S E C R E T O S [Ezarel]

Capítulo 107: Más allá del dolor

— Nali por favor piensalo, esto podría ayudarte a tu enfermedad, dejarías de estar agotada o dormir en cada rincón, soló quiero que disfrutes de todo.

Ella pareció pensarlo.

— Ya no .. te perderás de momentos inolvidables. —Volví a decir mientras tomé su mano.

— Tienes razón .. —Apretó mi mano y luego sonrió.— Quiero vivir.

Terminé por abrazarla con fuerza, me alegraba mucho que pensara así, si ella quería vivir con alegría, yo me aseguraría de que su sonrisa nunca se apagara.

— Es una sabía decisión. —Dijo Ash.— Te haré los exámenes en la enfermería, estoy seguro que la señorita Ewelëin podrá ayudarnos.

— Claro. —Nali asintió, al mismo tiempo que nos separábamos de nuestro abrazo.

Ambos terminaron por irse mientras yo suspiraba, teniendo esperanza de que la pesadilla de Nali terminara, de una vez por todas.

Sin embargo, mis pensamientos fueron interrumpidos. Me he dado la media vuelta cuando he sentido un dedo tocar mi hombro. Cuando me percaté, era Ezarel que traía las manos hacia atrás.

— ¡Ez!.

— Él mismo, no sé si me engañas con algún clon. —Dijo con una sonrisa.

— No tienes clones y si así fuera, lo reconocería. —Dije con una sonrisa.

— Respuesta correcta, te ganaste un beso.

He sentido que sus labios se apegaban a mi frente, fue tan cálido que deseé que durara para siempre. Luego, Ez me mostró lo que ocultaba por detrás, era una pequeña caja, envuelta en papel de regalo. Me dijo que cerrara los ojos y así lo hice, en ese momento sentí que algo se enganchaba a mi cabello, cuando me indicó que los podía abrir, Ezarel se me quedó mirando detenidamente.

— Lo sabía. —Me acarició una mejilla.— Te ves preciosa.

Al parecer, Ezarel había comprado un broche de unas flores muy coloridas y lo había colocado en mi cabello. Pronto, sentí que mis mejillas se ponían muy rojas, la mirada que tenía Ezarel sobre mi, no la podré describir nunca. En ese momento, hice lo único que podía hacer, lo tomé de su chaqueta y lo acerqué a mis labios hasta besarlo. Ezarel pareció sorprendido al inicio pero luego me abrazó con mucha fuerza, como sino quisiera soltarme.

—Mami, ¿Que están haciendo?.

— No mires cariño.

Me di cuenta que estábamos siendo el centro de atención .. por milésima vez. Me separé de Ezarel mientras ambos no dejábamos de sonreír. Nos quedamos mirándonos fijamente, en un silencio eterno, contemplándonos el uno al otro. Sin embargo, fue Ezarel quien rompió el silencio.

— Cierto, lo olvidaba, quería hablar contigo de algo, ¿Te parece si vamos a comer juntos?.

—Si, claro, vamos. —Respondí.

La verdad no tenia idea de lo que podía ser pero al juzgar por su expresión, debía ser algo serio. Cuando llegamos al Comedor, me di cuenta que Karuto estaba teniendo una discusión con Peter, el pecado de la Gula. Al parecer, Peter quería una porción más de la que debia y Karuto se lo estaba negando. Cuando Ezarel y yo teníamos nuestras bandejas en nuestras manos, me acerqué al jefe de cocina.

— Hola Karuto, lamento interrumpir. —Intervine.

— No es nada pequeña, prefiero tratar contigo que con los que se quieren comer toda mi cocina. —Respondió molesto.

— Es que tengo mucha hambre .. —Dijo Peter, con una expresión triste mientras escuchaba claramente el rugir de su estomago.

— Karuto, sino hay problema, puedes darle mi porción de la semana a él. —Sonrei.