Capítulo 21: Envenenamiento

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— Esto ..

He volteado la mirada a un lado, sentía mi rostro arder pero cuando lo hice, he sentido un abrazo fuerte por parte de ella.

— ¡Es un gran avance!.

— ¿D-De verdad?. —Traté de no ponerme más nerviosa.— Sin embargo, para Ezarel no fue nada.

— ¿Tu crees que Ezarel va a decir que le gustó? Claro que no .. pero él no te detuvo en ese momento, así que si, es un avance. —Ella me soltó y dio una gran sonrisa.— ¿Haz vuelto a tocarlo?.

— No, desde el campeonato, no lo he visto mucho y tampoco he querido tocarlo, aún tengo miedo de que me diga algo, después de todo, las veces que me ha tocado, ha habido un motivo: los besos en la mano, cuando superé mi fobia o cuando estaba lastimada y me cargaba.

— Estas siendo muy dura contigo _____.

No sé porqué sentí una gran presión en el pecho.

— Tal vez.

— Ya vendrá con el tiempo, no te desanimes .. Ya sé, ve a buscar a Miiko para que te asigne una misión, así tal vez salgas de estas cuatro paredes. —Ambas reímos y ella salió.

Tenía razón, todo vendrá con el tiempo, debo ser paciente.

Me he levantado con paso decidido, ya que no podía seguir estando en cama, creo que me siento muy bien luego de los buenos medicamentos que me ha dado Eweleïn. Salí de mi habitación y levanté los brazos con gran energía, siento que vivo otra vez.

Estoy segura que Miiko no me lo dejará fácil pero no pierdo nada intentándolo. He caminado hasta la sala y antes de entrar, Miiko se encontraba en una charla con Leiftan.

— ¡No puede ser envenenamiento!.

— Aún así, no se puede descartar esa opción.

He preferido alejarme, no es bueno espiar y creo que se encontraban en una conversación muy importante. He dado unos pasos atrás pero choqué con alguien.

— ¡Lo siento!. —Me volteé rápidamente.

— ¿Estabas espiando a Miiko?. —Dijo Nevra y fue muy directo.

— No, para nada, no es asunto mío.

— Bien .. por cierto, Ezarel se encuentra en la forja. —He levantado las cejas sorprendida.

— ¿Eh?.

— ¿No quieres verlo?.

No sé que decir, me quedé callada tratando de ignorar lo que dijo pero creo que me puse muy roja. Nevra no pudo evitar reír.

En ese momento, Leiftan salió de la sala y nos sonrió a ambos antes de continuar con su camino, me he despedido rápido de Nevra y me apresuré a entrar a la sala, antes de perder a Miiko de vista.

Cuando entré, el cristal ya no se encontraba ahí, el lugar se veía mucho más grande, no pude evitar mirar el lugar como si fuera la primera vez que estaba ahí. Miiko se encontraba caminando de un lado hacia otro, parecía muy preocupada.

— Miiko yo ..

— ¡Oh, tú!. —Ella se acercó a paso acelerado hacia mi.— Te tengo una misión.

Ha salido mejor de lo que esperé.

— Claro, la acepto.

Ella me miró aliviada y suspiró.

— Que bueno, tienes que ir al refugio y preguntarle a la gente sobre el asunto del envenenamiento, que hicieron, donde han estado, que comieron.  

— ¿El envenenamiento?. —Bien, tomaré el consejo de los chicos, siempre preguntar los detalles antes de aceptar una misión.— ¿Eso no me pone en peligro?.

— No es algo que se contagie por el aire, no te preocupes, estarás bien.

— Esta bien, ¿Cuando comienzo?

— Hoy mismo. —Ella tomó su bastón.— Los chicos acaban de regresar de su misión, preguntale a uno de ellos para que te acompañe.

— De acuerdo.

Miiko salió por la puerta, parece que tenía prisa, al menos me alegro de haber hablado con ella antes de que se fuera. Salí también y tomando el comentario que dijo Nevra, me dirigí hacia la forja.

Cuando abrí la puerta, no se encontraba nadie

— Vaya, esta vacío ..

¿Acaso tenía que hacer lo mismo que en la habitación de alquimia? Sin dudar, he vuelto a cerrar la puerta y la toqué tres veces. Cuando la abrí, Ezarel se encontraba ahí, mirando un instrumento parecido al matraz que hay en mi mundo.

Me he acercado hacia él y pareció darse cuenta.

— No. —Dijo.

— ¿Eh? ¡Pero no he dicho nada!. —Él seguía mirando el matraz.

— De acuerdo, dilo.

— ¿Como estas?.

— No.

— ¡Ezarel!. —No me lo puedo creer.

— _____, admitelo, no eres alguien que habla para preguntar "Como estas"sin querer saber o hacer algo a cambio.

No he podido evitar murmular por lo bajo.

— De acuerdo, bien, tu ganas, tengo que hablar con la gente del refugio para saber más del asunto del supuesto envenenamiento.

Ezarel se quedó callado, dejó el matraz en una mesa y me miró.

— De acuerdo, te acompaño.

— Vaya cambio de humor. —He cruzado los brazos.

— Soy jefe de guardia, por supuesto que debo preocuparme por la gente del refugio. —Sin embargo, no sé si fue imaginaciones mías o noté una mirada triste en él.

No he querido decir ningún comentario al respecto.

— Nos encontraremos en el mercado, no tardes.

Ambos salimos de la forja y cada uno se fue por su lado. Me he dirigido rápido hasta mi habitación y tomé mis cosas, no estaba segura de lo que le ocurrió a Ezarel pero su vida comienza a darme más curiosidad.

Al cabo de unos minutos, he salido rápido del Cuartel y me encontré a Ezarel.

— Siento la demora. —Dije.

— No hay problema.

No nos tomó mucho llegar al refugio ya que estaba cerca, así que cuando nos situamos allí, tocamos la puerta a la primera casa que vimos.

Un hombre mayor nos abrió, se veía con lágrimas y enseguida nos dejó pasar. Nos mostró la habitación de su hija y ella se encontraba en cama, se veía que estaba sufriendo y estaba sudando mucho.

— ¿Ha comido algo recientemente?. —Pregunté.

— No, nada.

— ¿Tal vez algo fuera de lo común y usted no lo supo?. —Ezarel miró a la joven.

— Tampoco, ella no suele comer mucho.

Parece que no es un problema con respecto a la comida. 

Escojan
A) (Voy a hacerle otra pregunta)

B) (Preguntar opinión a Ezarel)

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora