Capítulo 66: Ayuda canina

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Levanté la mano tan rápido como pude, como si quisiera que toda esta pesadilla terminara de una vez por todas. Toqué la puerta unas cuantas veces y esperé unos segundos, sin recibir ninguna respuesta.

Un poco confundida, volví a tocar la puerta y esta vez se abrió por si sola. No habían puesto ningún tipo de seguro o tal vez no lo hicieron bien. De todas formas, no podía seguir en un largo suspenso, ya había perdido demasiado tiempo. Así que sólo empujé la puerta y entré en aquella tienda.

— ¿Hola?. —Dije una vez adentro, pero ni siquiera había medido el tono de mi voz, no creo haberlo dicho como un grito pero tampoco tan suave como un susurro.

En vez de escuchar una respuesta, mis oídos sólo captaron el sonido de un vidrio, quebrándose en el suelo. Di unos cuantos pasos antes de girar en una estantería y me encontré con Ashkore que se encontraba de espaldas, mientras limpiaba sus anteojos. Estaba frente a una mesa, llena de algunos frascos y papeles.

— ¿_____?. —Él volteó su mirada hacia mi.— Ah, eras tu, lo siento, el sonido de la puerta me hizo asustar. —Rió un poco y a su vez, se inclinaba para recoger los trozos de vidrio que estaban en el suelo.

— Espera .. —Dije precipitadamente.— ¿Esa no era la cura de Ezarel? ¿O si?.

— Oh, no no, estaba trabajando en un experimento personal.

Por unos segundos, mi corazón se había detenido.

— La cura está allá. —Levantó su mano mientras señalaba a un estante que se encontraba a unos metros adelante de mi, asi que me acerqué ahí.— No fue fácil, lo admito.

— ¿Esta es la cura?. —Tomé un frasco, cuya esencia era roja y parecía estar dando vueltas en un pequeño remolino.

— Así es, sólo abre el frasco frente a él y deja que la pócima haga lo suyo. —Murmuró luego de haber recogido los fragmentos de vidrio.— Por cierto, en las calles están hablando de una boda, me parece extr..

— ¿Una boda?. —Lo interrumpí, aunque ya estaba teniendo una idea. Gruñí por lo bajo y luego suspiré.— Han pasado muchas cosas Ashkore, tal vez en algún momento te lo cuente pero .. ¿Sabes exactamente donde se va a realizar la boda?. 

— Bueno, escuché que sería en la fuente de las luciérnagas pero realmente no sé donde queda ese lugar.

— Esta bien, ya me las arreglaré, ya haz hecho suficiente por mi con sólo preparar la cura, te lo agradezco, de verdad.

Él pareció sorprendido por mis palabras pero tenía que decírselo, si no fuera por él, no sabría que hacer con la situación de Ezarel. Probablemente me hubiera sentido perdida. 

— No fue nada, aprendí mucho gracias a ti, así que estamos a mano. —Sonrió con una amabilidad que logré ver en sus ojos.— Será mejor que te apresures, la boda comienza en el atardecer y no falta mucho.

— Tienes razón, ¡Gracias!.

Me aferré al frasco y lo sostuve como si mi vida dependiera de ello. No espere más, asi que corrí hasta la puerta de la tienda y salí a la calle.

A pesar de no saber el lugar, ni la dirección, eso no me detuvo.

Sin embargo, paré en seco cuando observé una criatura que se parecía a un perro negro y estaba frente a mi. No hizo nada, sólo me miraba fijamente y eso fue suficiente para hacerme sentir un escalofríos que recorrió por mi espalda, recordándome pésimos momentos. Luego inclinó la cabeza y dejó caer un pergamino de su hocico que comenzó a rodar hasta mis pies.

Maldije unos segundos por mi falta de tiempo pero mi curiosidad fue mas grande y tuve que inclinarme despacio, sin quitar la mirada a aquel perro negro mientras tomaba el pergamino. Después me reincorporé y comencé a quitar el pequeño listón que lo envolvía, seguido de esto, lo desenrollé.

Era un mensaje que estaba escrito en mi idioma y además de eso, en la parte superior decía mi nombre y un poco más abajo, el de Nevra.

"_____, tal vez no pueda hacer mucho ahora pero creeme que estoy vigilando a Ezarel muy de cerca. Sé que tus pequeñas piernas humanas no te dan para correr, así que te prestaré a mi familiar Shaitán. Es un black gallytrot y no, no es un perro negro, sube a él si necesitas moverte pero hazlo con fuerza, es muy veloz.

PD: no le toques la nariz"

Bajé un poco el pergamino mientras miraba a "Shaitán".

Él me miró unos segundos antes de sentarse en el suelo. Realmente se parece un perro negro y hasta lo creí así. Me sorprendió un poco, puesto que es la primera vez que veía al familiar de Nevra. Aún con mi curiosidad, levanté mi mano a la altura de su nariz, rápidamente Shaitán me mostró sus colmillos, como si fuera una amenaza para mi, así que sólo bajé la mano.

Di un ligero respiro y me situé a lado de Shaitán, quien se reincorporó en sus cuatro patas, esperando que me subiera.

Me subí con cuidado y sólo deseé que mi peso no le fuera un problema pero no fue así. Comenzó a andar un poco y luego sus patas se extendieron más hasta empezar a correr.

Nevra tenía razón, corría muy rápido, tanto que me tuve que aferrar lo más que pude, porque temía caerme en cualquier momento. Además de eso, estreché el frasco con la cura en mi pecho. Lo peor que podría pasar, era que se me cayera en estos momentos que más lo necesitaba.

— Hey .. ¿Sabes donde se encuentra la fuente de las luciérnagas?. —Le pregunté a Shaitán pero por supuesto, no me iba a responder.

Hubo momentos en que se detenía para oler el suelo, en ese entonces comprendí que estaba buscando la fuente por medio de su olfato. Era muy útil eso en estos momentos.

Luego de que mis brazos se entumecieran tanto por aferrarme en Shaitán, se detuvo en medio de un bosque y empezó a andar despacio. Miré a mi alrededor porque no podía reconocerlo y no encontré nada más que inmensos árboles que ocultaban nuestra vista. No estaba segura si había ido al lugar correcto o sólo faltaba poco para llegar.

Escojan
A) (Bajarse de Shaitán)

B) (Seguir encima de Shaitán)

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora