios, luego de esto llamo a Rose.
Llamada
- Amor. dijo apenas.
- Jisoo amor, donde estas. dijo la rubia acelerada.
- Amor anota la dirección. decía débil.
- Amor que te pasa. Dijo asustada.
- Muñeca por favor solo escribe. decía mirando borroso y notando como sus primeros auxilios llegaban de manera disimulada.
- Esta bien. Decía asustada.
- Calle xxxxxx con xxxxx.
- Amor esa no es una clínica. decía mientras anotaba cuando
- S...si a...mor . dijo para dejarse ir en la camilla.
- Amor.
- Solo ven. dijo para colgar.
Fin de la llamada
La rubia no lo pensó dos veces sabia que estaba embarazada y que no debía salir por ningún motivo porque si eso sucedía los paparazis sabrían el secreto de su futura esposa, pero eso no le importo simplemente le importaba ver a la pelinegra y saber que estaba bien.
Así que condujo por las calles de Seúl con algo de aceleración, pero respetando todas las normas de transito.
Pensamiento de Rose: Por favor Jisoo que estes bien no me puedes dejar sola menos ahora que estamos esperando un bebe por favor avancen que tengo que saber que esta pasando.
Mientras la pelinegra estaba entrando en la clínica, el doctor no entendía que pasaba solo revisaba a la paciente, pensando que era una norcoreana que había escapado y como no pensarlo si tenia todos los signos, en un principio su ropa, luego las marcas de golpes y la serie de hematomas que pintaban su piel junto con los cortes en esta.
- Llevemos la a pabellón debo ver su estado.
La reviso y noto que había perdido mucha sangre así que le hicieron transfusiones, luego le revisaron el resto de su cuerpo encontrando una costilla rota y un esguince de tobillo junto a esto el corte profundo que debían cerrar para detener el sangrado.
- Doctor se nos esta yendo. decía la enfermera que veía como la Sat y la FR descendían en picada.
- Mierda y los latidos.
- Están empezando a acelerarse.
- Mierda esta entrando en paro, aléjense. decía para comenzar con la reanimación al oír el ensordecedor pitido que significaba el paro cardiaco.
- Ponle adrenalina.
- Listo a un lado. dijo para empezar a desfibrilar.
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La rubia acaba de llegar a la clínica y lo único que hizo en ese momento fue ir a el mesón y pedir información.
- Sabe donde esta Kim Jisoo.
- Es información clasificada.
- Soy su prometida. dijo seria.
- Esta en cirugía. dijo con una mueca sabiendo que estaba muy grave cuando llego y notando el vientre abultado de la rubia.
- Como que en cirugía que le paso.
- No lo se, pero a lo que termine su cirugía el medico le dará la información así que le aconsejo que en su estado valla a sentarse y tranquila. dijo sin ser lo mas positiva posible.
La rubia no sabia que mas hacer si llorar por la desesperación o esperar con desesperación lo que ocurriría.
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3 Horas después
La rubia no daba mas de la angustia y lo único en lo que pensaba era que por favor estuviese viva.
- Familiares de la señorita Jisoo Kim.
- Yo. dijo la rubia de inmediato y al verla el rostro del doctor se destrozo aun mas.
- O señora su.
- Prometida.
- Ella llego con muchas lesiones, la verdad es que pensé que era norcoreana, pero teniendo en cuenta su agencia ya se lo que a pasado, necesito serle muy sincero ella se nos fue dos veces y tuvimos que inducirla a un coma, para que ella pueda recuperarse de mejor forma.
- Entonces no esta en peligro. dijo ilusionada.
- No me refería a eso, solo quiero que sepa que ella sigue en riesgo y puede ser que nunca despierte es por esto que necesito que en este caso solo no pierda la esperanza sea fuerte. dijo con pena al no poder decir mas.
La rubia sintió que su mundo se derrumbaba y solo quiso decírselo.
- P...Puedo verla.
- Claro venga. dijo para acompañarla sabia que era muy peligroso que se desmayara.
La rubia al llegar a donde estaba Jisoo no pudo evitar llorar la pelinegra se encontraba conectada a maquinas y con un tubo en su boca.
- Dios amor que te paso. dijo al borde del llanto.
- Se que la imagen es un shock, pero debe entender que su prometida es fuerte y como se lo dije solo tenga fe.
La rubia toco su vientre deseando que por favor todo fuese un mal sueño y su pelinegra estuviese abrazándola y diciéndole cuanto los amaba a su hijo y a ella.
