Capítulo 98: Luna

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Con mucho esfuerzo y con las pocas energías que me quedaban, he logrado levantar mi brazo, acercándolo hasta su máscara. El hombre enmascarado por su lado, ni siquiera se atrevió hacer algún movimiento, parecía ser que no le importaba que estuviera a segundos de quitarle la máscara.

Es así, que sostuve su máscara por mis dedos y se la he quitado.

— Le ... ¿Leiftan?. —Me he horrorizado.

Estaba viendo a aquel hombre que siempre estuvo con nosotros y que había trabajado para el Cuartel General todo este tiempo y el que me defendió la primera vez que llegué aquí. Sin embargo, me miraba fijamente con una mirada triste y tenía lágrimas en sus ojos, como si estuviera en estado de shock. Nos hemos quedado mirando unos segundos, antes de que él quitara la espada de mi vientre. Aquella acción hizo que gritara de dolor, no lo pude soportar esta vez. Mi cuerpo no respondía, así que sentía como mi cuerpo iba a desplomarse en el suelo pero no fue así, Leiftan logró sostenerme antes de caer al suelo. Ambos quedamos en el suelo y Leiftan lo único que hizo fue tenerme entre sus brazos.

— No .. esto no tenía que pasar .. —Leiftan quitaba los mechones de cabello que tenía en mi rostro. Todavía seguía llorando y yo por mi lado, solo sentía mucho frío.

— T-Todo este tiempo .. —Respondí casi sin aire.— H-Haz matado a gente inocente.

— No es lo que crees .. Yo .. —Me ha mirado desesperado, sin tener ánimo de perder tiempo.— Te voy a salvar.

He mirado como se quitaba un guante de la mano y la acercaba a su boca para morderse las venas. Fue en ese momento que lo vi sangrar en su muñeca e inmediatamente la ha acercado hasta mi boca, haciendo que bebiera su sangre. Era algo repulsivo y en el primer momento que quise rechazarlo, Leiftan se mantuvo firme en hacer que la bebiera. No podía moverme, así que terminé por beberla, era la primera vez que bebía sangre.

Cuando lo he hecho, sentía que mi piel se llenaba de calidez pero todavía sentía el agujero en mi vientre, solo el dolor dejó de ser un problema.

Pronto, había visto de reojo como Ezarel hacía un esfuerzo sobrehumano para levantarse, a pesar de estar completamente lastimado.

— ¡Aléjate de ella!. —Gritó, y clavó su espada en el suelo para aferrarse a ella y no caer.— ¡No la toques con tus sucias manos!.

Al observar a Leiftan, solo cerró los ojos, como intentando ignorar aquellos comentarios. En ese momento y por alguna razón, estaba comenzando a sentir mucho sueño. Mis ojos se cerraban y para empeorar las cosas, mi cerebro ya estaba cantando una canción de cuna.

Un momento, no la estoy imaginando.

Abrí los ojos lo más que pude e intenté agudizar mis oídos. Efectivamente, estaba escuchando una canción de cuna, alguien estaba cantando aquí dentro. La voz comenzaba a acercarse y cuando he visto a Leiftan, parecía sentirse incómodo, luego, me ha dejado en el suelo para ponerse de pie, mientras se tapaba los oídos con mucha fuerza.

Sentí que estaba alucinado, pues en un momento observé que los ojos de Leiftan parecían ponerse negros.

Después de eso, pareció tomar su espada y ha salido huyendo de ahí. No entendía lo que sucedía y no podía moverme todavía para seguirlo y pedir más respuestas.

— Leiftan ... —Todavía me costaba creer lo que había sucedido, Leiftan estaba dispuesto a matar a Ezarel a toda costa. Compartimos pequeños momentos, me contó su historia y ahora resulta que fue él quien ha estado asesinando a gente inocente, a todos.

Mis pensamientos regresaron a la realidad cuando la canción de cuna seguía escuchándose y se acercaba a nosotros.

De pronto, apareció una mujer de cabello castaño y liso, con un vestido largo y un velo, había unas luces blancas bailando a su alrededor. Ella apareció mientras seguía tarareando la canción de cuna, por alguna razón, escucharla era tan relajante que me hacía sentir que toda la energía que había perdido, la estaba recuperando. También, observé que las manchas del veneno que tenían los miembros, estaban desapareciendo, incluso las mías.

Era como una canción que nos estaba curando.

— ¡_______! .. —Ezarel se acercó a mi, parecía verse mejor que antes, me tomó en sus brazos y me abrazó con cuidado.

Hundí mi rostro en su pecho, todavía recuerdo cuando arriesgó su vida para salvarme pero ahora fui yo quien arriesgó la suya. Mientras nos abrazamos, la canción se detuvo.

— Con cuidado, he cerrado la herida pero por dentro sigue abierta. —Hemos escuchado la voz de la mujer que estaba cantando y nos hemos separado para mirarla mejor.

— No se quien sea pero .. gracias por salvarla. —Respondió Ezarel.

— Oh lo lamento, no me he presentado, mi hermana me ha pedido que viniera en caso de alguna emergencia. Mi nombre es Lunary. —Ha hecho una leve reverencia con la cabeza. Ahora entiendo mejor, era el espíritu de la luna, al igual que Solaria.— Temo llegar tarde .. no pude hacer nada por los jóvenes que están afuera.

¿Afuera? Oh Dios mío .. ¡Karenn y Valarian!

— ¡¿Que sucedió?!. —Pregunté.

— Todos murieron. —Respondió ella con una una tristeza en sus ojos.— También fueron envenenados y cuando llegué, ya no tenían signos vitales, lo lamento mucho.

— Debo buscar a Karenn y Valarian. —He intentado levantarme y a pesar de que ya no estaba sangrando, he sentido un dolor agudo en el vientre, indicándome que la herida todavía estaba abierta por dentro.

— Ten cuidado. —Replicó Ezarel y seguido de eso, me ha cargado en sus brazos.— Diosa Lunary, todos los miembros de aquí ¿Ya no se encuentran en peligro?.

Ella negó con la cabeza

— Salgamos entonces. —Dije y me aferré al cuello de Ezarel.— Tenemos que buscar a Karenn y Valarian.

Sería horrible que Nevra dejara a su hermana afuera y ... ya no estuviera con nosotros. Lunary manifestó que ella cuidaría de los miembros dentro de la cueva mientras nosotros salíamos y así fue. Ella nos dio una flama blanca para iluminarnos mientras caminábamos de regreso y además, Ezarel dijo que no tenía problemas en llevarme en sus brazos. Todo esto me tenía completamente estresada, había tantas cosas que tenía que poner en orden mi cabeza.

— ______ ..

Ezarel me llamó y me sacó de mis pensamientos otra vez. Cuando he levantado la vista para verlo, tenía lágrimas en sus ojos.

— Ez ...

— Tenía miedo. —Respondió.— Tenía miedo de perderte.

— Lo lamento. —Logré levantar mi mano y acariciar su mejilla, limpiándole las lágrimas.

— No se que sería de mi vida sin ti. Cuando te vi frente a mi mientras tenías la espada, sentí que mi mundo se derrumbaba, como si no tuviera una razón para seguir viviendo.

— Ez, no digas eso. —Respondí, parecía estar muy dolido y no pensé que llegaría a sentirse así.— Lo siento mucho, yo tampoco soportaría que algo malo te ocurriera.

En ese momento, Ezarel se detuvo pero no me miró, solo inclinó la cabeza y sonrió de lado.

— Lo siento. —Se ha encogido de hombros.— Lo siento _____, rompí mi promesa, no pude protegerte.

— Ez, no ... —Respondí.— Lo hiciste, solo que ahora me tocaba protegerte a ti. No tienes que lamentarte por eso.

— Pero estas lastimada .. por mi culpa.

— No tienes que culparte, si algo te sucediera a ti, entendería muy bien que lo hiciste para protegerme.

— Aún así ..

Seguí acariciando un poco más su mejilla para tranquilizarlo, debo admitir que hasta yo sentía que iba a ser mi fin, debe ser duro para él. Debía cambiar de tema para no seguir recordándole eso por ahora, debe estar fatigado.

Escojan
A) (Hablarle de Lunary)

B) (Pedirle que cante)

C) (Besarlo)

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora