Capítulo 118: Ejércitos

437 46 83
                                    

— ¡No lo hagas!. —He gritado con todas las fuerzas que pude. Tanto que mi garganta quedó completamente seca y sentí un ardor.

Pronto, Ezarel giró su cabeza hacia mi y me miró unos segundos. Luego, volvió a mi y me tomó de las mejillas. Me sonreía con dulzura pero su mirada me decía que no debia preocuparme. Y aunque me lo dijera, no quería dejarlo ir, no iba a permitirlo. Con gran esfuerzo, intenté apegar mi frente hacia la suya y cerré los ojos.

— Por favor .. —Volví a decir, con el poco aliento que me quedaba.— No lo hagas, cuando te posea, no volverás a ser tu mismo.

Aquellos pensamientos seguían en mi memoria, todos mis deseos de odio y rencor, era como si aún podía recordarlo, pero no era yo, mi corazón no deseaba eso. Cuando abrí los ojos, sentí sus labios posarse en mi frente, luego pasó a darme un fuerte abrazo.

— Va a pagar muy caro porque haber puesto un dedo sobre ti. —Murmuró.

— Pero ..

— Tranquila, no dejaré que controle mi mente tan fácilmente.

En ese momento, Ezarel me soltó y se volvió a girar para encarar aquella miasma que parecía esperar pacientemente. Seguía sin confiar, de verdad no quería pero odié con todas mis fuerzas a Nikolas, no podía mover mi cuerpo, de lo contrario, hubiera hecho lo necesario para evitar que se le acercara.

— Toma mi cuerpo, usalo como te plazca. —Dijo Ezarel en voz alta, que extendía sus brazos en su dirección.

— Esas son buenas noticias.

Mientras flotaba, comenzó a acercarse hacia Ezarel y pronto lo perdí de vista cuando entró dentro de su cuerpo. Aquello me desgarró y por alguna razón, las palabras de Nikolas resonaron en mi cabeza.

"Su mente . . es más frágil"

Cuando recordé aquello, intenté gritar de nuevo pero Ezarel comenzó a toser con fuerza, como si lo estuviera desgarrando por dentro. Lo llamé pero en vano, ya no podía escucharme. Luego lo he visto caer al suelo, quedando inmóvil. Mis lágrimas se derramaban, no sabia lo que estaba sucediendo, fue muy diferente conmigo, yo no había quedado inconsciente. Todo esto era tan confuso que solo rezaba al oráculo.

Pero cuando lo he visto levantarse de nuevo, mis lágrimas se detuvieron, solo podía ver su espalda y me costaba ver sus ojos. Después, se acercó a la puerta de la celda, puso su dedo en la cerradura y esta se rompió, dejando la puerta abierta. Mis ojos se abrieron de par en par, eso definitivamente no era algo que Ezarel pudiera hacer.

— Para que vean que cumplo con mis promesas. —El tono de su voz había cambiado, ya no era dulce y armónica, era más profunda y grave.— La puerta está abierta.

No decía nada más y yo estaba demasiado nerviosa para responder. Sin embargo, fue Annalia quien tomó la palabra, que todavía seguía mirándome, como aún deseando conseguir mi cuerpo para ser su contenedor. Pero en ese momento, Ezarel se acercó a ella y la observó durante unos segundos que parecían eternos. Y de pronto..

— ¡Mierda!.

Intenté contener mi grito, mientras la sangre había salpicado mi cara. Ezarel había atravesado con su puño, el cuerpo de Annalia. Ella parecía no sentir dolor, solo se limitó a escupir sangre por la boca, era como una muñeca que no emitía ninguna emoción. Aquello me dolió pero seguía sin entender como no veía una reacción de su parte. Lo único que alcance a observar, fue que Ezarel quitaba su puño de su pecho, dejando ver un gran agujero. Seguido de eso, su cuerpo cayó al suelo, inerte. Ezarel solo se limitó a mover la mano, quitando los restos de sangre que habían quedado ahí.

