Cap 32. Perdón y Amor.✓

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ELIÁN

Ella ha estado muy enferma. Erick me dijo que la llevaría al hospital para hacerle unos chequeos. Aprovecho para acostarme con ella en la cama, abrazándola como a una niña pequeña.

Le digo que quiero contarle una anécdota de mi vida, y ella asiente. Comienzo mi relato:

Elián: -Hace 30 años, nuestros padres y nuestro hermano murieron a causa de una explosión. Yo no investigué y culpé a todos los humanos. Erick no lo vio igual, y eso nos separó. Él se fue al mundo humano y yo me quedé en la manada.

En un viaje, me encontré con una niña que estaba prácticamente sola. Era mi mate; su olor era exquisito y me enloqueció, pero era humana. Mi odio hacia los humanos me hacía repugnarla.-

Mi niña me mira y escucha con atención mientras le cuento sobre mi mate. Se sorprende.

Lauren: -¿Cómo que tuviste otra mate, Elián? ¿Es ella la madre de Matías y Maykel?-

Elián:- Mi niña, por favor, escucha todo mi relato. Luego responderé a tus preguntas.-Ella asiente y guarda silencio, y yo continúo...

Elián:- Yo estaba consumido por el odio, la rabia y la ira. Quise desquitarme con ella por todo lo que sentía hacia los humanos, así que ordené que la secuestraran.

Nunca en mi vida había hecho daño a una persona inocente, pero no sé por qué la odiaba tanto.

Tenía una novia loba de la que estaba muy enamorado, y pensé que podía formar una familia con ella, que la Diosa no tenía por qué imponerse en mi vida.

Pero me equivoqué. Cuando vi a esa niña, su olor me enloqueció. Una noche, la golpeé brutalmente y la violé. Era su primera vez.-

(Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos mientras sollozo, continuando mi relato).

Ella toma mi rostro y limpia mis lágrimas. Me dice:

Lauren: Elián, mi amor, sé que te pedí la verdad. Sabía que algo pasaba con los cachorros. Voy a tratar de entenderlo.

Me da un beso en los labios.

Elián: Amor, tengo miedo, mucho miedo de que te asustes, de que veas el monstruo que fui, de que me odies y me alejes. Sé que debo pagar por mis errores, y lo haré, te lo juro.

Lauren: Amor, puedes contarme lo que quieras. No hemos compartido mucho, pero no sé si es por el vínculo, siento tu dolor y sé que es verdadero. Te amo, mi lobo, y trataré de comprenderte.

Ella toma mi rostro y lo acaricia, pero de repente sale corriendo al baño y vomita. Yo la sigo, ayudándola y limpiándola.

Elián: Mi niña, tenemos que revisarte. Me preocupas.

Lauren: Tranquilo, amor. Estaré bien. Tal vez fue algo que comí. Por favor, sigue con tu relato.-. Prosigo, aunque se me hace un nudo en la garganta.

Elián: Yo estaba tan confundido porque deseaba a mi mate con todo mi ser. Su olor me enloquecía, pero la odiaba por ser humana. Sin embargo, empecé a tomarla, violarla y golpearla cada vez más seguido. Ella luchaba, pero con el tiempo se rindió.

Un día, cuando la cambié de lugar, intentó escapar. Llegué lleno de ira y rabia. La tomé por la garganta, la colgué con una soga de sus manos y la golpeé con un cinturón hasta hacerla sangrar.

Aun así, su olor me volvía loco, y la violé nuevamente. Fue entonces cuando descubrí que estaba embarazada. Llevaba a Matías y Maikel en su vientre.-. Lauren me mira con seriedad, dándose cuenta de que mi narración coincide con su pesadilla recurrente.

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