Lucia.
Siento una mano sobre la mía dándole suaves apretones. Abro los ojos lentamente adaptándome a la luz y volteo el rostro, gracias a dios que mi mente hace caso a mis órdenes. Miro hacia abajo y veo a Ted recostado. Sonrio y llevo mi mano hacia su cabello acariciándolo cariñosamente.
Theodore.
La perdí. La perdí. Lloro sobre su cama donde esta su cuerpo sin vida. Cúando estoy por levantarme siento mimos en mi cabello y lo primero que siento es mi corazón acelerándose, tal vez es producto de mi mente.
- Tengo sed.- susurran con voz áspera. Levanto el rostro encontrándome con sus ojos chocolates mirándome directamente.
- Despertaste.- asiente.- ¿Pero como?- me pregunto.- Estas aqui.- sonrio y me para para darle un abrazo.
- Tengo sed.- vuelve a decir.
- Claro. Un momento. Llamare al medico.- le digo y ella asiente. Salgo corriendo del cuarto y encuentro al doctor en la sala de espera junto con todos que al verme se paran.- Despertó.- le digo y el doctor al igual que todos me ven con sorpresa.- Y tiene sed.- sonrio y los demás también. El doctor ingresa a verla y yo lo sigo cuando una mano me detiene.
- ¿Que paso?- dice Graciela.
- No lo se.- niego.- Sólo despertó.- le sonrio y entro siguiendo al doctor.
- Sorprendente.- susurra el medico al ver a Lucia despierta.- Si que te aferraste a la vida.- el doctor sonríe escribiendo en su libreta.
- Tengo motivos.- responde mirándome con una sonrisa que yo le devuelvo.
- Bien.- dice.- No hay nada de que preocuparse.- me dice el medico.- Se quedara hasta mañana y después le daré el alta.- dice y se retira.
- Volviste.- susurro acercandome a ella.- ¿Te dieron el agua?- le pregunto y asiente.
- También te amo.- dice y la miro confundido.- Siempre escuchaba lo que decías.- sonríe y yo también sonrio un poco sorprendido. Si me escuchaba.
- Espero que se te aya grabado.- le digo dándole un beso en la frente y ella asiente.
- Si. Se me grabó.- sonríe y asiente.
Al día siguiente...
- Todo esta en orden.- dice el doctor.- Iré a dejar el alta en recepción, puede cambiarse e irse cuando quiera.- sonríe y se retira.
- Pues...me voy a cambiar.- me dice Lucia mirándome.
- Yo te ayudo.- le digo.
- No te preocupes. Puedo sola.- me sonríe.
- Yo te ayudo.- le advierto, rueda los ojos y se deja ayudar.- ¿Sabes?.- niega mientras le pongo su polera.- Quiero que vengas a vivir conmigo.- se queda paralizada y me mira incrédula.
- Ted...yo no lo se.- niega.- Hemos convivido poco, la relación se basa en la confianza y no es por nada pero mira como acabamos.- la suelto y me paso las manos por el cabello mientras camino por la habitación.
- Lo se.- me paro y la miro.- Pero en este año que has pasado acá me he dado cuenta de muchas cosas y la principal es que te amo.- me acerco y tomo su rostro con mis manos.- Por favor, vive conmigo.- le suplico y ella me mira, tal vez tratando de ver a través de mis ojos. Después de un rato suspira.
- Bien.- sonríe y yo también.- Pero mi padre quedrá tenerme en casa.- me dice.
- Él lo entenderá.- le digo y le doy un casto beso en los labios.- Además eres mayor de edad.- le sonrio y ella también.- Terminemos de cambiarte.- le digo y la ayudo a poner su pantalón.