— Es imposible traer el alma de aquella mujer. —Dijo Ezarel.— Pobre idiota de Nikolas, no sabe que el alma de Annalia se quedó atrapada en la tierra, es más, debe estar vagando por ahi, buscando su cuerpo.

He escuchado una carcajada macabra que me ha hecho erizar la piel. Ese no era Ezarel, era aquella alma que había tomado el cuerpo de mi novio. Mientras observaba la escena, Ezarel se inclinó y tomó el cuerpo de Annalia hasta dejarlo sobre su hombro, como si se tratara de algún saco de papas. Ante mi curiosidad y de saber quien era el que había manchado las manos de Ezarel, logré sentarme cuando una parte de la pócima anti-paralizante, había hecho efecto en mi cuerpo.

— Quien .. ¿Quien eres?. —Pregunté con temor.

Cuando escuchó mis palabras, se detuvo y volteó su mirada hacia mi, pude notar que sus ojos eran completamente negros y unos cuernos sobresalían de su cabeza.

— Mi nombre .. ah, hace tiempo que no lo decía, ya lo estaba olvidando. —Se volteó completamente y me miró de frente.— Mi nombre es Dagon y fui el primer ángel que se opuso en el sacrificio azul.

El .. sacrificio azul. El sacrificio donde los ángeles, los dragones y los fenghuang ofrecieron sus almas para crear Eldarya, sin embargo y según los libros, eso había sido hace demasiado tiempo, ¿Como pudo sobrevivir todo este tiempo?.

— Como verás, oponerse no fue una opción. Yo fui quién fundó el ejercito del oscuro atardecer que fue en contra de los ideales del ejercito celestial. Basuras inmundas, dar sus vidas por gente que no conocen, me dan asco. —Escupió en el suelo. Ha hecho que el cuerpo de Ezarel escupiera en el suelo.— Lo siento por tu noviecito pero no creo devolver este cuerpo en un buen tiempo.

— Pero dijiste .. ¡DIJISTE QUE SE LO DEVOLVERIAS UNA VEZ QUE ACABARAS CON NIKOLAS!.

— Bueno, prometi que les abriría la puerta y que no dejaría que nadie te pusiera un dedo encima. —Me ha mirado con una sonrisa.— Nunca prometí que le devolvería su cuerpo.

Aquello me hizo hervir la sangre. Como un demonio que juega con sus palabras, nunca tuvo la intención de ayudarnos, solo eramos parte de su plan, sin embargo, no era el momento oportuno para irme contra él, Nikolas quizá estaba a unos metros de nosotros y todavía cree que asesinandome, podrá traer el alma de Annalia, cuando no es así. Mis manos apretaron fuertemente las rocas que estaban en el suelo y me mordí la lengua. Sin embargo, lo seguía mirando con odio.

Sin más, Dagon se giró y salió de la celda con Annalia sobre su hombro. En ese entonces, sentía completamente mi cuerpo, ya no estaba paralizada y una vez de tocar mis piernas y mis brazos para estirarlos, me levanté de un solo salto y seguí a Dagon, no sabía a donde se dirigía pero por ahora no iba a hacerme daño o eso quería creer. Caminé detrás de él y manteniendo mi distancia, aunque sabía que yo estaba cerca, ha preferido ignorarme. Pero lo prefería así.

Luego de caminar unos minutos, habíamos llegado al laboratorio de Nikolas, donde me había golpeado y enterrado la aguja. Intenté no volver a recordar aquello y concentrarme en la realidad. De pronto, he visto a Nikolas sobre un círculo extraño, mientras los medallones, que tenían un vínculo fuerte con el gran cristal, estaban a su alrededor y girando, como si estuviera concentrándose en algún hechizo.

Estaba molesta y la adrenalina seguía corriendo por mis venas pero tenía que tener la mente despejada.

Escojan
A) (Ir directamente hacia Nikolas)

B) (Retroceder)

C) (Quedarse detrás de Dagon)

S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora