Capítulo 94: Viaje nocturno

1K 122 67
                                    

Tomé sus manos con las mías y lo he besado, Ezarel correspondió a nuestro beso mientras nuestros dedos hacían lo posible para entrelazarse. Debía aprovechar cada segundo con él, en este mundo todo podía suceder.

Hemos continuado dándonos pequeños besos hasta que sentimos la mirada de alguien, que nos hizo separar.

— Si, bueno, podemos esperar otras 2 horas para que sigan con lo suyo. —Karenn nos ha mirado con una ceja levantada y yo por mi parte, me sonrojé.— Venga vámonos ya, todos esperan.

— Es cierto, vamos. —Respondió Ezarel mientras tomaba mi mano y solo me limité a asentir con la cabeza.

Comenzamos a caminar por el Mercado, hasta por los senderos de los arcos y finalmente a las puertas. Me di cuenta que algunos miembros ya estaban ahí como Valarian y Nevra, Ezarel me terminó por decir que nos íbamos a desplazar por el bosque sin ningún tipo de iluminación, querían pasar desapercibidos, además, nos dio una pócima para ocultar nuestro aroma y evitar ser atacados por familiares nocturnos.

— No podemos arriesgarnos a que un perro negro nos ataque, como es de noche, el lugar está a su favor. —Dijo Nevra mientras le explicaba a otros miembros.— ¿Ya todos ingirieron la pócima?.

Muchos asintieron y otros terminaron por beberla con mala cara. Es cierto que no tenía buen sabor. Tuve que dejar de respirar unos segundos y beberla pero el sabor amargo quedó impregnado en mi garganta.

— Ugh ..

— ¿Quieres que te haga pociones sabor a fresa?. —Preguntó Ezarel.

— ¿Es posible?. —Mis ojos parecieron iluminar la noche.

—  No .. —Me ha sonreído y lo he golpeado ligeramente en el brazo.— Pero puedes agregar un poco de miel, así no altera la poción, es más natural.

— Lo intentaré entonces.

— ¡De acuerdo! Es momento de partir, ¡Abran las puertas!. —Dijo Nevra en voz alta y las puertas se abrieron, dando paso a nuestro camino.

Todos caminaron y nos ubicamos como estaban distribuidos los grupos, Nevra iba adelante con su grupo, luego seguía el de Karenn, y al final nosotros. Me aferré en seguir sosteniendo la mano de Ezarel, era una noche muy fría y algunos familiares imitaban los sonidos de los animales de mi mundo. La luna era la única que nos guiaba. Habré sentido caminar unos largos minutos, horas tal vez y nadie decía nada, todos querían permanecer lo más silencioso posible y si decían algo, solo susurraban.

Teníamos que tener cuidado por donde pisábamos, hubo un momento en que no me di cuenta de un tronco que estaba cerca de un árbol y casi caía, afortunadamente Ezarel logró sostenerme a tiempo. Lo único que se escuchó, fue el sonido de las ramas.

Pronto, nuestra piel se heló con el tarareo de una mujer.

"Tararara .. "

Todos nos detuvimos en seco, mirando a nuestro alrededor, sin pronunciar nada. Pude distinguir a Nevra que había levantado el brazo, indicándonos que no hiciéramos ningún movimiento. Pude darme cuenta que a lo lejos, había una joven de cabellos negros que daba vueltas mientras tarareaba, no parecía habernos visto. Solo tomaba algunas hojas mientras bailaba pero al cabo de unos segundos, se alejó. Esperamos unos minutos más para que se alejara lo suficiente, así que Nevra hizo otra seña y seguimos caminando.

No caminamos mucho, pues definitivamente era de madrugada y algunos ya sentían los ojos pesados. En ese mismo momento, comenzaron a armar las tiendas de dormir, otros se ocultaban detrás de unos árboles para armar guardia y Nevra junto a Ezarel y Karenn, se encargaron de dividirnos, quienes podían dormir, quienes hacían guardia y el cambio de turno.

Por suerte, yo estaba en el pequeño grupo de quienes podían dormir las horas completas.

— Me dormiré unas horas y luego me levantaré a hacer turno hasta la mañana. —Dijo Ezarel mientras se quitaba la chaqueta y yo me encontraba en la bolsa de dormir.

Ambos dormiríamos en la misma tienda, así que eso me hacía feliz.

— De acuerdo, procura tener cuidado. —Respondí.

— Lo haré, tengo una novia que proteger. —Ezarel se acostó en su bolsa de dormir y se acercó lo más que pudo a mi.— Me quedaré cerca de tu tienda para que nadie entre sin mi permiso. —Me ha acariciado una mejilla y mis mejillas se calentaron un poco.

— E-Está bien, gracias. —Me estaba protegiendo, era muy adorable de su parte.

— Ahora que lo pienso .. —Dijo Ezarel.— Aquella mujer que vimos hace un momento. Se parecía a ti.

— ¿Cómo?. —Pregunté un tanto curiosa.

— Bueno, si te viera de lejos y de espalda, pensaría que eras tú pero con el cabello negro .. pero por otro lado, quizá solo estoy cansado y te confundí. —Suspiró y yo me apegué contra su pecho.

— Seguramente pero de todas formas, era demasiado oscuro como para verla con claridad.

— Tienes razón. —Me ha dado un último beso en los labios antes de cerrar los ojos.— Será mejor dormir, buenas noches.

— Si, buenas noches Ez.

No he tardado mucho en cerrar los ojos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Otra vez .. otra vez veía todo oscuro, la pesadilla que he tenido en estos días parecía no desaparecer. Ahora viéndome a mi misma, no veía nada más que una oscuridad que parecía querer comerme en cualquier momento. Fue en ese entonces que sentí como una espada me atravesaba el estómago. Aquel dolor era insoportable y sentía que mi respiración se cortaba, intenté quitarme la espada pero era imposible, no se movía y en ese momento comencé a escupir sangre. Era tan doloroso que no pude soportar el dolor y grité, era una tortura, era como si algo o alguien lo hacía para verme sufrir y disfrutaba del espectáculo. Intentaba con todas mis fuerzas quitar la espada pero sólo conseguía cortadas profundas en mis manos. El suelo se llenó con toda mi sangre y mi respiración se entrecortó.

Mis fuerzas parecían agotarse poco a poco y finalmente, lo único que hice, fue esperar mi fin.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

— ¡________!. —Abrí rápidamente los ojos y noté los rayos del sol sobre la tienda, había amanecido. Ezarel me sostenía en sus brazos, parecía estar preocupado, demasiado.— No puede ser ... ______, dime ya que te ocurre, estabas gritando sin parar.

— Yo ... —Me costó un poco entender lo que sucedía, así que Ezarel me ayudó a sentarme y me dio una botella con agua que bebí como nunca. Estaba empapada de sudor.

Pronto noté que las pesadillas me tenían así y nunca se lo mencioné, no es la primera vez que me lo pregunta. Se quedó sentado a mi lado mientras su mano se quedaba detrás de mi espalda.

— Por favor .. —Escuché a Ezarel.— Dime que te ocurre, no soporto verte así.

Escojan
A) (No puedo decirle)

B) (Debo decírselo)

C) (Cambiar de tema)

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora