Capítulo 128: Todo para proteger

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Esquivé el ataque por la derecha.

— ¡Ah!.

Por desgracia, algunas garras de Dagon lograron atravesar mi hombro. Me moví hacia atrás para poner mi mano sobre la piel herida.

Dagon siguió avanzando y yo levanté mi espada.

— Ven, atacame.

— Dagon.. —Yo hablé molesta.

— ¿Que sucede? ¿Por qué no me arrancas otro ojo?. —Dagon habló en tono burlón— ¿Acaso no quieres seguir hiriendo el cuerpo de tu novio?.

— Eres una basura.. no tengo que herirte para detenerte.

Dagon se detuvo para colocar su mano en su garganta. Sus garras se aferraban de manera amenazadora. Lo está disfrutando, sabe que herirlo sería herir a Ezarel. Me sentí un poco frustrada por no sentirme capaz de herirlo.

De repente, unas púas de luz emergieron del suelo para atar a Dagon. Las púas se enredaron entre sus brazos y sus piernas para evitar que se moviera mientras se enterraban en su piel. Cuando yo giré la mirada, Leiftan estaba inclinado y con la mano en el suelo, se veía agotado, herido y con la respiración entrecortada.

— ¡_____!.

Miiko entró al Cuartel tan rápido como pudo, tenía una venda atada en su vientre.

Pero no pronunció ninguna palabra, simplemente avanzó por los pasillos, ella quería que la siguiera y si mi suposición era correcta, ella quería ir a la Sala de Cristal.

Aprovechando que Leiftan estaba reteniendo a Dagon, yo avancé y seguí a Miiko. Me sentí aliviada cuando entramos el Cristal estaba intacto, yo caminé hasta estar cerca solo para ver cómo Miiko tomaba una tiza y dibujaba unos simbolos extraños en el suelo.

— ______, saca el libro de Dadlam e invocalo, necesitamos hablar con él.

— ¿Perdon?.

Me sentí perdida por un momento pero ella no parecía querer perder tiempo.

— Si, lo sé. Sé que dentro de ese libro está la otra mitad del alma de Nikolas, es un alma que conserva un fuerte maaná. Si nos ayuda, podemos usar ese poder para hacer un sello más fuerte al Cristal. Me lo acaba de decir Leiftan.

Supongo que Leiftan escuchó mi conversación con Dadlam. De cualquier manera, era nuestra única oportunidad. Tomé el libro que colgaba de mi cinturón y abrí las páginas que estaban vacías, no hacia falta pronunciar su nombre porque repentinamente, estalló una luz frente a nosotras y Dadlam estaba ahí, mirando de un lado a otro con una mirada casi perdida.

— Dadlam, necesitamos..

Mi voz fue interrumpida por él.

— Lo sé. —Dadlam avanzó hasta estar sobre los símbolos que había dibujado Miiko.— Nunca entendí el propósito de mi vida, tampoco la razón de estar en un lugar oscuro de un libro, ¿Quizá mi misión fue siempre proteger este mundo?.

Miiko y yo nos miramos.

Debe ser difícil explicarle que Nikolas dividió su alma y que una de ellas esté sellada en un libro, es como un niño que no sabe porqué está aquí. No quiero abrumarlo con palabras, además, realmente apreciamos su ayuda.

Dadlam extendió sus manos para tocar el Cristal y los símbolos en el suelo comenzaron a brillar con más intensidad. La imagen de Dadlam que era la forma de Nikolas, se desvaneció en el aire para formar una especie de cadena que rodeó el Cristal. Miiko terminó de pronunciar algunas palabras y finalmente, las cadenas se ataron con fuerza.

— ¿Ya está listo?. —Pregunté.

— Si, fusionó el sello del libro con otro sello y ahora está atando al Cristal con fuerza.

El libro que tenía en mis manos también se desvaneció.

Espero que estemos haciendo lo correcto.

En ese momento, las puertas de la Sala de Cristal salieron explotando por los aires. Tanto Miiko como yo nos inclinamos por la espesa nube de humo que se formaba a nuestro alrededor. Cuando levantamos la mirada, solo observamos cómo Leiftan se quejaba de dolor en el suelo. Al parecer, Dagon lo lanzó con tanta fuerza que logró romper las puertas de la Sala de Cristal.

— _______, cuida el Cristal.

Tan pronto como Dagon estaba avanzando por las puertas, Miiko se lanzó en el aire y su verdadera forma salió a flote.

Un enorme zorro blanco de nueve colas apareció frente a mí, con sus colas moviéndose de un lado a otro. Me quedé perpleja por la escena, no pensé que Miiko tenía una forma tan espléndida como esta. Miiko formó una bola de fuego azul en su boca y lo lanzó con fuerza en dirección de Dagon.

Tuve que colocar el brazo sobre mi cara al sentir tanto calor del fuego. Pero aunque era incómodo para mi, Dagon solo levantó su mano para detener la bola de fuego de manera muy fácil, expandiéndose a nuestro alrededor. Había una leve sonrisa en su rostro, como si estuviera divertido al ver que nadie podía estar frente a él.

Al ver que el fuego era inútil, Miiko se lanzó en un ataque cuerpo a cuerpo. Abrió su mandíbula para intentar devorarlo con sus dientes pero Dagon era muy rápido y sabía esquivar los ataques. Y luego de una batalla que no parecía tener fin, Dagon levantó su pierna y pateó tan fuerte a Miiko que su cuerpo chocó contra la pared.

— ¡Miiko!.

El enorme zorro blanco pronto desapareció en el aire para dar con la forma humana de Miiko, se encontraba débil. Cuando yo me giré hacia Dagon, los medallones que estaban incrustados en sus brazos comenzaron a brillar.

El vínculo con el Cristal.

Las cadenas que hace poco Dadlam había envuelto al Cristal comenzaron a temblar, el sello estaba perdiendo fuerza. Como los medallones son parte del Cristal, es normal que quieran convertirse en uno otra vez. Pero Dagon absorbió los medallones, no sólo los medallones entraran al Cristal, sino que Dagon también. Yo avancé hasta el sello y enterré mi espada en medio de las cadenas.

Liberé todo el poder que tuve en mis manos para fortalecer el sello.

— Es inútil.

Dagon me veía de manera burlona.

Pero decidí no prestar atención, cerré los ojos con fuerza y liberé mi poder a través de la espada para fortalecer el sello. Pero mientras yo estaba concentrada, escuché la voz de Ezarel.

Escojan

A) (Abrir los ojos)

B) (Mantener los ojos cerrados)

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora