Capítulo 104: Peluchito

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Terminé por retroceder ante los arbustos que parecían moverse de manera sospechosa. Cuando el arbusto se abrió, pude ver una concentración de miasma de color oscuro, esta poseía ojos blancos y una gran sonrisa donde mostraba sus filosos colmillos, era la primera vez que veía un ente así. No tenía un cuerpo humano, ni un rastro de ser un faery común y corriente.

Me quedé tan sorprendida que no sentí que alguien me tomó de los brazos hacia atrás y su mano se situó en mi cuello. Solté un sonido de ahogo ante eso. Luego, unos labios se acercaron hacia mi oído.

— Debes tener cuidado o él lobo te puede comer. —Era una voz femenina pero lo que más me espantó, lo que más me dejó estupefacta, era que el sonido de su voz, sonaba exactamente a la mía.

De un movimiento brusco, logré salir de su agarre y me alejé rápidamente de ella para verle de frente.

— No puede ser .. —Me quedé horrorizada ante la imagen que tenía frente a mi, era como verme en un espejo, alguien tenía mi mismo aspecto.

Sin embargo, había algunos detalles que podían diferenciarse de mi: su cabello era negro, sus ojos eran violetas pero más claros y su piel era más blanca y tenía ciertas partes de su cuerpo que parecían haberse cocido con una aguja.

Mientras ella me miraba con una sonrisa, aquella masa de humo que había salido de los arbustos, se acercaba a ella y giraba a su alrededor. Sus grandes colmillos no me daban una buena impresión.

— Te presento a mi pequeño amigo, mi Peluchito. —Ella miró con una sonrisa traviesa a aquel humo y este, se volteó a verla.

— Será mejor que te detengas con tus apodos ridículos, no responderé la próxima vez. —Aquel humo podía hablar y con una voz tan macabra y profunda que no parecía de este mundo. Luego, volvió a mirarme.— Con que este es el pequeño recipiente.

— Si, este cuerpo no aguantará mucho más. —Aquella mujer tuvo que poner su mano sobre su cuello, cuando un pedazo de su piel parecía caer.

Me he quedado perpleja que no sabía como responder.

— Veamos si puede soportarme. —La masa de humo comenzaba a acercarse y antes de poder girarme y salir corriendo, entró dentro de mi con una facilidad inexplicable. Pudo traspasar mi cuerpo por alguna extraña razón.

En ese momento, he sentido como si mi cuerpo comenzara a arder. Me costaba respirar y sentía que mil agujas atravesaban mi cuerpo. Me fue imposible no gritar, era muy doloroso. Y cuando me di cuenta, en mi mente comenzaron a divagar pensamientos que jamás creí tener.

Matar, necesito matar ..

— ¡No!. —Grité con todas mis fuerzas, tratando de quitar aquellos pensamientos.

Los asesinaré a todos ..

— Basta, ¡NO!

Acabaré con cada uno de ustedes y los mutilaré..

Los pensamientos me hacían doler la cabeza, así que llevé mis manos ahí y con lágrimas en los ojos, deseé que se detuviera. Era muy doloroso, una parte de mi quería asesinar a todos en la sede, incluso a Ezarel pero por otra parte, mi mente recordaba a cada uno que me tendió la mano aquí en Eldarya. Una presión en el pecho me hizo desear desesperadamente que se acabara, mientras algunas heridas comenzaban a aparecer en mi cuerpo, como si no fuera capaz de soportar aquel humo dentro de mi.

— Ha sido un cuerpo débil, bueno, eso se puede resolver. —Aquella mujer, idéntica a mi, sacó una daga de su bolsillo y comenzó a acercarse. .

Yo, por mi lado, trataba de tener control sobre mi cuerpo pero fue imposible.

En ese momento, una flecha pasó a mi lado a gran velocidad y esta se clavó en la mano de aquella mujer. Ella se quedó paralizada un momento hasta que notó su mano y la daga en el suelo. Dio un grito alarmante mientras hacía lo imposible para quitársela.

Para suerte mía, aquel humo comenzó a salir de mi interior y una vez afuera, yo caí al suelo, muy debilitada para ponerme en pie.

— ¡______!. —Escuché la voz de Ezarel que se acercaba.

— ¡Alejate criatura malévola!. —También pude reconocer la voz de Ashkore.

Ezarel se acercó a mi y no tardó en tomarme entre sus brazos y levantarme. Lo hizo con tanta facilidad que me sentí como una pluma. Mientras Ezarel retrocedía conmigo, Ashkore se colocó en frente de nosotros y a su vez, aquella mujer se retiraba la flecha cuidadosamente, como si le importara las heridas que le ocasionasen.

— Maldito ... —Luego de tener la mirada inclinada, nos miró con desprecio pero se detuvo unos segundos para observar a Ashkore con alegría.— Mi señor ..

¿Qué?

Sin decir nada, Ashkore bebió una pócima que de manera rápida, se inclinó hacia adelante y expulsó una bola de fuego de color verde. Era tan grande la llama que me dejó perpleja por unos momentos, sin embargo, logré ver como aquella mujer y el humo huían a lo lejos. Quizá no tuvimos éxito pero me alegro de que ambos llegaran. La bola de fuego poco a poco comenzó a disminuir hasta desaparecer por completo y me sorprendió aún más que ningún árbol u hoja saliera quemada.

— Esa mujer .. —Ezarel pronunció mientras Ashkore se daba la media vuelta y cerraba la tapa  de la pócima.— ¿Por qué tenía la apariencia de _____? O mejor dicho .. ¿Por qué te dijo "mi señor"?.

Era un hecho que aquella mujer parecía conocer a Ashkore, eso me quedaba muy claro, pero que le dijera "mi señor" daba mucho para pensar.

— Hace mucho, aquella mujer vino a mi por una extraña enfermedad de su piel, hice todo lo posible para ayudarla pero no pude. Con el tiempo, la enfermedad llegó a enfermarla mentalmente, por lo que no se encuentra muy bien de la cabeza. —Luego nos sonrió.— Supongo que me tendrá algo de respeto por intentar sanarla, a pesar de que su mente siga divagando por otros lados.

— ¿A qué te refieres con "otros lados"?. —Pregunté.— Ella intentó asesinarme y me llamó "recipiente".

— Esto va mal .. —Ashkore llevó su mano bajo su barbilla.— El motivo por el cual dejé de ayudarla, fue que su mente se vio tan afectada que cree que puede poseer otro cuerpo para librarse de su enfermedad, cuando no es así.

— Ni siquiera la Alquimia es tan poderosa como para poder transferir un alma de un cuerpo a otro. —Respondió Ezarel.— En cualquier caso, será mejor avisar del tema a Miiko, su objetivo es ______ y debo suponer que si sus rostros son idénticos, no debe ser coincidencia. ¿Sabes su nombre?.

— Si. —Askore guardó la pócima.— Se llama Annalia.

Annalia .. Ese nombre me suena conocido.

Cuando la charla acabó, Ezarel se encargó de llevarme a la enfermería. Ashkore se quedó en el bosque para seguir buscando las hojas y cuando termine, él y Ezarel irían con Miiko para contarle sobre lo sucedido. Me dijo que él y Ashkore tenían planeado buscar algunas hojas poco conocidas que son usadas para medicinas naturales y luego lograron escuchar mis gritos. De verdad me alegra saber que llegaran en el momento adecuado, aún así, esto me enseñó de que incluso fuera del cuartel, debo ir preparada.

— Pesas .. —Dijo Ezarel cuando pasábamos por el mercado.

— O tu eres débil. —Respondí.

Ezarel me miró de reojo y yo miré hacia otro lado con una sonrisilla.

— Después dices que yo soy el molesto. —Replicó.

— Y lo eres. —Volví a decir pero esta vez me aseguré de acercarme a él y plantarle un beso en sus labios.— Pero eres mi novio.

Ezarel sonrió y volvió a besarme. Me quedé ahí en sus brazos, mientras él se detuvo y nos comimos a besos por unos largos minutos. Pude escuchar algunos murmullos a los pocos segundos, supongo que no pasamos desapercibidos.

Luego, me terminó llevando a la enfermería sin contratiempos.

— No es nada serio. —Dijo Ewe mientras examinaba mi piel.— Solo algunos rasguños y moretones pero pude notar que el nivel de tu energía, estaba baja, así que te recomiendo quedarte en cama por lo que resta del día.

— Hmm. —No tengo ánimo de quedarme en cama, me siento bien pero si Ewe lo menciona, supongo que debe tener razón.

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S E C R E T O S [Ezarel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora