Capítulo 10: Día Esperado

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He decidido disfrutar del momento con Ezarel, estoy segura que es algo irrelevante por ahora.

Luego de caminar mucho, hemos decidido regresar al albergue y apenas coloqué la cabeza sobre la almohada, he quedado profundamente dormida. Ha sido un día bastante agotador y no dudo que mañana será igual.

A la mañana siguiente, me vestí y tomé mi arco junto a las flechas, hoy sería el día del campeonato y tenía que estar muy preparada. Salí del albergue y Ezarel se encontraba esperándome.

— ¡Todo listo!. —Respondí con ánimos.

— ¿Te levantaste de buen humor?.

— Si. —Además porque he disfrutado de su compañía.— ¿Tienes el medallón?.

— Por supuesto, ¿Crees que iba a descuidar algo tan importante?.

— Sólo me estaba asegurando.

— Pues confía en mi.

Me quede sorprendida por lo que dijo, era la primera vez que Ezarel me dice que confíe en él y suena un poco extraño pero puedo hacerlo.

— Esta bien.

Tuvimos que apresurarnos para llegar a ese estadio y cuando llegamos, me quedé tan asombrada de la estructura, era como si estuviera viendo el estadio de Roma pero mucho mejor. Había muchas personas entrando y Ezarel tuvo que poner su brazo por encima de mis hombros para no separarnos.

No sé si vaya a soportar tanto contacto físico de su parte.

Ezarel me llevó por unos pasillos, que llegaban hasta el centro del estadio, luego de pasar por los pasillos rocosos, llegamos hasta el centro de la arena y éramos los últimos en llegar. Todos los que eran los "pecados" se encontraban ahí, esperando junto a los caballeros y damas.

— ¿No se supone que la Soberbia debe ser la primera en llegar?. —Dijo la brownie que era la envidia.— Es una lástima que no le importe este campeonato.

— Es más decepcionante que tenga a un caballero como ese. —Lujuria se mordió el labio mirando a Ezarel.

Es como si hubiera entrado a otro mundo, otro que no es Eldarya. Preferí no darle importancia a sus comentarios, todos hablaban de acuerdo a su pecado.

— Es muy temprano para que griten. —Pereza bostezó.

— Espero que nos paguen por estar aquí. —Avaricia guardó sus monedas de oro.

El lugar parecía llenarse muy rápido y estábamos a la vista de muchos espectadores, mientras esperábamos, Jagger hizo su aparición entre la multitud e hizo una seña para que todos hicieran silencio.

— Parece que ya llegaron. —Ezarel tuvo que inclinarse a mi oído y señalar hacia una dirección.

Logré observar a Miiko y a Leiftan y en los asientos de adelante a Valkyon y Nevra, ya habían llegado y eso sólo aumentó mis nervios pero tenía que recordar lo más importante, el campeonato. 

— Doy por a inaugurado el campeonato .. ¡que decidirá el futuro del gran cristal!. —Los aplausos resonaron por el lugar.— Presentando a los herederos, Avaricia, Ira, Envidia, Soberbia, Pereza, Lujuria y Gula.

Todos sonaban muy eufóricos.

— El primer torneo que se llevará a cabo, será dentro de un Farhi.

Me acerqué un poco a Ezarel, tratando de evitar algún contacto.

— ¿Qué es un Farhi?. —Susurré.

— Un lugar donde las personas se suelen perder fácilmente.

— ¿Un laberinto?.

— Tal vez.

No estaba segura pero no parecía difícil, no es como si tuviera que usar algo de fuerza.

— El Farhi tendrá sólo cinco y únicas salidas, donde se decidirá a los participantes que ganaran, la única regla es evitar ser encontrado por los familiares y si son encontrados por ellos, quedan descalificados.

Es como un juego de escondidas pero se las han ingeniado para hacerlo dentro de un laberinto.

— Una vez que lleguen a la salida, tienen que tomar la bandera que hay al final, es la única manera de ganar, si se pierden y no llegan a tomar la bandera, también quedan descalificados. —El público se asombró.— Eso es todo y tengan cuidado, los familiares tienen oídos finos.

Los aplausos volvieron a resonar y Jagger tomó asiento, todos se estaban preparando pero no sabía como se iba a realizar.

— El campeonato será a base de magia e ilusiones, así que el campo de arena tomará forma dependiendo del torneo. —Me explicó Ezarel.

— Ya veo.

— ¿Hay alguna manera de que los humanos sean silenciosos?.

— Pues no respiran mucho y caminan en puntillas.

— Bien, quitate los zapatos.

— ¿Perdón?.

¿Como iba a participar sin zapatos?, era una completa locura, ni siquiera quiero imaginar si es suelo es rocoso.

— Tienes que ser silenciosa y es probable que no tengas alguna habilidad como la de Nevra.

Ezarel lo estaba analizando todo.

— Tienes razón pero ... —Cerré los ojos unos segundos y suspiré.— Esta bien, lo haré.

Espero no arrepentirme, tuve que inclinarme y quitarme las botas, sin embargo, me dejé puesto los calcetines, no quería que mis pies se enfrentaran a un suelo frío o caliente. Una vez que lo hice, se las entregué a Ezarel y él me entregó el medallón pero cuando lo tomé, también me había entregado unas pequeñas piedras.

— ¿Y esto?

— Las vas a necesitar. —Ezarel se dió media vuelta, dispuesto a irse pero lo llamé.

Escojan
A) Gracias ..

B) Deseame suerte ..

C) ¡Definitivamente voy a ganar!


















S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora