Capítulo 90: Preocupación

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¡No! No puedo dudar de Ezarel. Llevé mis manos contra mis mejillas, tratando de quitar cualquier grano de desconfianza de mi mente. Él confía mucho en mi, debo hacerlo también, además me ordenaron cuidar de Solaria hasta que los preparativos estén listos, así que no puedo alejarme de su lado. Los observé una última vez y terminaron por irse a otro lado, no los veía cariñosos ni nada, probablemente estén hablando de cualquier tema.

— ______ .. —Escuché que Solaria me llamó.— ¿Quien era ese joven qué pasó y te dejó sin palabras?.

Me ha sonreído de manera traviesa mientras mis mejillas ahora se enrojecían.

— N-No me dejó sin palabras .. —Carraspeé.— Es solo ..

— Puedo sentirlo.

Antes de que dijera algo más, sus manos tomaron las mías, cerró los ojos por un momento y exhaló de manera profunda. Como si estuviera enfocándose en el calor de mis manos y mi piel.

— Puedo sentir .. el amor tan fuerte que se tienen ustedes.

Mi cara estaba hecha un tomate.

— ¿C-Como lo sabes?. —Pregunté.

— No lo sé pero por alguna razón puedo sentir cuando dos personas se aman de verdad. El calor de piel se distorsiona cuando estás cerca de esa persona y es fácil saber cuando se le corta la respiración. Además, también logré ver cómo él te miraba de reojo. —Su dedo se apegó a mi mejilla.— Él te ama de verdad, aunque probablemente le cueste demostrarlo.

— Oh .. —Aquellas palabras fueron un calmante a mi corazón. Era como si pudiera entendernos sin siquiera saber nuestra historia, además ... podía calmarme, sentía que no iba a suceder nada malo con Ezarel.

— Me recuerdan a una vieja pareja que conocí en la tierra.

— ¿De verdad?. —Respondí un tanto entusiasmada.— ¿A quien? Dime.

— Bueno, era una pareja que sin duda, irradiaba amor. Solo se miraban a los ojos y declaraban su amor al mundo entero. —Solaria lo recordaba con una gran sonrisa.— Es una pena que .. no hayan podido estar juntos. La chica sufrió una grave enfermedad.

— ¿Y se recuperó?

Ella negó con la cabeza.

— Es por eso que debes aprovechar cada segundo que tengas con esa persona especial y tu familia. A veces los humanos, los seres vivos .. olvidan que tienen una sola vida. Aprovéchala.

Solaria me ha sonreído, antes de dejar su mano sobre la mía.

Entendía muy bien eso, aprovechar cada día pues no sabemos si llegaremos al mañana. Sin embargo, no tenía cerca a mi familia y probablemente era lo que más me destrozaba. Pero no podía desanimarme y tener una vida pesimista, pienso en Ezarel como a alguien a quien puedo llamar familia.

— Tienes razón, Solaria. Mucha razón.

— Vé con él. —Escuché.— Si tanto quieres.

— ¿Eh? Pero le dije a Miiko que estaría pendiente de ti hasta que los preparativos estuvieran listos.

— ¡No te preocupes! Daré un paseo en el refugio para saludar a la gente y luego iré con ella.

— Pero .. —Parecía querer cuidarse a sí misma pero desobedecer una orden de Miiko. No sabía la respuesta concretamente, pero fue en ese entonces ella comenzó a mirarme con ojos de cachorro, como si quisiera que me fuera con Ez a toda costa. Terminé suspirando y rezando que no me dijeran nada por esto.— Vale, tú ganas. Iré a ver a Ez.

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora