Capitulo 44

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Ted.

Cuando llegamos a la ubicación que dice en el celular, los primeros en salir del auto somos papá y yo. Nos paralizamos al ver el lugar en llamas pero mi cuerpo arde aun mas cuando veo a Lucia abrazar a mi hija. ¿Como pudo llegar antes que nosotros? Camino rápidamente hacia ellas, de reojo miro a mi hermana ser abrazada por papá.

- Dámela.- forcejeo con Lucia por mi hija, hasta que se da por vencida y me la da, la abrazo fuertemente contra mi.- ¿A caso no entendiste que no deberías venir?- pregunto molesto.

Me mira con miedo, si con miedo. Me sorprende esa mirada pero me recompongo tan rápido como ella lo hace. Su mirada se vuelve mas oscura.

- Es mi hija también.- murmura seria.

- ¿Tu hija?- presiono a mi hija en mi pecho.- ¿Pensaste en eso cúando decidiste darla como si no valiera nada?- se queda callada, sonrio irónico.- Eso pensé.

Camino hacia mi hermana y dejo atrás a Lucia, debo pensar las cosas antes de tomar una decisión. La primera palabra que se me paso por la cabeza cuando me dijo esas barbaridades fue: Divorcio. Pero luego pensé en mi hija que lo único que hice fue salir lo mas rápido de ahí. Le sonrio a mi hermana y la abrazo con mi brazo libre, beso su frente y la vuelvo a abrazar.

- Gracias por cuidar de ella.- le susurro.

- No tienes por que agradecer nada.

- ¿Sabes quienes fueron las principales en esto? ¿Reconociste a algún secuestrador?- pregunto.

- Fueron Camille y Elena.- me tenso al escuchar un nombre a la perfección, y papá reacciona igual o peor que yo.- Y los secuestradores...- se queda callada un segundo.- Todos se quedaron adentro. Cuando Elena iba a prendernos fuego, la golpearon en la cabeza, me ayudaron a salir pero la persona no lo logro.- lo ultimo lo dijo en un susurro.

- No pasa nada, cariño.- papá le sonríe mientras acaricia su cabello. Voltea y me mira por un momento.- ¿Que piensas hacer?- pregunta.

- Por ahora, llevar al hospital a mi hija.- respondo.- No quiero pensar en nada mas.

Asiente y caminamos al auto, Lucia sigue parada donde la deje pero ahora no me da pena, Elizabeth dirige su mirada hacia ella y empieza a estirar sus manos miemtras sus ojos se cristalizan. Lucía da un paso hacia mi pero yo retrocedo uno.

- No.- se detiene.- Hablaremos luego.

Subo al auto y trato de calmar a mi hija, la muevo y pongo un poco de musica en mi celular, la siento en mi regazo mientras ella lo sostiene con sus pequeños deditos. Beso su cabello y me mantengo ahí por unos minutos. Disfruto de tenerla de nuevo conmigo, después de estos días estando así al fin todo se acabo...en realidad no todo. Falta el tema de Lucia, no se que hacer con ello. Tengo que pensarlo bien. Cuando llegamos al hospital Phoebe y Elizabeth son atendidas, yo entro con mi hija a la sala de pediatría en emergencia, no pienso volver a dejarla sola. Ahí se encuentra una mujer joven, debe tener unos 30 años, se acerca a nosotros con una pequeña sonrisa.

- Elizabeth Grey.- me levanto con mi hija.- Por aquí, señor.- caminamos por el pasillo hasta su consultorio. Los colores y animales llaman la atención de Liz haciendola reír y mover en mis brazos.- ¿Que es lo que tiene?- pregunta cuando ya estamos sentados.

- Pues...- pienso en decirle lo del secuestro.- Revisión mensual.- miento. No creo que sea prudente decirle eso. Arquea su ceja mientras revisa las hojas de la tabla.- No veo ninguna revisión en estos últimos meses.- me mira, suspiro.

- La secuestraron dos días, no se si comió o no, o si cogió alguna enfermedad.- me mira atentamente, hasta Elizabeth dejo de mirar las paredes para mirarme a mi desde mi regazo.

- Ya veo.- asiente y se levanta.- Recuestela en la camilla, por favor.- asiento y la recuesto como dijo la doctora.

Empieza poniendo una pequeña linterna sobre sus ojos, Liz empieza a seguir con la vista la luz. Levanta un poco su polo y empieza a revisarle su respiración y por ultimo abre un poco su boca para revisarla. Los dedos de Liz no tardan en tomar las de la doctora mirandola curiosa.

- Listo.- guarda la linterna en el bolsillo de la bata.

Alzo a mi hija de nuevo y le pongo su polera. Elizabeth mete su puño en la boca sin dejar de mirarme. Le sonrio y ella sonríe también. Mi celular vibrar me hace dar un brinco en mi lugar.

*Ya salimos del consultorio.*
- Phoebe.

La voz de la doctora me hace voltear a verla. Me dice que Elizabeth esta bien y que debe seguir manteniendo la leche maternas por un mes a dos meses mas, que después puede empezar con formulas. Eso me hizo pensar de nuevo en Lucía, tendría que verla a cada momento por mi hija. Desvío mi mirada y me pierdo el el color celeste de las paredes. ¿Que paso con mi matrimonio? ¿A donde llegaremos con esto? Lo único que se es que Elizabeth nos unirá de por vida a Lucia y a mi, es un lazo irrompible.

- Señor Grey.- sacudo la cabeza y miro a la doctora, me levanto rápidamente al verla levantada.- Eso es todo.

- Muchas gracias, doctora.- le tiendo mi mano y nos damos un apretón de manos. Asiento una vez mas y salgo del consultorio.

Al salir me encuentro a mi padre y a Phoebe afuera esperando. Cuando me ven se acercan.

- Dámela es mi turno.- dice papá tendiéndole sus manos a Liz. Mi pequeña estira su cuerpo para que papá pueda cargarla.

Le sonrio divertido y se la doy.

- No es un objeto.- besa su frente y me mira serio. Dejo de sonreír y me pongo serio también, papá así da miedo.

- Lo se.- abraza a mi hija y deja que se recueste en su pecho. Poco a poco cierra sus ojos hasta que se queda dormida.

Caminamos por los pasillos hasta salir del hospital, y nuevamente me encuentro a Lucia ahí. Frunzo el ceño al ver con ella a ¿Alexis? ¿Que hace ese con mi mujer? Cúando Lucia nos ve deja a ese con la palabra en la boca y se acerca a papá. Doy un paso al frente y papá me da una mirada de advertencia.

- ¿Que quieres?- pregunto mas brusco de lo normal. Me sorprendo, no quise hablarle así.

- Quiero ver a mi hija.- murmura con sus ojos cristalinos.

Su mirada se dirige hacia Elizabeth quien yace dormida en el cuello de papá, la mira por unos segundos, derramando una lágrima se acerca, le da un beso en la mejilla y murmura algo que no entendí pero se que papá si lo hizo porque la mira al escucharla. Besa una vez mas su mejilla, me mira y luego sin decir nada se da la vuelta y camina rápidamente a su auto sin mirar atrás.

¿Porque deje que se acercara? La respuesta es simple. Es su hija también.

Los secretos de la familia Grey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora